lunes, 29 de febrero de 2016

La Comuna. Circular por las bordas de Serveto

Una de las bordas del recorrido
Regresamos a nuestro querido Bal de Chistau, uno de los valles pirenaicos que conserva una mayor tradición ganadera y de explotación de los recursos naturales, algo que le convierte en ejemplo de la adaptación ancestral del hombre a su entorno.

Esta vez, venimos para adentrarnos en el anexo y solitario valle que forman los pueblos de Sin, Señés y Serveto y realizar un recorrido circular por sus bordas.

Las bordas son construcciones populares que han tenido una importancia decisiva para la economía ganadera de nuestro Pirineo.

Borda en Señés
Estas edificaciones de uso agrícola son las que mejor conservan las características arquitectónicas de la zona y confieren al paisaje un aspecto peculiar.

Estos tres pueblos forman desde época remota una particular comunidad de bienes e intereses conocida como La Comuna o Traseto de Baldexistau, que se encarga de administrar un vasto territorio común y de ordenar sus pastos y recursos forestales.

El camino comienza en el pueblo de Serveto (1306 metros), pequeña localidad situada junto al barranco El Mon, el cual une sus aguas al Cinqueta por debajo del paso de la Inclusa

Serveto y Peña de San Martín
El pueblo se ubica al pie de las peñas de Artiés (1642 metros) y San Martín (1792 metros). Éstas separan a Serveto, Sin y Señés del resto de la Bal de Chistau, conformando el valle de La Comuna, coronado al norte por el pico l’Orbar (2420 metros).

Aparcamos los vehículos en la plaza, donde se ubica su iglesia de San Félix, del siglo XVI y remodelada en el XVII, y comenzamos a caminar. Los primeros metros son por carretera, siguiendo el GR-19 en dirección a Sin.

Rodeados de bordas y praderas
En la salida del pueblo, dejaremos a la derecha la continuación de este GR hacia Plan y Chistén por Feneplán, por el que regresaremos más tarde.

Pasaremos por delante del cementerio y de una zona de columpios para, pocos metros más adelante, encontrarnos con una pista a la derecha frente a unos paneles informativos, donde abandonamos el GR.

A pesar de las nubes, desde este punto divisamos los pueblos de Serveto, Sin y Saravillo, así como las peñas de San Martín y Artiés con el paso del Collet de San Martín (1364 metros) entre ambas, Punta Lierga (2267 metros), La Truesa (1946 metros), la Peña del Mediodía (2468 metros), el Plan de Sebillún (1440 metros), La Planota (1643 metros) y el pico Pegueras (2045 metros).

Próximos al barranco El Mon
Esta pista nos adentra en el deshabitado pueblo de Señés (1370 metros – 15 minutos). Despoblado desde la década de los 70, todavía se mantienen en pie numerosas casas con sus tejados de pizarra roja, típicos del valle de Chistau.

Tras un paseo por el mismo, seguimos camino por el señalizado GR-19.1. El sendero está delimitado por muros de roca y asciende cómodamente por las extensas praderas de la cuenca del barranco El Mon.

Mirábamos al cielo constantemente. Las nubes cada vez estaban más bajas y alguna gota comenzaba a caer pero seguíamos disfrutando de un camino de los de antaño, solitario, rodeado de prados de altura y bordas ganaderas, muchas de las cuales todavía se conservan en buen estado.

Siluetas entre las nubes
Como era de esperar la lluvia hizo acto de presencia, de modo que tuvimos que aligerar el paso llegando, en poco menos de una hora y media desde el inicio, al barranco El Mon (1570 metros). 

En este punto, abandonamos el GR-19.1, que cruza este barranco y continúa hacia el collado de la Cruz de Guardia (2110 metros) rumbo a la valle verde de Bielsa

Nosotros, sin cruzarlo, comenzamos a descender por un ancho camino dejando el barranco a nuestra izquierda.

Serveto, inicio y fin de ruta
El barranco cruza nuestro camino un par de veces, la primera a cota de 1480 metros y la segunda unos metros después de enlazar con el mencionado GR-19 procedente de Chistén (1440 metros), que ya no abandonaremos hasta llegar de nuevo a Serveto en una hora y cuarto, donde finalizamos esta pequeña circular.

