Calle única de Polituara |
Un sencillo y entretenido paseo a
caballo entre la Tierra de Biescas y el valle de Tena es el que nos lleva desde
el parking de Santa Elena hasta el despoblado de Polituara.
Podemos decir que este camino se
trata de la continuación a la ruta que ya os describimos que iba desde Biescas hasta la ermita de Santa Elena. Ambas por separado son rutas cortas, ideales
para realizar en una mañana o en una tarde. Si lo preferís, las podéis unir,
teniendo en cuenta que es una ruta lineal que requiere de combinación de
vehículos si no queremos volver por el mismo camino.
Línea P. Batería de San Martín |
Unos 4 kilómetros al norte de
Biescas encontramos el conjunto de Santa Elena, formado por el Fuerte, la
ermita y el dolmen. A pie de carretera tenemos un parking donde dejar el coche
(990 metros).
Comenzamos a caminar por asfalto cruzando
el río Gállego por un puente. A los pocos metros, nos encontraremos una
bifurcación que seguiremos hacia la izquierda enlazando con el
PR-HU-78 procedente de Biescas. A la derecha, el camino se va hacia el dolmen y
el Sendero Adaptado.
Búnker de la Línea P |
Siguiendo las indicaciones hacia el
Fuerte de Santa Elena y Hoz de Jaca, llegaremos a una barrera que impide el
paso a vehículos no autorizados. Aquí se halla un pequeño aparcamiento y el
desvío del PR hacia Hoz de Jaca que debemos seguir (1000 metros). Este PR es un
ramal del Camino de Santiago como así nos indica un panel informativo.
Por este sendero vamos a
encontrar numerosos restos de la organización defensiva de los Pirineos,
conocida como Línea P, una barrera defensiva que se construyó entre 1939 y 1948
formada por unos 6.000 búnkeres. Mediante un trazado estratégicamente dispuesto
se levantaron espacios para evitar que la Alemania nazi o los aliados entrasen
a España por la cordillera pirenaica.
Mortero de la Línea P |
Junto al desvío del PR tenemos la
Batería de San Martín, un muro aspillerado ubicado debajo del Fuerte de Santa
Elena. Tras un breve descenso, nos encontramos con la vía ferrata de Santa
Elena, donde comienza un espacio natural de multiaventura con paneles sobre la
flora que nos vamos a ir encontrando.
Entramos en un agradable, sombrío
y fresco bosque mixto donde podemos observar algunas especies como fresnos,
acebos, pinos, boj, coronas de rey, abedules, sauces, grasillas, orejas de oso
y avellanos.
Barranco Espumoso |
A la media hora de comenzar,
llegamos a un espectacular búnker de mortero que consta de dos zonas, una
exterior y otra cubierta. Construido en 1946, es una de las obras más grandes
que se conservan en el entorno de Biescas. Para disimular la construcción y evitar
que fuese reconocida por el enemigo, se mimetizó con el terreno, por lo que puede
llegar a pasar desapercibida.
Pocos metros más adelante,
cruzaremos por un puente de madera el barranco Espumoso (990 metros), punto
donde finaliza la Tierra de Biescas y comienza el valle de Tena.
Puente tibetano sobre el Gállego |
Junto al camino tenemos un nido
de ametralladora desde donde se tenía acceso y alcance directo hacia la
carretera. También podemos ver los restos de una pequeña central hidroeléctrica que aprovechaba
las aguas del barranco que acabamos de cruzar.
Seguimos el PR para llegar, en un
cuarto de hora, a un puente tibetano (990 metros), donde finaliza este circuito
multiaventura.
Antiguamente este puente era de
piedra y formó parte de las comunicaciones obligatorias entre Biescas y
Polituara. Tras muchos años de uso y con la construcción del primer camino
carretero en el valle de Tena, fue cayendo poco a poco en desuso.
Pozas de Polituara |
Tras caminar por la orilla del
Gállego y ver unas tranquilas y cristalinas pozas, ganaremos algo de altura pasando
por un pequeño bosque de hayas para llegar a la losera de Polituara (1060
metros), una cantera de la que se extraían lajas de pizarra para construir los
tejados de las casas.
En sus alrededores pueden verse dos zonas de
extracción, una escombrera y restos de las
casetas de los loseros donde se cobijaban mientras realizaban este trabajo.
En media hora desde el puente tibetano, enlazaremos con el
asfalto de la carretera de acceso restringido que va a la ya visible presa del embalse de Búbal. Dejaremos a la derecha el PR en dirección a la presa y Hoz de Jaca y giraremos
a la izquierda (sur) para cruzar un puente y llegar al despoblado de Polituara
(1015 metros).
El sendero es muy sombrío y fresco |
Documentado por primera vez en el
año 1295, su origen está ligado a la existencia de una antigua ermita románica
conocida como Nuestra Señora de Polituara, que servía de albergue a peregrinos
y viajeros.
Polituara era el primer pueblo
del valle de Tena en la ruta hacia Francia y el Balneario de Panticosa. Estaba
junto al Camino Real que recorría de norte a sur este valle. Como paso obligado
de personas y mercancías era un lugar propicio para el cambio de caballerías, el
paso del ganado en trashumancia y para el establecimiento de comercios.
Restos de una caseta de loseros |
Para hacernos una idea del
trasiego de gentes que pasaban por aquí, este pequeño pueblo llegó a tener dos
comercios de ultramarinos, panadería, herrería, zapatero, losero y parada de la
ruta de autobuses. Llegó a tener seis casas, destacando sobre el resto Casa
Domec, que era panadería, comercio de ultramarinos, mesón y carnicería.
La primitiva ermita románica fue
construida antes del siglo XIII y sobre ella se edificó la actual en el XVIII.
La expropiación de sus casas y
tierras por la construcción del embalse de Búbal en la década de los años
60-70, apenas a un kilómetro del pueblo, y la modificación del trazado de la
carretera provocó su abandono.
Ermita de Polituara |
Una buena noticia. Una persona vecina del pueblo, lo ha
comprado entero y lo está rehabilitando. Encontramos mucho material
de construcción en su única calle. Ni resto de la maleza que se apoderaba de
sus ruinas. El tejado de la iglesia es de nueva construcción y su perímetro lo
encontramos rodeado de andamios. El tejado de otra de las casas, que debía ser
la panadería, también estaba nuevo.
Tras la visita, seguiremos
por la carretera en dirección sur hasta encontrar un búnker y una barrera. A los pocos metros,
encontramos a la izquierda un desvío marcado con un hito y un panel en mal
estado que desciende de nuevo al puente tibetano. Un panel nos
informa de su obligada normativa.
Calle única de Polituara |
Lo cruzaremos con cuidado y
desandaremos el sendero que nos había traído hasta aquí hasta regresar al
Fuerte de Santa Elena y al parking en 40 minutos desde Polituara.
Sencilla ruta, en su mayoría
circular, con una distancia de 6 kilómetros y un desnivel positivo acumulado de
250 metros realizada en 2 horas y media contando las paradas.
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