lunes, 21 de julio de 2014

Ibones de Anayet por Canal Roya

Panorámica de Canal Roya
Por desgracia, mucho se está hablando últimamente de Canal Roya. El proyecto que el Gobierno de Aragón hizo público en abril ha puesto al valle en boca de todos. 

Dicho proyecto consistirá en la unión de las Estaciones de Esquí de Astún, Candanchú y Formigal destruyendo este entorno paisajístico para el que no encontramos calificativos en un período de diez años, suponiendo un despilfarro mínimo de sesenta millones de euros.

El valle de la Canal Roya es un valle glaciar de pasado volcánico con escasa innivación invernal. Esto supondrá, además, un aumento del coste para el mantenimiento de unas instalaciones construidas en un lugar que no reúne las características para la práctica del esquí y que con el paso de los años irá a más por efecto del cambio climático.

La Rinconada
Si este proyecto sigue adelante, son muchas las preguntas que nos hacemos. ¿Hace falta gastarse todo ese dinero en los tiempos que corren? ¿Merece la pena sacrificar de esta manera la riqueza que atesora este lugar? ¿Es rentable este megaproyecto abocado a su utilización por parte de unos pocos? ¿Es éste proyecto una forma de desarrollo sostenible?

Desde hace mucho tiempo se ha venido reivindicando la protección de la zona y su declaración como Parque Natural por parte de muchos colectivos y asociaciones ecologistas pero no se ha llegado a conseguir (ni se espera que ocurra mientras siga en pie el proyecto). Ésta protección abarcaría a Canal Roya, al macizo de Anayet, al Canal de Izas y a la Sierra de la Partacúa.

Canal Roya a vista de pájaro
Tras esta reflexión, fuimos a conocer los ibones de Anayet subiendo por Canal Roya. Nuestro punto de inicio fue el Hotel Santa Cristina (1250 metros), al norte de Canfranc-Estación, bien señalizado desde la carretera. Cogimos la mochila y comenzamos a caminar siguiendo la carretera en dirección Astún-Candanchú.

Tras unos quince minutos, llegamos a la entrada del Camping de Canfranc por la que debemos pasar. Nos encontraremos de frente una pequeña bajada que nos lleva a un puente sobre el río Aragón. Lo cruzamos y seguimos por la pista hasta que, a pocos metros, nos encontramos con unos carteles indicativos que nos suben por unas escaleras hasta el llano del camping.

Ibón superior de Anayet
Cruzaremos el camping y llegaremos a un refugio de piedra donde hay un desvío señalizado hacia los ibones de Anayet. Lo tomamos y alcanzaremos la pista que nos adentra en la Canal Roya. Pasaremos por la Fuente de los Cerezos y más adelante la abandonaremos para coger el sendero que nos acompañará hasta el fondo del valle.

Cruzaremos el río de la Canal Roya por una pequeña pasarela de cemento y seguiremos las indicaciones hacia Formigal y Anayet. A partir de aquí, el sendero no tiene pérdida hasta llegar a La Rinconada, final del valle y el lugar donde se precipitan las aguas de los ibones formando unas bonitas cascadas que reciben el nombre de ‘El Salto del Agua’ (1920 metros).

Ibón inferior de Anayet
La Rinconada tiene un encanto especial. Es un lugar rodeado de grandes paredones y en sus llanos de manto verde podremos encontrar caballos salvajes pastando. El agua de las cascadas rompe el silencio en su caída formando el río de Canal Roya y unos bonitos meandros, bien visibles conforme vamos ascendiendo la última parte del camino. 

Duro repecho el que nos queda hasta llegar a los ibones. Parece que no hay camino evidente, pero las marcas de GR-11 y los mojones son abundantes y nos ayudan a ascender mediante lazadas que hacen que la pendiente sea menos pronunciada. Si andamos sigilosos podremos ver, con un poco de suerte, alguna que otra marmota y algún sarrio por las alturas.