De bajada al valle, visitamos el pueblo de Sin (1218 metros), el núcleo más grande de La Comuna. Paseando por sus calles nos encontramos antiguas casas señoriales y la iglesia de San Esteban (s. XVI) cuyo interior alberga la momia de Pedro Falceto, más conocido como Tiburcio, que fue un descendiente de una familia pudiente de la zona. 

Sin, a los pies de la Peña Artiés
En su parte alta se encuentra el albergue, con capacidad para 30 personas y, próximo a su casco urbano, encontramos dos edificios etnográficos de reciente restauración: el molino y la serrería. 

Sencilla ruta circular de 6’5 kilómetros con un desnivel acumulado de 360 metros realizada en poco menos de tres horas contando paradas. Ideal para un tranquilo paseo mañanero y apta para todos los públicos.


Sigue nuestra amplia galería fotográfica en Pinterest. Todas las fotos de nuestras rutas se encuentran aquí.

lunes, 22 de febrero de 2016

Canal del Cinca. De Bielsa a Tella

Primer tramo de túneles
Teníamos esta ruta marcada en rojo desde hacía tiempo y por fin la hemos podido realizar. Se trata del Canal del Cinca, un camino construido en la década de los años 20 para facilitar la construcción del canal y su posterior mantenimiento. 

Gracias a este camino se transportaron los materiales de construcción necesarios para conseguir adaptar el trazado del canal a la compleja orografía del terreno, en ocasiones mediante el uso de vagonetas.

A través de este canal se transporta el agua desde el embalse de Pineta hasta la central hidroeléctrica de Lafortunada, lo que en su momento constituyó todo un hito en cuanto al aprovechamiento de la energía hidráulica en el Pirineo.

Vista de Bielsa desde el Canal
Pero este camino no sólo sirvió para realizar tareas relacionadas con el canal, sino que se usó como vía alternativa a la ruta tradicional por el fondo del valle del Cinca entre Bielsa y Tella tal y como lo utilizamos en la actualidad.

El punto de partida es la villa de Bielsa (1015 metros). Entramos por la parte baja del pueblo y dejamos el coche en el aparcamiento. 

Antes de cruzar el puente que nos introduce en su casco urbano, comienza este recorrido de 14 kilómetros que nos llevará hasta el dolmen de Tella.

Paseando por bosque de pinos
Desde el inicio, el sendero serpentea ganando altura de forma moderada por un precioso y frondoso bosque. En estos primeros compases, caminamos por el GR-19.1 que se dirige a Tella por el Portiello.

Tras 25 minutos llegamos a un cruce de caminos (1120 metros), donde dejamos a la derecha el GR hacia el Portiello y cogeremos el PR-HU-137, que procede del embalse de Pineta, para comenzar el Canal del Cinca.

Dejamos de ascender para llanear durante varios kilómetros por la umbría y húmeda ladera de Bielsa. Terreno muy cómodo con buena panorámica de la villa. En el camino abunda el musgo y el pino, aunque también vemos ejemplares de hayas, avellanos y abetos.

Tramo equipado con escaleras
Más adelante dejamos a la izquierda el sendero que desciende de nuevo a Bielsa (1130 metros). Poco a poco, nos vamos introduciendo en el curso del río Cinca caminando en dirección sur, alternando sendero con zonas de cemento en las que caminamos por encima o al lado del canal.

Además de estar perfectamente señalizado, el sendero dispone de algún tramo equipado con escaleras y pasamanos para aumentar la seguridad, sin entrañar estos pasos ninguna complicación.

Poco a poco el valle se va abriendo a nuestros pies. El sendero abandona el bosque y comienza a tallarse en la roca caliza. A las 2 horas de camino, llegamos a la primera zona de túneles excavados en la piedra.

El sendero se pega a la roca
Hay que tener en cuenta que todo este trabajo en la roca se realizó a mano sin apenas maquinaria, dando cuenta del grandísimo esfuerzo que supuso para las personas que lo desempeñaron.

