viernes, 28 de agosto de 2015

Ibones Batisielles, Perramó y Escarpinosa (Parte II)

Amanecer sobre el Gran Batisielles
Tras una noche más fría de lo que nos imaginábamos, en la que una de las tiendas amaneció con algo de escarcha, nos pusimos en pie para comenzar un nuevo día. Sin tiempo para pensar en la jornada anterior, tuvimos el placer de ver el espectacular amanecer desde el Gran Batisielles (2220 metros).

Nunca antes habíamos visto un amanecer tan bonito y tardaremos mucho tiempo en olvidarlo. Los rayos de sol parecían oro e incidían con fuerza en las Tucas de Batisielles (2845 y 2803 metros), cuyas siluetas se reflejaban con tonos anaranjados en las aguas del ibón. Conforme el sol iba cogiendo altura, el resto de paredones comenzaban a iluminarse, invirtiendo sus imágenes en la superficie del agua.

Agujas de Perramó reflejadas en el Gran Batisielles
Por el sur, las Tucas de Ixeia (2837 metros) se desperezaban y despertaban a sus vecinas. La Tuca la Trapa (2431 metros), el Tucón de Chuise (2797 metros) y la Tuca del Chinebro (2732 metros) comenzaban a absorber la luz matinal mientras que las Agujas de Perramó (2553 y 2545 metros) esperaban nuestra visita a lo largo del día.

Era difícil quitarle el ojo a semejante espectáculo. Cada instante era único. Cada cosa sucedía en su justo momento. La armonía y la perfección estaban construyendo un escenario inmejorable y nosotros tuvimos el privilegio de poder disfrutarlo.

Ibón de l'Aigüeta de Batisielles
Tocaba desayunar, desmontar las tiendas y prepararse para otro gran día de montaña. La previsión no podía ser mejor, ni una nube y un sol radiante. Así que, recogido todo, nos volvimos a poner la mochila y comenzamos a caminar. Nuestro objetivo, los ibones de Perramó (2255 metros) y Escarpinosa (2025 metros), para cerrar la circular iniciada el día anterior.

Comenzamos siguiendo el GR-11 que dejamos hace unas horas en dirección suroeste. Desde el inicio comenzamos a ascender teniendo una buena panorámica del ibón de Escarpinosa, muy por debajo de nuestra posición.

Ibones de l'Aigüeta de Batisielles y Gran Batisielles
En el primer kilómetro ya se salvan 100 metros de desnivel, que nos dejan, en unos 45 minutos, en la orilla del ibón de l’Aigüeta de Batisielles (2330 metros), cuyo reguero vierte a los citados ibones de Escarpinosa.

En este punto enlazamos con el GR-11.2 que dejamos el día anterior en el ibonet de Batisielles para seguirlo en dirección al Refugio del Ángel Orús buscando un collado (2490 metros) a los pies de la Aguja oeste de Perramó, donde abandonaremos el GR. Éste es el repecho más duro de la jornada en el que se salvan 160 metros de desnivel en poco más de medio kilómetro, con algunos trepes sencillos que con lluvia podrían resbalar.

Ibón de Perramó y Tucas d'Ixeia
De vez en cuando, conviene echar la vista atrás y contemplar desde lo alto los charcos que rodean el ibón de l’Aigüeta de Batisielles junto con el ibón Gran Batisielles, donde hemos pasado la noche, que queda bastante más abajo que éstos. Este tramo nos lo tomamos con mucha tranquilidad y llegamos al collado en poco más de una hora.

Desde el collado, tendremos una amplia vista hacia los ibones de Perramó, las Tucas de Ixeia, La Trapa, el Tucón de Chuise, la Tuca del Chinebro y el Portillón de Eriste, así como a los ibones de la Tartera de Perramó (2350 metros) y la Tuca d’es Corbets (2904 metros). 

Ibones de la Tartera de Perramó
Tras reponer fuerzas durante un buen rato, ponemos la directa para descender un desnivel de 240 metros hasta la planicie de Perramó en unos 45 minutos, donde paramos a comer.

En los alrededores del ibón de Perramó podemos ver pequeños ibones que desaguan a un barranco rumbo a los ibones de Escarpinosa. Desde esta planicie, las Agujas de Perramó imponen aún más y las turquesas aguas del ibón hacen del lugar una verdadera maravilla. 

Una vez repuestas las fuerzas, el descenso hacia los ibones de Escarpinosa se puede realizar por ambos márgenes del barranco. 

Macizo del Perdiguero y valle de Estós
Nosotros optamos por realizarlo por la margen derecha para descender una empinada pedrera que en 600 metros de distancia salva un desnivel de más de 200 metros, dejándonos a la orilla de estos espectaculares ibones en una hora y media.

