domingo, 22 de noviembre de 2015

Viadós - Estós. Ruta de los 3 Refugios (Parte I)

Bordas y Refugio de Viadós
Cada vez que vamos a la montaña buscamos nuevos retos, nuevas sensaciones, nuevas experiencias. Experiencias que dentro de unos años recordemos con un buen sabor de boca. Esta es la conclusión que nos llevamos de la Ruta de los 3 Refugios. Tres jornadas de montaña cargadas de grandes recuerdos con cuatro grandes compañer@s y amig@s.

La Ruta de los 3 Refugios es una travesía circular al macizo del Posets (3369 metros), segunda cima más alta de los Pirineos, uniendo los valles de Chistau, Estós, Batisielles y Eriste pernoctando en los refugios de Viadós (1760 metros), Estós (1890 metros) y Ángel Orús (2150 metros). La travesía discurre en todo momento por el GR-11 y su variante 11.2 y está perfectamente señalizada.

Puntal de Barrau, Viadós
La primera etapa la comenzamos en el Refugio de Viadós. Tras pasar la noche en el mismo, sin apenas poder dormir por el estruendo de una gran tormenta, comenzamos nuestro viaje hacia el Refugio de Estós. 

Las cumbres amanecieron con una leve capa de nieve y la meteorología tampoco prometía buen tiempo, amenazando lluvia durante gran parte del día. Pero nuestras ganas eran mayores y bien equipados contra el agua iniciamos el camino recorriendo las praderas y bordas de Viadós entre espesas nubes bajas.

Barranco de Añes Cruces
Antes de llegar al primer kilómetro tenemos un cruce de caminos (1735 metros, 25 minutos). Cruzando la Palanca de la Ribereta (1720 metros) nos iríamos hacia el Refugio del Ángel Orús por el Collado de Eriste (2860 metros), por lo que tomamos el sendero que asciende por la margen derecha del Cinqueta Añes Cruces hacia el Puerto de Chistau (2577 metros).

El sendero estaba resbaladizo pero no entrañaba ningún peligro. Grandes cumbres nos acompañaban en este tramo. El Espadas o Llardaneta (3328 metros), los Gemelos (3167 metros) y el de la Montañeta o Veteranos (3129 metros) se erigían en las alturas entre las nubes, cada vez más amenazantes.

Curso del barranco de Añes Cruces
Con las lluvias de la pasada noche, el barranco de Añes Cruces bajaba potente y sonoro gracias también al aumento de nivel de sus afluentes menores, los barrancos de La Basa, El Clot, de las MardanerasLa Millá y de La Pala, los cuales vamos dejando a nuestra derecha.

Cuando llevamos unos tres kilómetros y a aproximadamente otro para llegar a la Cabaña de Añes Cruces (2100 metros) comenzó a llover intensamente acompañado de frías rachas de viento que nos hicieron aligerar el paso y refugiarnos en la cabaña, a la que llegamos tras dos horas de camino. 

Cabaña de Añes Cruces
Dentro de la cabaña nos encontramos a Francisco, un montañero alicantino que estaba haciendo el tramo del GR-11 entre Parzán y Vielha que también se dirigía al Refugio de Estós. Si hay algo que a los montañeros nos caracteriza es el compañerismo y las ganas de aprender y compartir experiencias con los demás, siempre enriquecedoras.

Las nubes se movían rápido ayudadas por el viento, alternando claroscuros en el cielo. Tras una hora conversando y viendo que parecía que paraba de llover, decidimos continuar el camino todos juntos.

Unión del trío de barrancos
Tras salir de la cabaña llegamos a un punto en el que se juntan tres barrancos (2050 metros), el de la Señal de Viadós, el de Añes Cruces y el de Chistau

El camino gira entonces decididamente al este para encarar el ascenso final al Puerto de Chistau, dejando atrás el desvío al Puerto de Añes Cruces (2680 metros). Las espesas nubes nos impiden ver al norte el Gran Bachimala o Pico Schrader (3176 metros) y su Punta del Sable, y tímidamente pudimos observar la cresta de la Punta Ixabre al oeste. 

Punta de Ixabre desde el Puerto de Chistau
Cruzaremos los tres barrancos por unos puentes de madera que nos facilitan la tarea por el abundante caudal que llevan, momento en el que cambiamos de compañero. 

Dejamos el barranco de Añes Cruces para ascender por la margen izquierda del barranco de Chistau hacia el ya visible Puerto de Chistau, al que llegamos tras una hora y 45 minutos desde la cabaña salvando un desnivel positivo de 500 metros en poco más de dos kilómetros y medio.

Valle de Estós desde el Puerto de Chistau
Desde el Puerto, ahora sí más despejado, podemos observar la cresta del Gran Bachimala y la Punta Ixabre con su afilada arista. Estamos en el punto más alto de la etapa, divisoria de los valles de Chistau y de Estós, el cual se abría al este bajo un mar de nubes que parecían empeñarse en seguir nuestro camino, con el macizo de las Maladetas (3310 metros) como telón de fondo.

El primer tramo de descenso describe una curva a la derecha para alcanzar la falda del Pico Royo de la Paúl (2835 metros) por una sencilla pedrera en la que había que prestar atención por lo mojado del terreno. 