En 15 minutos llegaremos al mirador del Pratet de la Mascarina, donde podemos contemplar el alto valle del Cinca con una amplia panorámica: La Munia Chica (3099 metros) y el pico de Sierra Morena (3093 metros), Punta la Mota (2579 metros), la Sierra Pelata y la Peña Barrosa (2492 metros), sobresaliendo al noroeste las puntas Fulsa (2865 metros) y Suelza (2972 metros), en cuyos pies se encontrarían los ibones de Barleto y los del Cau.

Zona de túneles y pasamanos
Pasaremos junto a las ruinas de varios barracones y edificios auxiliares que servían de cobijo a los trabajadores hasta toparnos con una compuerta del canal (1150 metros).

El camino cambia de orientación pasando a un ambiente más solano donde predominan, entre otros, el quejigo, el boj, el erizón y las carrascas.

Tras una larga parada para comer, continuamos por cemento pasando por el espectacular mirador del Caixigar, con excelentes vistas de la entrada del valle de Chistau, divisando Salinas y Saravillo, la unión del Cinqueta al Cinca y el macizo de Cotiella (2912 metros) al fondo. 

Mirador del Pratet de la Mascarina
Destacan además Punta Lierga (2267 metros), Armeña (2822 metros), Mobisón Gran (2603 metros), Peñas de Las Once (2658 metros), Mediodía (2468 metros), de La Una (2699 metros), del Solano (1916 metros), la Montañesa (2291 metros) y el Castillo Mayor (2014 metros), sobresaliendo por encima de las antenas del monte de Tella.

Seguimos camino para llegar, tras 4 horas, a la unión con el GR-19 que procede de Salinas (1130 metros) y se dirige a Tella (1350 metros).

Saravillo y el valle de Chistau 
Dejamos el desvío a Salinas a nuestra izquierda y continuamos escasos metros por el GR para, poco después, llegar a otra compuerta del canal, junto al barranco de La Sarra, donde dejaremos a la derecha este GR-19 en dirección a Tella y continuaremos por encima del Canal del Cinca por el marcado PR-HU-137.

Tras 20 minutos pasaremos por una nueva zona de túneles, donde el camino se vuelve más aéreo, disfrutando de las amplias vistas sobre el valle del Cinca. 

Rodearemos el Cerro Zercuso (1316 metros) y enlazaremos con una pista que, acortándole un par de lazadas en su tramo final, atravesará los llanos del Plan d’Ugal y nos acercará a la carretera de Tella, divisando la Sierra d’as Zucas al fondo.

Caminando por el solano
Este punto es una encrucijada de caminos. El GR-15 o Senda Prepirenaica, procedente de Escuaín y Arinzué, el GR-19 procedente de Salinas antes mencionado y el PR-HU-137 que nos ha acompañado en gran parte de nuestra ruta.

El colofón final es la visita al dolmen megalítico de Tella (1250 metros), también conocido como Piedra de Vasar o Losa de Lacampa. Divisar el atardecer tras la silueta del Castillo Mayor. El silencio. Su historia. Un lugar perfecto para poner punto y final a nuestro camino.

Caminamos por encima del Canal
Ruta de 14 kilómetros con un desnivel positivo de 250 metros en la que la mayor parte del tiempo caminamos a cota de 1150 metros. La duración, 6 horas y media contando paradas, 5 y cuarto de marcha a ritmo lento.

Imprescindible combinar dos vehículos. Uno lo dejaremos en Bielsa y el otro en el dolmen o en la población de Tella. En este último caso, hay que añadir un kilómetro de distancia y 100 metros más de desnivel a la ruta.

Los grandes caudales hídricos y los acusados desniveles típicos del Pirineo propiciaron la creación del sistema hidroeléctrico del Alto Cinca del que forma parte el canal que acabamos de recorrer.

Dolmen de Tella y Castillo Mayor
Un complejo entramado de canalizaciones, pequeños embalses y sus correspondientes centrales que fue una obra faraónica y que continúa siendo rentable en la actualidad.

El Canal del Cinca cuenta con un gran interés geológico, natural y paisajístico que lo convierten en uno de los recorridos de mayor atractivo y potencial senderista de todo Aragón. 


