jueves, 29 de junio de 2017

Castillo d'Acher desde la Selva de Oza

Lenito, Peña Forca y Rincón de Alano
El Castillo d'Acher (2384 metros) es una de esas montañas que llaman la atención a cualquiera que se acerque al valle de Hecho por su aspecto de fortaleza amurallada y sus atractivas laderas de color rojizo.

Mítica, solitaria, estética y con carácter, es una cumbre que teníamos pendiente desde hace tiempo que destaca por sus contrastes geológicos y el sorprendente sinclinal colgado que encontramos en su interior.

Dejamos el GR hacia el Castillo
Nos adentramos en el Parque Natural de los Valles Occidentales dejando atrás las poblaciones de Hecho y Siresa y, pasada la garganta de la Boca del Infierno, llegaremos a la Selva de Oza.

El recorrido se inicia en el pequeño puente sobre el Aragón-Subordán (1120 metros), junto al Campamento Ramiro el Monje y el abandonado refugio de Oza.

Ya desde el puente podemos observar la silueta inconfundible de nuestro objetivo frente a la proa de Chipeta Alto y la rocosa cresta de Lenito.

El refugio de Acher entre extensos prados
Nada más cruzarlo encontramos un panel informativo de las rutas senderistas que podemos realizar por esta zona del valle y, junto a él, señales que nos indican la dirección hacia el Castillo, el puente Sil y la Selva de Oza.

Los primeros metros los daremos bajo un pinar donde se ubica una zona de tirolinas, siguiendo las estacas de madera del GR-11.1 que, en este tramo, coincide con el GR-65.3.3.

La fortaleza amurallada del Castillo
Caminaremos por una ancha pista hasta encontrar a la izquierda el desvío al Castillo d'Acher (1180 metros), dejando el doble GR en dirección a la Palanca de Espata y al refugio de Lizara.

Nos adentraremos entonces en un espeso bosque mixto de hayas y abetos, por donde ganaremos altura de forma continua y moderada por un bonito sendero cubierto de hojarasca. 

Un par de paneles interpretativos nos hablan del piquituerto y del trepador azul, dos pequeñas aves que podemos avistar o escuchar. 

El Agüerri sobresaliendo por detrás de la Costatiza
En 15 minutos enlazaremos con la pista forestal de Espata que comienza al norte del Campamento Ramiro el Monje. También hubiésemos podido iniciar nuestra ruta caminando por ella pero habríamos dado un mayor rodeo.

No caminaremos por la pista, sino que la atravesaremos siguiendo el sendero marcado hacia el Castillo d'Acher por la margen derecha del barranco de Espata.

Canchal para acceder al interior del Castillo
La agradable sombra que nos proporciona el bosque hace que nos olvidemos del desnivel y centremos toda nuestra atención en disfrutar de cada detalle de este paisaje natural.

Cruzaremos el barranco de Espata en el punto donde se unen los tres pequeños cursos superiores que lo conforman (1440 metros) y, minutos después de la hora de camino, en la linde del bosque, haremos una pequeña parada antes de salir a terreno abierto y soleado (1580 metros).

Chipeta, Petraficha, Acherito, Petrechema, Mesa, Anie...
A partir de aquí la sombra desaparece y ascenderemos por medio de lazadas por la falda sur del Castillo d'Acher, rodeados de extensas campas herbosas donde en verano es frecuente ver animales pastando.

Conforme vamos ganando altura veremos el refugio libre de Acher (1740 metros) al que no llegaremos, pues el sendero lo deja unos metros a la derecha, así como las afiladas murallas de la Costatiza

Sinclinal colgado de Acher
Al oeste el valle se abre y nos deja observar los barrancos de Aguas y Estriviella, el Puntal de Lenito, Peña Forca, el Rincón de Alano y los picos Estriviellas, Tortiellas, Sayéstico y Chipeta Alto.