De vuelta por Canal Roya
Nuestro esfuerzo tiene recompensa tras tres horas y media de subida. Y ésta no es otra que encontrar frente a nosotros una panorámica que difícilmente se olvida. Las nubes nos impidieron ver el Midi d’Ossau (2884 metros), el Pico Anayet (2574 metros) y parte del Vértice de Anayet (2555 metros), pero nos quedamos sorprendidos de la belleza de los ibones. Estamos a 2230 metros de altitud y disfrutando de la tranquilidad que nos envuelve. No dejéis de rodear los ibones y ver sus diferentes panorámicas, a cual mejor.

La vuelta la hicimos por el mismo camino de ida pero, si se continúa el GR-11, podemos descender en unas tres horas hasta Formigal, comunicando el valle del Aragón con el de Tena en aproximadamente siete horas de bonita travesía. 

Cascadas del 'Salto del Agua'
Esta es una ruta que recomendamos hacer en primavera o principios de verano ya que, con el deshielo, el Salto del Agua y los ibones tienen un buen caudal. Entrado el verano es posible que las cascadas estén secas y el nivel de los ibones se haya reducido considerablemente. La belleza del lugar es espectacular en cualquier época, pero si se quiere ver en su máximo esplendor, es con los mayencos la mejor fecha para visitarlo.

Con esta ruta queremos hacer saber que todos los espacios naturales son más importantes que cualquier pista de esquí. Que si amas la naturaleza como la amamos nosotros estarás en contra de este proyecto y que si conoces Canal Roya entenderás de qué estamos hablando. ¡SALVEMOS CANAL ROYA!

El manto verde y sus barrancos
Más fotos sobre esta ruta en nuestra galería de Pinterest.

Existe una iniciativa popular de recogida de firmas en contra del proyecto. Haz click aquí para acceder. Nosotros ya hemos firmado y tú, ¿a qué esperas?






lunes, 14 de julio de 2014

Fiesta del Recuerdo. Escartín '14

Iglesia de Escartín (Foto: J.L Sarrate)
Por José Ángel Satué Bartolomé, descendiente de Escartín.

Como cada primer sábado de julio desde 1998, se celebró este año la Fiesta del Recuerdo en Escartín, un pueblo deshabitado del Sobrarbe, en la provincia de Huesca. 

Más de cien personas, entre nacidos, descendientes y amigos nos reunimos ese día; la mayoría llegados a pie desde Bergua, tras unas dos horas de subida mantenida por el sendero, entre ellos los participantes en la 'I Andada del Sobrepuerto' que han recorrido toda la comarca en una maratoniana marcha de dos dias; otros, tras ir botando  en 4x4 durante unos 18 km por  la pista (de ellos, 8 km en muy mal estado, desde la Cruz de Basarán a Escartín) desde Oliván o por Santa Orosia; otros andando desde Fiscal, volviendo a Escartín (1360 metros) tras subir hasta la Manchoya (2030 metros) a controlar sus vacas... todos participando en esta neo-romería, convocada hasta por las redes sociales, como dijo algún intelectual participante.

Paseando por sus calles
Tras refrescarse con  el  agua de la fuente, que este año escasea pues apenas brota del manantial donde surge a unos 600 metros del pueblo, se hizo una misa, oficiada por Don Ricardo Mur, párroco de Tierra de Biescas, Valle de Tena y Sobrepuerto. Tradicionalmente en ella se recuerda a todas las familias y descendientes de Escartín, encendiendo una vela por cada casa y depositándola en un altar lateral. Emocionaba ver hasta tres generaciones de familiares juntos, desde los nacidos allí hasta sus nietos, algunos situados físicamente sobre la tumba de sus antepasados infanzones, enterrados en la iglesia. 

Una vela, una casa representada (Foto: J.L Sarrate)
Tras la misa es el momento de reponer fuerzas, bajo los frondosos árboles que ahora dominan el pueblo, junto a las zarzas y vacas que campan a sus anchas casi todo el año. En las mesas corridas preparadas para la ocasión se juntan familias y amigos que apenas se ven el resto del año, algunos de ellos emigrados hace generaciones al otro lado de los Pirineos, como la familia Giral (padre e hijo, de casa Camarrón) a Clermont-Ferrand, o incluso al otro lado del Atlántico (como la familia de casa Pedro Escartín, a Argentina), venidos para la ocasión y equipados muchos con camisetas de distintos colores con su escudo familiar, fotos de su casa o motivos relacionados, como si fuesen de distintos equipos de fútbol.