Sigue nuestra amplia galería fotográfica en Pinterest. Todas las fotos de nuestras rutas se encuentran aquí.

lunes, 15 de febrero de 2016

Pico Cuyalaret desde el Portalet

Campana d'Anéou, Cuyalaret, Anéou y Mauhourat
De nuevo, os proponemos una ruta con raquetas de nieve. En esta ocasión, nos moveremos por la vertiente francesa del Portalet. Nuestro objetivo es el pico Cuyalaret (2286 metros), que ya mencionamos en nuestro anterior artículo

Para ello nos dirigimos a la frontera del Portalet (1790 metros) pasadas las pistas de esquí de Formigal y aparcamos frente al Hôtel du Portalet, bajo la atenta mirada del archiconocido Midi d’Ossau (2884 metros) y de su inseparable Peyreget (2483 metros). 

Ascendiendo al Col d'Anéou
El Cuyalaret es visible desde el propio aparcamiento, así que el itinerario es más que evidente y no tiene pérdida alguna, ideal para realizarlo con raquetas o esquís de travesía.

Caminaremos en dirección suroeste para introducirnos poco a poco en el Circo d’Anéou. Comenzaremos con el barranco del Portalet a nuestra derecha para, minutos después, cruzarlo y remontarlo por su margen izquierda (1810 metros).

A medida que vamos ascendiendo, la panorámica mejora considerablemente. Progresamos sin ninguna dificultad y, sobre todo, disfrutamos del estupendo y soleado día que nos acompaña.

Anayet, Vértice, Arroyeras, Culivillas, Pala de Ip, y Escarra
Conforme nos vamos acercando al Col d'Anéou vamos poniendo nombre a las paredes que nos rodean. Aparece el pico Anéou (2364 metros) junto al Mauhourat (2312 metros) a nuestra derecha y, a la izquierda, la Campana d’Anéou (2214 metros), el Gralleras (2262 metros) y el Mieytadère (2108 metros).

A cota de 2100 se encara el ascenso final al collado d’Aneou (2246 metros). El desnivel aumenta de forma considerable y la nieve dura en algunas zonas enlentecía nuestra subida. Mediante lazadas superamos los 140 metros de desnivel, llegando al collado en 2 horas y media contando las paradas.

Canal Roya. Al fondo Aspe, Bisaurín, Acher...
El objetivo estaba muy cerca, pero la dureza de la nieve de la cresta que nos lleva a la antecima del Cuyalaret nos hizo desistir en el intento de coronarlo.

En el collado paramos a comer y a gozar con un sinfín de picos. A nuestros pies, el largo y curvo valle de la Canal Roya y su Rinconada, siempre vigilada por el inconfundible paredón del pico Anayet (2574 metros). Tras él, el Vértice o Punta O Garmo (2559 metros) y, sobresaliendo al fondo la Pala de Ip (2779 metros) y la picuda silueta de Punta Escarra (2751 metros).

Antecima y cima del Cuyalaret
Al sur, los llanos de los helados ibones de Anayet (2220 metros) en la falda del pico Espelunciecha (2399 metros), intuyendo el pico de Culivillas (2509 metros) y su barranco y el pico Arroyeras (2556 metros), por donde discurre la GR-11 hacia Formigal.

Al suroeste distinguimos el macizo del Aspe (2645 metros) con los LecherinesLlena de la Garganta (2599 metros) y Llena del Bozo (2559 metros), al oeste el Bisaurín (2670 metros) y al noroeste el Castillo de Acher (2384 metros).

Lurien, Palas, Arriel, Balaitous, Gran Facha...
El descenso lo realizamos por el mismo camino variando mínimamente el recorrido hacia nuestra izquierda. Con los picos del valle de Tena de frente dándoles los últimos rayos de luz vamos agotando los últimos pasos del camino.

De esta manera contemplamos el atardecer sobre los picos franceses Lurien (2826 metros) y Arrious (2748 metros) y los tresmiles Balaitous, Frondiellas, Gran Facha, Infiernos, Arnales, Vignemale, Garmo Negro, Argualas y Algas.