Continuando la cresta, en la cabecera del valle de Acherito, aparecen los Petraficha, Quimboa, Anzotiello, el Chinebral de Gamueta y el Mallo Acherito, el Petrechema y las Agujas de Ansabere, la cresta de Budoguía y la Mesa de los Tres Reyes.

El valle de Guarrinza a nuestros pies
Por la verticalidad de sus paredes, desde este punto el Castillo parece inexpugnable pero el acceso a su interior, como veremos más adelante, no tiene mayor dificultad que salvar el continuo desnivel.

Siguiendo la definida senda hacia el Puerto d'Acher, caminaremos por terreno rojizo similar al que nos encontramos en otras cumbres como el Anayet y su Vértice

El contraste del verde de las praderas, el rojo de las areniscas, el gris de la caliza y el azul del cielo da mucho juego para tomar fotografías.

Midi, Palas, Balaitous, Frondiellas, Garmo Negro...
Llegados a un cruce no señalizado a la altura de una gran roca (2020 metros), giraremos a la izquierda para acercarnos y encarar la base rocosa del Castillo. 

El firme se hace más pedregoso e incómodo. Hasta aquí el ascenso ha sido muy llevadero pero a partir de ahora nos exigirá un mayor esfuerzo por una ladera cubierta de canchales.

El Bisaurín y la sierra de Secús
Comenzaremos a divisar el punto débil de esta escarpada fortaleza, una estrecha brecha caliza que franquearemos para acceder a su parte alta, necesitando en algunos puntos apoyar ligeramente las manos por lo inestable del firme. 

Superada esta entrada (2260 metros – 2 horas y 45 minutos) aparecerá un impresionante valle kárstico colgado y una cresta ondulada con entrantes y salientes como si de olas se tratasen.

La Mina y los valles de Acherito y Guarrinza
Sólo nos quedará seguir el sendero que, a media ladera, rodea la fisura longitudinal que corta la meseta inclinada del valle hasta llegar a la cima tras 3 horas de camino sin contar paradas.

Además de lo mencionado hasta ahora, desde la cima divisamos el Agüerri, el Bisaurín, el Puntal y la sierra de Secús, el macizo de la Bernera, el Aspe, Collarada y la Peña Oroel.

Paredones verticales que caen hacia Guarrinza
El Mallo Añarón y el barranco de las Foyas se divisan en la entrada del valle de Guarrinza, ubicado a los pies del cordal fronterizo que se extiende desde del pico Lariste hasta el Acué, pasando por los puertos de Palo y de la Cunarda

Ya en la vertiente francesa, en el circo de Lescún, reconocemos el Anie, Le Billare, las crestas d’Escoueste y Peneblanque y el Pic y el Dec de Lhurs.

Por delante del Acué destacan las rojizas peñas de Marcantón y Netera, por cuyas faldas oeste discurre el barranco de Lo Barcal. Incluso se ve el refugio del Achar de Aguas Tuertas al final de Guarrinza.

Valle kárstico y cumbre del Castillo
Mirando al valle de Tena se reconocen entre otros muchos el Balaitous, las Frondiellas, el Palas, la Gran Facha y los picos del circo de Respomuso, los Infiernos, el Garmo Negro, los Argualas, el Anayet y su Vértice. Al fondo, se aprecia el macizo de las Treserols y el Vignemale.

En la vertiente francesa del Portalet destacan el Lurien, el Peyreget y el Midi d’Ossau y en el circo de Astún distinguimos La Raca, el Malacara y el pico de los Monjes.

Olas en la cresta del valle colgado
Tras un buen rato disfrutando de la concurrida cima comenzamos el regreso por el mismo camino de ida que nos devolverá a la Selva de Oza en otras 3 horas.

Ruta lineal de 12’4 kilómetros de distancia con un desnivel positivo de 1270 metros realizada en 6 horas sin contar paradas.

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Castillo d'Acher desde la Selva de Oza
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Track de Wikiloc aquí.

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