Foto de grupo (Foto: Moisés Muñoz)
Surgen allí, tras las preceptivas preguntas formales sobre la familia y la salud, anécdotas y vivencias, se catan y comparten las viandas, incluido el queso, haciendo honor al apodo del pueblo ('comequesos'; por lo famosos que eran los quesos de Escartín, que se usaban como moneda de pago en toda la comarca) y poco a poco el ambiente se relaja, ayudado por el correr del vino de las tradicionales botas, uno de los pocos productos junto con el aceite y la sal que importaba la comarca desde el vecino Somontano. Más tarde llega la hora del café y la torta, aportados por la Asociación de Antiguos Vecinos de Escartín, ahora integrados en el Ayuntamiento de Broto.

Charrada entre bordas
Tras arrancarse Elena, la jotera de casa Buisán, con unas emotivas jotas, la sobremesa se hace corta, pues algunos ya comienzan a recoger los enseres para desandar el camino hasta Bergua, ya más asequible de bajada, porque como se decía antes, ‘tiene más vueltas que el camino de Escartín’.

Los que quedamos aún allí damos una última vuelta por el pueblo, junto con los mayores que lo vieron vivo y ejercen como guías, nombrando cada casa, cada buerda y cada rincón, y nos van contando sus recuerdos, algunas travesuras ya confesables y otros momentos vividos, y rejuvenecen entre risas. 

Atardecer en Escartín
La dureza que se supone que tenía la vida aquí sin agua corriente, luz, calefacción ni carretera sólo aflora cuando se acuerdan de las enfermedades y lo lejos que estaba el médico del pueblo (a tres horas a lomo de caballería, en Fiscal), pero lo bueno siempre domina los recuerdos. Alguien rememora haber escondido en un pajar la antigua vara de madera del maestro de la escuela, con la que se medían los metros y se castigaban las trastadas, y no haberla vuelto a encontrar al subir años después…

Y poco a poco atardece, y salvo la familia O Royo, que se hace fuerte unos días más acampada en su era solanera, al  abrigo de las vacas, los demás vamos bajando de vuelta a la ciudad, a la civilización que acabó con estos pueblos, pero nos permite (sobre) vivir y volver allí de vez en cuando llevados por la nostalgia y el disfrute de estos bellos parajes, de los que nunca nos cansamos.

Portada de la 'Guía de Sobrepuerto'
Al día siguiente, muchos nos volvemos a encontrar en Bergua, donde O Zoque presenta la nueva 'Guía de Sobrepuerto', el libro definitivo para conocer como fue esta tierra y sus gentes, y para entender por qué creemos firmemente que debe protegerse y preservarse este territorio, para su disfrute y conocimiento por las futuras generaciones.

Y mientras la vida sigue en Tierra Baja, el capiscol de Casa Ferrer mira resignado desde su privilegiada atalaya, pensando que si todas esas gentes vuelven al año que viene, tal vez ya no esté el allí para recibirles como merecen.

Casa Ferrer (Foto: J.L Sarrate)
PD. Escartín se despobló, como muchos otros pueblos de la zona, en la década de los 60, debido a la ausencia total de servicios básicos para los habitantes de la zona (carreteras, luz, agua, servicios..) y la industrialización acelerada del entorno geográfico, que absorbía mano de obra  en mucho mejores condiciones laborales y sociales que las del campo o la montaña, con lo que esta sociedad tradicional, de raíces medievales, autosuficiente pero dura y  frágil, desapareció en pocos años, dejando tras de sí una arquitectura en piedra seca, unos bancales,  una cultura y una lengua, recogida en múltiples publicaciones, y un entorno natural privilegiado que creemos debe ser reconocido y valorado como merece, mediante la figura de Paisaje Protegido.

Agradecer a José Ángel Satué Bartolomé por su reportaje y a José Luis Sarrate Buisán y Moisés Muñoz por la cesión de algunas de las fotos publicadas.

jueves, 10 de julio de 2014

Camino de Turieto

Mondarruego, inconfundible
Si vas al valle de Ordesa es posible que entre tus preferencias no se encuentre la ruta que vamos a describir. Se trata de una alternativa a la famosa Cola de Caballo y que cuenta con muchos puntos de interés en sus siete kilómetros de longitud.