Infiernos, Arnales, Vignemale, Garmo Negro...
Otros, de menos altitud como el Palas (2974 metros), Arriel (2824 metros), Musales (2654 metros), Tebarray (2886 metros), Cambalés (2965 metros), Foratata (2341 metros), así como sobre la Sierra de Tendeñera, Otal o Arañonera (2701 metros) hasta Mondarruego (2845 metros), la entrada más occidental del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

Sencilla y corta ruta con raquetas de nieve de 450 metros de desnivel (+50 metros si se hace cima en el Cuyalaret) y poco más de 6 kilómetros con unas preciosas vistas este-oeste. 

Midi d'Ossau y Peyreget
La duración, siempre subjetiva, ha sido de 6 horas y media, de las cuales en movimiento han sido poco más de 5 horas.


Sigue nuestra amplia galería fotográfica en Pinterest. Todas las fotos de nuestras rutas se encuentran aquí.

martes, 9 de febrero de 2016

Ibones de Anayet desde Formigal

Anayet y Vértice desde los ibones
Teníamos ganas de volver a uno de los lugares más mágicos de nuestro querido Pirineo. Con anterioridad, ya os hablamos en este blog de los ibones de Anayet y de la ruta que por el valle de la Canal Roya nos acerca a este espectacular paraje.

Entonces fue por una total oposición al proyecto de unión de las estaciones de esquí de Astún, Candanchú y Formigal por este bello y virgen valle pirenaico. A finales de 2015, afortunadamente, este proyecto se descartó salvando esta zona de la especulación urbanística que amenazaba desde hacía más de una década la conservación de este emblema de nuestras montañas.

Punta de la Garganta
Por suerte podremos seguir disfrutando de las canales Roya e Izas vírgenes, imponentes, salvajes y solitarias, como tanto nos gustan. Y ojalá algún día se cumpla el sueño de verlas declaradas como espacio protegido junto con la Sierra de la Partacua y el macizo de Anayet.

Aprovechando la nevada caída el día anterior, nos acercamos hasta Formigal para hacer una visita con raquetas a los ibones que tan enamorados nos tienen.

Barranco de Culivillas
La estación de esquí de Formigal está dividida en varias zonas: Sextas, Sarrios, Anayet y Portalet, cada una con sus respectivos aparcamientos para vehículos.

Nosotros iniciamos el camino en el parking de la zona de Anayet (1740 metros). En época estival el parking se encuentra cerrado, por lo que hemos de aparcar en el Corral de las Mulas, explanada ubicada a pie de carretera, añadiendo a la ruta 5 kilómetros de distancia y 100 metros más de desnivel positivo.

Ascendiendo hacia los ibones
El camino no tiene dificultades técnicas y en todo momento discurre por el GR-11 paralela al barranco de Culivillas, aunque sus marcas rojas y blancas estén cubiertas bajo la nieve y no nos sirvan de gran ayuda.

Al inicio, nos dirigiremos hacia el suroeste con el barranco a nuestra derecha rodeados de nieve virgen, disfrutando del ambiente y ascendiendo de forma cómoda.

Antes de llegar al primer kilómetro cruzaremos el barranco de Lapazuso momentos antes de su unión con el de Culivillas (1810 metros).

Los Infiernos y el Garmo Negro siempre presentes
En este punto giramos decididamente hacia el oeste para encarar la garganta de Culivillas y alejarnos del dominio esquiable.

Seguimos ascendiendo sin prisa rodeados de la cresta formada por los picos Royo (2429 metros), Culivillas (2509 metros) y Arroyeras (2556 metros) a nuestra izquierda y por la Punta de la Garganta (2145 metros) a la derecha, dejando el Campo de Troya (2218 metros) a nuestras espaldas.

Continuamos con el barranco de Culivillas a nuestra derecha hasta que, a cota de 1910 metros, lo cruzamos para remontarlo por su margen izquierda que ya no abandonaremos en lo que queda de camino.

Ibón pequeño de Anayet con el Midi al fondo
El ascenso es continuo pero muy llevadero hasta llegar a la parte final (2050 metros), donde se incrementa el desnivel y hemos de hacer lazadas para salvar los más de 150 metros positivos que nos separan de los llanos de Anayet (2220 metros), a los que llegamos tras 3 horas de raquetada.