Dicen que los ibones de Escarpinosa son unos de los más bonitos del Pirineo, y no lo dudamos. Tienen muchos detalles por los que son catalogados como tal. Sus aguas cristalinas, sus reflejos, la bonita cascada que forma el Barranco de Perramó… Todo en un entorno de cuento y rodeado de una extensa vegetación en la que abunda el pino.

Ibón de Escarpinosa. Reflejos de las Agujas de Perramó
Tendremos que cruzar el Barranco de l’Aigüeta y continuar por su margen izquierda por el señalizado sendero S-3 del Parque Natural Posets-Maladeta que nos llevará en 45 minutos al ibonet de Batisielles (1870 metros), que vimos el día anterior. Un sendero precioso con múltiples cascadas y saltos, relajándonos con el sonido del agua y atravesando pequeños torrentes por medio de pasarelas de madera.

A partir de aquí, desharemos el camino de ida. Descenderemos los 560 metros de desnivel que nos separan del valle de Estós (1310 metros) pasando por la Palanca de Carboneros (1750 metros), la Fuente de Coronas (1550 metros), la Cabaña de Santa Ana (1490 metros) y la Palanca de Aiguacari (1450 metros) para llegar al parking en unas dos horas y cuarto desde el ibonet, dando por concluida la circular.

Finalizando la circular
Este segundo día fueron 10.5 kilómetros con un desnivel positivo de 270 metros y un desnivel negativo de 1200 metros realizado en unas 7 horas, a ritmo lento y sin contar paradas. A lo que añadimos los 6.5 kilómetros y los 900 metros de desnivel positivo del primer día.

Tiempo ya de pensar en todo lo acontecido en estos dos días donde hemos podido disfrutar de una experiencia para enmarcar. Todo salió a la perfección y terminamos celebrándolo en Benasque con una buena merienda. Volveremos por este valle en septiembre...

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lunes, 24 de agosto de 2015

Ibones Batisielles, Perramó y Escarpinosa (Parte I)

Embalse de Estós y Canal de Chuisé
Amenazaba tormenta pero nos pudieron las ganas, así que mantuvimos el plan inicial. La idea de hacer noche en el ibón Gran Batisielles seguía intacta. Queríamos disfrutar de una noche en plena naturaleza y ver llover las Lágrimas de San Lorenzo por encima de nosotros.

Dejamos los coches en el parking de Estós (1310 metros), donde ultimamos los últimos preparativos para comenzar la ruta que durará hasta el día siguiente. Con más carga de lo habitual pero con muchas más horas por delante iba a ser un día plácido, de ritmo tranquilo, disfrutando del más mínimo detalle.

El Perdiguero, entre nubes
El ascenso hasta el Gran Batisielles se puede realizar en unas 3 horas y media sin contar paradas pero, sin prisa y con todo el tiempo del mundo, nos olvidamos del reloj y nos centramos en disfrutar de un valle todavía desconocido para nosotros. Por delante, 6 kilómetros y medio con un desnivel de algo más de 900 metros para esta primera jornada.

Estamos dentro del Parque Nacional Posets-Maladeta y los paneles interpretativos abundan, aportando información siempre interesante. Comenzamos a caminar bordeando la margen izquierda del río Estós por el GR-11, que coincide con el sendero S-3 del Parque y con el PR-HU-31 en estos primeros compases. En menos de 15 minutos nos encontramos la presa del pequeño embalse de Estós (1380 metros) y la cascada que forma la Canal de Chuisé

Zona de pasarelas
Las últimas lluvias aportan viveza y sonido al río y hacen que este tramo sea un verdadero placer. En otros 15 minutos llegamos a la Palanca de Aiguacari (1450 metros), donde cruzamos el puente para continuar por la derecha orográfica del río y llegar a la cabaña de Santa Ana (1490 metros) en 10 minutos, desde donde comenzamos a ver la cara oeste del macizo del Perdiguero (3219 metros).

Un poco más adelante, el PR-HU-31 se desvía a la derecha para cruzar de nuevo el río por la Palanca de la Ribera (1520 metros) y dirigirse hacia el Refugio de La Coma, el Refugio de Estós y el Perdiguero. 

Ibonet de Batisielles. Al fondo, las Tucas d'Ixeia
Nosotros obviamos este desvío y seguimos por el camino principal para llegar, en unos 20 minutos desde la cabaña, a la Fuente de Coronas (1550 metros), de agua no tratada, cumpliendo una primera hora de agradable paseo.

En otros 10 minutos llegaremos a la bifurcación que nos interesa (1580 metros). Dejamos a la derecha el GR-11 hacia el Refugio de Estós y nos desviamos hacia el ibonet de Batisielles y el ibón de Escarpinosa.

Ibonet de Batisielles. Al fondo, el Perdiguero
A partir de aquí, el sendero va ganando altura mediante lazadas por un sombrío, fresco y precioso bosque donde predominan, entre otros, los avellanos y las hayas. 

