Gorgas y ermita de San Julián desde Lierta

Entrada a las Gorgas de San Julián

Esta semana vamos a conocer uno de los rincones más impresionantes y bonitos de la Hoya de Huesca. Se trata de las Gorgas de San Julián, unas caprichosas formaciones rocosas que el agua ha ido modelando pacientemente a lo largo de los siglos.

La ruta presenta dos partes bien diferenciadas. En la primera caminaremos por una pista agrícola rodeados de campos de cultivo y, en la segunda, seguiremos un marcado sendero que va a ir adentrándose poco a poco en el barranco de San Julián hasta encañonarse en las Gorgas.

Caminando por la pista entre campos

El punto de inicio es Lierta (670 metros), un pequeño pueblo ubicado a los pies de la sierra de Gratal y a unos 15 kilómetros al noroeste de Huesca capital. 

Aparcamos en una pequeña plaza dentro de su casco urbano, junto a la calle Mayor y la iglesia renacentista de Nuestra Señora del Pilar. 

Siguiendo unos metros por esta calle en dirección norte saldremos del pueblo y nos encontraremos con la pista que deberemos de seguir y con un poste de madera que marca el PR-HU-112 en dirección a la ermita de San Julián.

Descendiendo al río Venia

Numerosas estacas guiarán nuestro recorrido, amenizado por las vistas hacia los picos Gratal (1567 metros) y del Águila (1623 metros). Cruzaremos el barranco de la Sierra (675 metros) y continuaremos en dirección noreste rodeados de encinas y extensos campos de almendros y cereal.

Antes de un pequeño descenso hacia el cauce del río Venia, llegaremos a un cruce sin señalizar (780 metros), en el que seguiremos por la derecha. La pista de la izquierda es por donde regresaremos, cerrando la parte circular de la ruta.

Gratal y barranco de Fenés

Tras una hora de agradable paseo, muy cerca de la urbanización Parque Guara de Nueno, llegaremos a un cruce de direcciones (765 metros). Dejaremos la pista que nos ha acompañado hasta ahora que se dirige a Nueno y Arascués y nos desviaremos siguiendo el PR en dirección a la ermita de San Julián por un ancho camino entre carrascas.

Un cartel nos informa de que estamos muy cerca de una explotación particular con colmenas. Unos metros más adelante, el camino se convierte en un sendero que asciende de forma muy cómoda entre boj, aliagas, coscoja y romero.

Barranco de San Julián

En unos minutos llegaremos a un pequeño collado (820 metros), desde donde ya intuiremos las anaranjadas paredes de conglomerado del barranco de San Julián, así como las peñas Mediodía (1452 metros) y Gratal y el barranco de Fenés. 

El sendero va adentrándose en el barranco por su margen izquierda y, tras media hora desde el cruce anterior, nos toparemos con el desvío hacia la ermita de San Julián (850 metros), que visitaremos después.

Belén de Peña Guara

En su último tramo, el sendero se viste de vegetación y se vuelve más pedregoso mientras termina de encajonarse entre las paredes del barranco. 

Salvaremos unos sencillos escalones de roca y, tras poco más de una hora y media de camino, habremos llegado a las Gorgas (910 metros), uno de los parajes más singulares de la sierra de Gratal. 

Se trata de un profundo desfiladero que, junto al barranco de Fenés, es ejemplo de la belleza del modelado fluvial sobre estos conglomerados.

Primera cámara de las Gorgas de San Julián

En las Gorgas se mezclan las formas que el agua ha excavado en la roca y una vegetación que convive en un ambiente continuo de humedad y umbría. Llama la atención la estrechez y la verticalidad de sus enormes paredes, por donde apenas puede penetrar la luz.

Al adentrarnos en ellas veremos una primera cámara formada por una gran grieta en la roca que se va estrechando a medida que gana altura. Aquí se encuentra el Belén Montañero de Peña Guara, donde cada 25 de diciembre se realiza una misa. 

Segunda cámara de las Gorgas de San Julián

Continuando hacia el interior, hallaremos una segunda cámara que finaliza en una estrecha grieta donde se acumula el agua. En este punto podemos ver varias clavijas que son utilizadas para el descenso deportivo de este barranco.

Aquí finaliza la visita a este bonito rincón, teniendo que regresar por el mismo camino hasta el desvío de la ermita. Ahora sí, cogeremos este desvío para cruzar el barranco y afrontar un corto tramo de fuerte pendiente por un estrecho y tupido sendero, que nos dejará en la ermita de San Julián de Andría (890 metros) en escasos minutos.

Entrada a las Gorgas de San Julián

Incrustado en la base de las paredes de conglomerado, este eremitorio se encuentra dentro de una gran oquedad de roca, cerrada por un muro de piedra con una puerta y dos pequeñas ventanas.

Los orígenes de este enclave religioso se remontan al siglo XI, momento en el que se conoce la presencia de población mozárabe, siendo muchos los cristianos que huyeron a las montañas en busca de refugio ante el imparable empuje árabe.

Una fina cortina de agua protege el santuario. En su interior encontramos dos manantiales en los que el incesante goteo del agua ha modelado atractivas formas en la roca. En el altar, la figura de San Julián preside el lugar, flanqueado por las imágenes de San Lorenzo y la Virgen del Pilar. 

Descansamos en su pradera, con la vista puesta en la entrada de las Gorgas y en el vuelo de una gran cantidad de buitres que anidan en estas paredes.

Ermita de San Julián de Andría

Regresaremos a Lierta por un sendero a media ladera que, desde la ermita, contornea la base de los conglomerados. Entre boj, coscoja, madroños y antiguos pastizales llegaremos al barranco de Fenés (835 metros), que cruzaremos para continuar por su margen derecha.

Al este, podemos observar la urbanización Parque Guara, el pico Tiacuto (1372 metros), el pueblo de Santa Eulalia de la Peña, el Salto de Roldán con sus peñas San Miguel (1126 metros) y Amán (1124 metros) y, más al fondo, la sierra de Guara.

Barranco de San Julián desde la ermita

Tras medio kilómetro, enlazaremos con una pista (850 metros) que, más adelante, se unirá a la pista inicial. Siguiendo las balizas del PR, estaremos de vuelta en Lierta en una hora y media desde la ermita de San Julián.

Sencilla, corta y bien indicada, es una de las rutas más conocidas y frecuentadas de la zona e ideal para dar un tranquilo paseo con los más pequeños de la familia.

Ruta parte lineal y parte circular de 12 kilómetros de distancia y un desnivel positivo acumulado de unos 360 metros realizada en 3 horas y cuarto sin contar paradas.

Urbanización de Nueno, Salto de Roldán y Guara

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