Un lugar cautivador. Uno de los más bonitos del Pirineo. Los ibones se esconden bajo la nieve y el hielo, bien custodiados por la silueta inconfundible del pico Anayet (2574 metros).

Vértice de Anayet
Tras él, la Punta O Garmo, más conocido como el Vértice de Anayet (2559 metros) y, como telón de fondo, la cresta de los picos fronterizos del Anéou (2364 metros), Cuyalaret (2286 metros), Peña Blanca (2365 metros), el pico de la Canal Roya (2345 metros) y el Malacara (2268 metros) con el coloso e imponente Midi d’Ossau (2884 metros).

En 10 minutos llegamos al pequeño de los ibones, ubicado en un rinconcito en la falda del pico Espelunciecha (2399 metros). Su desagüe forma la cascada que se precipita a La Rinconada de Canal Roya, que podemos observar si avanzamos unos metros más al norte.

Atardecer sobre los tresmiles tensinos
Momento de contemplar y disfrutar del silencio. De sentirse insignificante. Es en lugares como éste donde valoras la grandeza de las montañas y en lo privilegiados que somos de poder disfrutarlas.

El descenso lo realizamos por el mismo camino, con nieve algo más blanda y con unas vistas de escándalo del atardecer sobre los picos del valle de Tena: Palas (2974 metros), Foratata (2341 metros), Musales (2654 metros), Cambalés (2965 metros), Tebarray (2886 metros), Pondiellos (2917 metros), Tendeñera (2853 metros), Otal o Arañonera (2701 metros), los tresmiles Balaitous, Frondiellas, Gran Facha, Infiernos, Arnales, Garmo Negro, Argualas, Algas e incluso el Vignemale (3298 metros) y los límites de Ordesa con el Taillón (3144 metros) y los Gabietos.

Atardecer sobre el Balaitous
Sencilla ruta con raquetas de nieve de menos de 7’5 kilómetros ida y vuelta con un desnivel positivo total de 500 metros y una duración de 5 horas y media a ritmo lento sin contar paradas. Una ruta clásica e imprescindible en el cuaderno de cualquier amante de la montaña.


Sigue nuestra amplia galería fotográfica en Pinterest. Todas las fotos de nuestras rutas se encuentran aquí.

jueves, 4 de febrero de 2016

Circular Roda de Isábena - La Puebla de Roda

Catedral de San Vicente
Situado en un promontorio a 900 metros de altitud, en el corazón de la Ribagorza, se encuentra el pueblo de Roda de Isábena

Todo su conjunto nació como fortaleza defensiva romana y llegó a ser sede episcopal y residencia de los Condes de la Ribagorza desde el siglo X hasta el XII.

Pasear por sus calles es retroceder en el tiempo. Un entrañable lugar con vestigios medievales en cada rincón, entre los que destaca la impresionante catedral románica de San Vicente Mártir (s. XI-XII), declarada Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural

Palacio del Prior
Roda presume de ser la población más pequeña de España con sede catedralicia. En el templo se distinguen dos partes: la iglesia (interesante visita guiada por 3€) y el claustro (visita gratuita durante las horas que está abierto el restaurante), con abundantes inscripciones necrológicas. 

En la parte posterior de la catedral destaca la base del castillo de Roda o Torre Gorda (s. XI) y el Palacio del Prior (s. XVI), así como una prensa de aceite, hecho que denota la importancia que tuvieron antaño los olivares y la industria oleica.

Puente de San Jaime
Como es costumbre en nosotros, aprovechamos el viaje para dar un paseo por sus alrededores y unimos esta localidad con la Puebla de Roda en una sencilla ruta, concretamente la circular 14 de los Senderos de la Ribagorza.

La ruta se inicia en el aparcamiento de Roda de Isábena (890 metros). Nuestro compañero en el día de hoy será el GR-18.1, que comienza rodeando su esbelta muralla para descender sin pérdida entre abancalados campos de olivos por el antiguo camino que unía Roda con el Puente de San Jaime.