En poco más de dos kilómetros salvaremos un desnivel de 300 metros, cruzando la Palanca de Carboneros (1750 metros) sobre el Barranco de l’Aigüeta de Batisielles, que desagua de los ibones de Escarpinosa, que veremos al día siguiente junto con los de Perramó.

Ladetas del valle de Estós y Tuca Dalliú
Tras este repecho llegamos, tras dos horas y media de caminata, a una zona de pasarelas de madera que salvan varias zonas encharcadas para encontrarnos de frente el ibonet de Batisielles (1870 metros), donde paramos un buen rato a reponer fuerzas junto a la cabaña de Batisielles.

El entorno de este pequeño ibón es una obra de arte. Rodeado de una bonita pradera y grandes ejemplares de pino, merece la pena rodearlo y contemplar su belleza desde todos sus ángulos. 

Tuca del Chinebro y cascada del Barranco de l'Aigüeta
El Perdiguero, el Perdigueret (2808 metros) y el Pico Estós o Tuca Dalliú (2531 metros) se abren hacia el este. Hacia el sur la Tuca del Chinebro (2732 metros), las Tucas d’Ixeia (2837 metros), el Tucón de Chuise (2797 metros), la Tuca la Trapa (2431 metros) y al suroeste las Agujas de Perramó (2553 y 2545 metros).

El ibonet es lugar donde confluyen muchos senderos. El GR-11.2, a caballo entre el Refugio de Estós y el del Ángel Orús, se une en este punto para comunicar la llamada ‘Ruta de los 3 Refugios’, añadiendo el de Viadós

Gran Batisielles y sus Tucas
Dejaremos a la izquierda el sendero S-3, que nos ha acompañado hasta ahora, que se dirige a los ibones de Escarpinosa y Perramó. Nosotros nos desviaremos hacia el Gran Batisielles en dirección al Ángel Orús. Todo perfectamente indicado y sin posibilidad de pérdida.

Hasta nuestro destino, queda una fuerte pendiente. En un kilómetro y medio, el desnivel es de más de 350 metros por incómodo terreno. El hecho de no tener que realizar la ida y la vuelta en el mismo día nos da un gran margen de tiempo para hacer paradas, fotos y poder disfrutar de todo lo que nos rodea. Tras poco más de una hora llegamos al Gran Batisielles (2220 metros), del que te enamoras a primera vista.

Contemplando la inmensidad
Situado en un paraje de ensueño y rodeado de altas cumbres. Solitario, imponente. Así podemos definirlo. Un gran lugar para plantar las tiendas de campaña y disfrutar de una estrellada noche contemplando las Perseidas.

Nos imaginábamos un lugar precioso pero ha superado con creces nuestras expectativas. Mientras montamos las tiendas de campaña a orillas del agua, alguna nube se empeñaba en dejar caer cuatro gotas, impidiéndonos contemplar las luces del atardecer.

Todo listo para pasar la noche
El paseo de reconocimiento alrededor del ibón es obligatorio para hacerse la idea de las dimensiones del mismo y de la altura que poseen los colosos macizos de los alrededores. Las Agujas de Perramó nos vigilan. La Tuca Mincholet (2865 metros), las Tucas de Batisielles (2845 y 2803 metros) y la Tuca del Tormo (2606 metros) se hacían notar y marcaban su silueta en el agua a medida que se iba apagando el día. Ni un sonido extraño, todo parecía estar bajo control estricto de la naturaleza. Nada podía alterar el silencio.

Tucas d'Ixeia
La temperatura bajaba rápidamente. Había que preparar algo caliente para cenar que siempre sienta bien. Tiempo para descansar y tumbarse bien abrigado en la orilla del ibón para contemplar el cielo, ya totalmente limpio de nubes. 

No es sólo el lugar, la compañía también no pudo ser mejor y la experiencia de pasar la noche a más de 2200 metros fue algo único. Y aún quedaba el día siguiente...

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lunes, 17 de agosto de 2015

Forau d'Aiguallut y Coll de Toro

Cascada d'Aiguallut y Aneto
Como ya sabemos, el valle de Benasque es otro diamante en bruto de nuestro Pirineo. Esconde lugares mágicos que cualquier amante de la montaña recuerda durante mucho tiempo y el que os mostramos hoy no es una excepción.

Siguiendo con ibones, os presentamos el ibón Coll de Toro. La ruta no presenta grandes repechos y es muy cómoda. Está muy bien marcada al estar dentro del Parque Natural Posets-Maladeta. En total, poco más de 13 kilómetros de distancia, unos 400 metros de desnivel positivo y unas 5 horas de camino contando la ida y la vuelta.

El punto de inicio es La Besurta (1860 metros), una explanada habilitada como parking para vehículos excepto los meses de verano, en los cuales se ha de coger el servicio de autobuses que pone en funcionamiento el Ayuntamiento de la villa de Benasque y que este año funciona hasta el 13 de septiembre.