El camino de Turieto es el único sendero que comunicaba la localidad de Torla con la pradera de Ordesa hasta la construcción de la carretera actual. Los ríos Ara y Arazas nos acompañarán a lo largo de nuestro recorrido, veremos su unión en las inmediaciones del Puente de los Navarros y tres cascadas nos amenizarán el paseo. Camino en su mayor parte sombrío y fresco, ideal para la época estival y para realizar con niños.

Puente de la Ereta
El sendero se inicia en el Puente de la Glera y está perfectamente señalizado con marcas rojas y blancas. Los primeros metros caminaremos por el GR-15.2 para después coger el GR-11 procedente de San Nicolás de Bujaruelo con destino al Refugio de Góriz en las proximidades del Puente de los Navarros.

Avanzamos la primera media hora de forma muy cómoda. Tomaremos el desvío al Puente de los Navarros siguiendo las indicaciones. Muy cerca del mismo, nos encontramos con un lugar digno de mención aparte que es el Puente de la Ereta

Esta estrecha pasarela de piedra se encuentra sobre las transparentes y encañonadas aguas del río Arazas en su último tramo antes de morir en el Ara, formando unas fabulosas pozas que invitan al baño a pesar de su fría temperatura. 

Llegamos al Puente de los Navarros y nos acercamos a verlo. En este lugar el GR-11 continúa y cruza la carretera para adentrarse en la Garganta de Bujaruelo, así que esta continuación la dejaremos para otro día. Esta carretera es el acceso para vehículos al valle de Ordesa, aunque desde el día 28 de junio al 14 de septiembre sólo se puede acceder al valle con el servicio de autobús (4.5€ ida y vuelta, 3€ sólo ida o vuelta).

Monumento a Lucien Briet
Retrocedemos sobre nuestros pasos hasta llegar a los carteles anteriores que nos marcan el camino de Turieto y en fuerte pendiente ascendemos durante unos veinte minutos hasta tener una perspectiva aérea espectacular de la entrada al valle de Bujaruelo y de la carretera de acceso a Ordesa.

A partir de aquí, sendero sin desnivel apreciable hasta la pradera por un bonito bosque de hayas, pinos y abetos. Descubriremos las bonitas cascadas de Molinieto, Tamborrotera y Abetos conforme vamos avanzando y las podremos contemplar en cada uno de sus miradores, aunque en primavera la densa vegetación nos impedirá ver con claridad las dos últimas. En época de mayencos bajan con un fuerte caudal y es una gozada escuchar su sonido.

Pasaremos por delante de una cabaña de madera, un salvavidas donde te puedes refugiar en caso de lluvia, bajo la atenta mirada del Tozal de Mallo (2254 metros), que adopta diferentes siluetas según vamos avanzando en nuestro camino hasta la pradera.

Ordesa. Murallas de Gallinero y Fraucata
Muy cerca de la misma nos encontramos con el Monumento a Lucien Briet. Lucien fue un escritor, fotógrafo y explorador francés que descubrió muchos de los lugares de nuestro Pirineo y quien contribuyó con sus obras a la creación del Parque Nacional Valle de Ordesa en 1918.

Justo a su lado, se encuentra un puente por el que podemos acceder al margen derecho del Arazas para llegar a la pradera, pero nosotros decidimos continuar por la izquierda para cruzar el río por otro puente situado un poco más adelante, finalizando así nuestra ruta en unas dos horas y media.

Cascada de Molinieto
El Parque Nacional fue ampliado en 1982, abarcando además al Cañón de Añisclo, a la Garganta de Escuaín y al valle de Pineta adquiriendo su nombre actual, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997.

Anteriormente ya había sido catalogado como Reserva de la Biosfera en 1977 y Zona de Especial Protección para las Aves en 1988, lo que nos indica de la importancia paisajística de este entorno.

Se trata de un sendero poco masificado, lleno de alicientes que quizás no conozcas y que seguro que os sorprenderá. Otra forma de acceder al valle y de apreciar los cursos del Ara y del Arazas desde otro punto de vista diferente. ¡Ven y disfrútalo!

Más fotos de la ruta en nuestra galería fotográfica de Pinterest.