Meandros del Isábena
A la media hora llegamos a la ermita románica de la Virgen de Estet (755 metros). Nos desviamos para hacerle una visita rápida y continuamos descendiendo hacia la carretera con una amplia panorámica del valle.

En 10 minutos llegamos a la carretera (710 metros), que hemos de cruzar para dirigirnos al precioso puente románico de San Jaime, sobre las aguas del río Isábena (680 metros).

La Puebla de Roda. Al fondo, la Sierra de Sis
Este valle concentra algunos de los puentes más significativos de todo Aragón. Bellas y cuidadas construcciones que nos hablan de la existencia de una importante vía de comunicación, que si bien probablemente existió desde la época romana, fue en el Medievo cuando adquirió una mayor importancia y tránsito al formar parte de la Ruta Jacobea desde Suils hasta Capella.

A los pies de Roda se levanta esta joya arquitectónica, que data del siglo XII. Restaurado por última vez en 2008, el puente destaca por una única arcada y la estrechez de su calzada romana (2’75 metros), restringiendo así el tránsito de personas y caballerías e impidiendo el de carruajes.

Puente de la Luz
En su margen izquierda orográfica comienza la llamada ruta geológica, un recorrido en el que conoceremos algunos de los secretos y curiosidades del río. 

Podemos observar cómo el río describe meandros, consecuencia del espectacular modelado fluvial al que el valle ha sido sometido, pacientemente, durante siglos. 

Por el antiguo y agradable camino de la Vidaller ponemos rumbo a la Puebla de Roda a la que llegamos, sin desnivel, tras 50 minutos desde el puente anterior. 

Sierra de la Esdolomada y Morrón de Güel
A la entrada del pueblo, nos encontramos con el Puente medieval de la Luz (s, XII), de tres arcadas (725 metros). Su continuo uso para el paso de vehículos ha propiciado su restauración en varias ocasiones, sobre todo, su parte más oriental.

En este punto abandonamos el GR-18.1, que continua hasta Castanesa pasando por el Monasterio de Obarra, y cruzamos el puente para entrar en la Puebla de Roda.

Tras unos minutos de callejeo por su casco urbano llegamos a la carretera, por la que caminaremos unos metros. Tras cruzar un pequeño puente que salva el barranco de Garrasquero, frente al Hotel Casa Custodio (725 metros), encontraremos una señal que nos indica el camino de vuelta a Roda de Isábena.

Por las calles de Roda de Isábena
Afrontamos un corto pero exigente tramo de subida hasta alcanzar la pista que nos lleva, a media ladera y sin apenas desnivel, de vuelta a Roda (830 metros - 15 minutos) con espléndidas vistas de las sierras de Sis (1760 metros), Esdolomada (1420 metros) y el Morrón de Güel (1401 metros). Una pena que las nubes nos impidieran observar la mole del Turbón (2492 metros).

Disfrutando del paisaje, pasaremos por delante de una granja porcina (860 metros) para, 15 minutos más tarde, encontrarnos con el crucero o peirón de San Juan Bautista (850 metros), donde la pista enlaza con la carretera de acceso a Roda.

Claustro de la Catedral de Roda
Caminamos por asfalto los últimos metros antes de volver a entrar en su casco urbano. Dejamos a nuestra derecha el GR-18.1 hacia Laguarrés y Graus y finalizaremos este paseo en el aparcamiento donde comenzamos a caminar hace 3 horas y 15 minutos (habiendo estado parados casi una hora).

Sencilla e interesante ruta circular de poco más de 8 kilómetros y 260 metros de desnivel, ideal para dar un tranquilo paseo mañanero. Si se tiene tiempo, es recomendable realizar la visita guiada por el interior de la catedral, con una duración aproximada de unos 30 minutos.

Sarcófago en el interior de la Catedral
Esperamos que os haya gustado y que no tardéis en acercaros hasta esta bella atalaya del valle del Isábena. ¡Os encantará tanto como a nosotros!

¡NUEVO! Track de Wikiloc aquí.

Sigue nuestra amplia galería fotográfica en Pinterest. Todas las fotos de nuestras rutas se encuentran aquí.