Cascada de Clarabide
Finalizada esta zona en unos 20 minutos y, aprovechando la ventana de buen tiempo, tocaba reponer fuerzas con el picnic que nos habían preparado en el Refugio de Viadós.

Continuando el camino paralelos al río Estós, dejamos a la derecha la Tuca de la Paúl y la Tuca del Posets para ir descendiendo de forma moderada por el valle de Estós. A cota de 2090 metros, descubrimos la encajonada cascada del barranco de Clarabide. Una grata sorpresa verla precipitarse con tanta fuerza en el bonito rincón que forma.

Amenaza en el valle de Estós
Cada vez nos quedaba menos para finalizar este primer día, y cada vez estaba más oscuro el cielo. Nos acercábamos a la tormenta a medida que restábamos kilómetros a la ruta. Otra vez lluvia y, esta vez, iba en serio. Y de nuevo, aligeramos el paso.

Vimos, rápidamente, en la ladera sur del valle la surgencia de la Fuente de Posets (1905 metros) que manaba con fuerza, llegando al Refugio de Estós con una buena mojadura encima, tras menos de tres horas de descenso contando las paradas. Tiempo ya para relajarse con una ducha caliente, preparar la etapa del día siguiente y disfrutar de una agradable charla en el comedor del refugio.

Tuca de la Paúl y Tuca del Posets
En total, en esta primera etapa recorrimos 11.5 kilómetros con un desnivel positivo de 875 metros. El tiempo total fue de 8 horas y media, de las cuales algo más de 6 horas fueron en movimiento.


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jueves, 12 de noviembre de 2015

Otoño por el bosque del Betato

Tramacastilla de Tena
Con los últimos coletazos del otoño nos escapamos al valle de Tena para realizar un sencillo paseo por el Bosque del Betato, un precioso hayedo ubicado entre las poblaciones de Tramacastilla de Tena (1220 metros) y Piedrafita de Jaca (1240 metros).

A lo largo de su historia, el valle de Tena ha estado muy ligado con las brujas. Sucesos documentados sobre su presencia en el siglo XVII así lo atestiguan. Leyendas que se siguen contando generación tras generación añadiendo un componente imaginario a cada una de ellas. 

Sierra de la Partacúa
Del Bosque del Betato (o bosque prohibido en aragonés) se dice que era el lugar donde las brujas realizaban sus aquelarres y hechizos. 

Partimos del casco antiguo de Tramacastilla, junto a la Plaza Mayor. Continuamos la calle unos metros en dirección sur y nos encontraremos con un original poste de direcciones que nos marca nuestro itinerario. Vamos saliendo del pueblo y, pocos metros más adelante, el pavimento se convierte en pista forestal.

El embalse de Búbal y la cara más occidental de la Sierra de Tendeñera, con Peña Blanca (2555 metros), Peña Roya (2578 metros) y el Mandilar (2212 metros) en primer término, se abren al este. 

Hacia el barranco del Gorgol
Y cómo no, la Sierra de la Partacúa al oeste, con la figura de la Peña Telera (2762 metros) destacando sobre sus vecinas.

Tras 15 minutos llegamos al barranco del Gorgol (1200 metros), un barranco sencillo y divertido, ideal para iniciarse en este deporte. Tras cruzarlo por un puente, una bifurcación nos introduce brevemente en el hayedo del Betato para conectar poco después con la pista del PR-HU-93 (1275 metros) que se dirige a la población de Piedrafita de Jaca.

Hayedo del Betato
Caminamos durante un kilómetro por pista, dejando a la derecha un desvío sin señalizar (1295 metros) que se dirige a la ermita de Santa Cruz

Continuamos por la pista unos 600 metros y, antes de llegar a las primeras casas del núcleo, abandonamos el PR en una desviación marcada hacia el ibón de Piedrafita, junto a un abrevadero (1260 metros), cuando cumplimos la primera hora de camino.

Ascendemos en 10 minutos hasta el Parque Faunístico de la Cuniacha (1375 metros), lugar de visita obligada para quien no haya estado, y continuamos por la pista en dirección al ibón.

Panticosa y el barranco del Caldarés
Tras 15 minutos, llegamos a una bifurcación (1400 metros). Dejamos a la izquierda la pista que nos lleva al ibón y tomamos el sendero que nos adentra en el hayedo del Betato.

El otoño, adelantado con respecto al año pasado, avanza a pasos agigantados y el viento ha desnudado gran parte de las hayas. Las hojas, tristes sobre el sendero, nos anuncian la cercanía del invierno, que pronto las cubrirá con las primeras nieves de la temporada.

El sendero llanea en un primer momento para descender en moderada pendiente por el bosque. Un bosque que te atrapa por su belleza y que parece estar encantado. Caminar por su alfombra de hojas es todo un privilegio.

Hayedo del Betato
Tras 45 minutos, llegaremos de nuevo al puente del Gorgol, finalizando la circular regresando a Tramacastilla en una hora de descenso.

En resumen, la ruta tiene una distancia de 7.5 kilómetros y un desnivel positivo de 220 metros con una duración de unas dos horas y media a ritmo lento. 

En definitiva, un plan sencillo para disfrutar de una mañana otoñal en familia que no presenta ninguna dificultad y sin posibilidad de pérdida.

¡NOVEDAD! TRACK DE WIKILOC aquí.

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