Plan Alto d'Aiguallut
Ya desde aquí podemos observar la impresionante Tuca del Perdiguero (3219 metros) a nuestra espalda, así como los picos de Salvaguardia (2736 metros) y La Mina (2683 metros). Entre ambos se encuentra el famoso Portillón de Benasque (2445 metros), antigua vía de comunicación con Francia muy frecuentada por contrabandistas y comerciantes y que en la Guerra Civil fue lugar de paso de los exiliados republicanos. 

Comenzamos a caminar siguiendo la pista de La Besurta hasta que finaliza y se hace sendero. Pronto nos encontramos con una primera bifurcación hacia los ibones de Villamuerta y, más adelante, con otra que tiene un panel interpretativo. Se trata de la desviación hacia el Refugio de La Renclusa (2160 metros) por el sendero S-14 del Parque Natural.

Valle de l'Escaleta
Nosotros obviamos estas dos señalizaciones y continuamos hacia Aiguallut por el tradicional camino del fondo del valle y, en una media hora, llegaremos al Plan Baixo d’Aiguallut (1990 metros) tras ascender un pequeño collado. Verdes y extensas praderas hacen de este lugar una auténtica alfombra natural, bajo la atenta mirada del Pico Aiguallut o de l’Escaleta (2708 metros).

El paso es muy llevadero y rodeado de un paraje que desborda tranquilidad por todos sus rincones. Estamos muy cerca de uno de las postales del valle de Benasque: el Forau d’Aiguallut (2000 metros) al que llegaremos en unos 10 minutos.

Ibón Coll de Toro y Pico Aiguallut
El Forau es una depresión del terreno resultado del hundimiento de una cavidad subterránea. El agua procedente del deshielo de varios glaciares como los del Aneto, Barrancs y Tempestades forma un pequeño río que se precipita a este agujero kárstico formando una preciosa cascada.

Unos metros más adelante el río desaparece, adentrándose por un sumidero cuyas aguas vuelven a aparecer en el río Garona con destino a Francia. Sin duda, uno de los lugares más curiosos y fotografiados de este Parque Natural, bajo la atenta mirada del Aneto (3404 metros) y su glaciar y el macizo de las Maladetas (3308 metros).

Valle de la Artiga de Lin
Tras una larga parada continuamos el camino para llegar al Plan Alto d’Aiguallut (2020 metros) donde el agua y una nueva pradera son, de nuevo, los protagonistas. Unos 15 minutos más adelante, una nueva bifurcación señala nuestro destino, el ibón del Coll de Toro, dejando el desvío de Barrancs a nuestra derecha.

El camino nos llevará paralelos al barranco de l’Escaleta, primero por su margen derecha orográfica y, posteriormente, por su izquierda tras cruzar un puente de madera (2070 metros). Tramo con moderada pendiente y grandes rocas que se sortean cómodamente. A medida que ascendemos, vamos gozando de una gran panorámica del Plan Alto d’Aiguallut y de los picos Salvaguardia y La Mina.

Forau d'Aiguallut
Tras este divertido tramo rodeamos el Pico Aiguallut para adentramos en el recóndito valle de l’Escaleta en unos 30 minutos, donde el camino nos da una tregua y donde se pueden ver numerosas marmotas que alertaban a sus compañeras de nuestra presencia. 

Valle con unas vistas espectaculares del puente de Mahoma del Aneto, de su glaciar, del macizo de las Maladetas y de los picos Maldito (3350 metros), Tempestades (3289 metros), Coronas (3294 metros), Salenques (2992 metros), Barrancs (2892 metros) y Forcanadas o Malh des Pois (2883 metros), entre otros muchos.

Tras llanear por el valle unos 15 minutos, el sendero virará a la izquierda para remontar la última pendiente hasta llegar al collado de Toro desde donde se abre una panorámica de gran belleza. Otro de los rincones mágicos del valle de Benasque: las azules aguas del ibón Coll de Toro (2230 metros), bien custodiado por la Peña Negra o Pena Nera (2576 metros) y el Mallo de la Artiga.

Plan Baixo d'Aiguallut con Salvaguardia y La Mina
Recomendamos rodear el ibón por la izquierda atravesando una incómoda pedrera y continuar en dirección noreste. Llegaremos al límite entre Aragón y Cataluña y tendremos el valle de la Artiga de Lin, perteneciente al valle de Arán, a nuestros pies.

Una ruta familiar sencilla y agradable con muchos puntos de interés. Para los menos andarines, sólo un paseo hasta el Forau merece la pena y es un buen lugar para pasar el día rodeado de agua y extensas praderas, bajo la mirada de una gran cantidad de imponentes cumbres de más de 3000 metros.

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