lunes, 24 de marzo de 2014

Defensas de altura

Abizanda. Torre e Iglesia de la Asunción
En tiempos de la Reconquista allá por el siglo XI, cuando los musulmanes dominaban la Península Ibérica y los cristianos luchaban por recuperar su tierra, el rey Sancho Garcés III ‘el Mayor’ ordenó construir unas fortificaciones defensivas en el Sobrarbe, comunicadas visualmente unas con otras, para controlar la frontera frente a los territorios de dominación musulmana e iniciar la ofensiva a la cuenca del Isábena.

La Torre de Abizanda, el castillo de Samitier y el Muro de Roda forman parte de este entramado defensivo y están declarados como Bien de Interés Cultural.

Construida en el año 1023 en el punto más alto de vigilancia del valle del Cinca se encuentra la Torre de Abizanda. Tiene cinco plantas, una altura de unos 25 metros y fue restaurada en los años 90. Se puede acceder al interior pidiendo las llaves en una de las casas de la plaza del pueblo. Junto a ella se halla la iglesia de la Asunción, construida en el siglo XVI.

Castillo de Samitier
Otro de los atractivos de Abizanda es la Casa de los Títeres, punto de reunión de los titiriteros de Binéfar donde se realizan actuaciones y exposiciones de marionetas procedentes de muchos lugares del mundo. 

Desde 2005, la villa es sede del Centro de Estudios y Documentación de Aure y SobrarbeCEDAS’, donde podemos encontrar información etnográfica, histórica y patrimonial de ambas vertientes pirenaicas y cuyo objetivo es mantener las costumbres, creencias y tradiciones que, durante siglos,se han llevado a cabo en estos valles. 

En la década de los 90 se formó el Museo de Religiosidad con el que tenemos una visión de las creencias y de la religión pirenaica desde el pre-cristianismo hasta nuestros días mediante la muestra de unas 200 piezas recogidas de ambos lados del Pirineo.

Al norte de Abizanda se encuentra el castillo de Samitier, una fortificación religiosa y militar construida entre los años 1030 y 1050 situada en el Tozal de Samitier, en lo alto del Entremón del Cinca, un estrecho congosto que separa los embalses de Mediano y El Grado.  El conjunto está formado por el castillo con forma hexagonal y la ermita románica dedicada a los santos Emeterio y Celedonio. En 1996 tuvo lugar su restauración por parte del Gobierno de Aragón.

Panorámica desde el Castillo de Samitier
Desde el pueblo de Samitier sale una pista de tierra que en menos de una hora de fácil ascenso nos lleva al castillo. A mitad de camino se encuentra la ermita gótica de Nuestra Señora de Waldesca, que data del siglo XVI y que merece ser visitada.

La panorámica que se tiene desde lo alto del castillo es espectacular. Al sur, el embalse de El Grado y, en días claros, podemos observar también el santuario de Torreciudad. Al norte, el embalse y la torre de Mediano sobresaliendo de sus aguas, la Peña Montañesa, la villa de Aínsa, las ‘Tres Sorores’ y las ‘Tres Marías’. Pero, sobre todo, destaca el imponente congosto a nuestros pies.

Salida del Congosto del Entremón
Al otro lado del embalse de Mediano en lo alto de la sierra de Gerbe, se encuentra Muro de Roda. Se comenzó a construir en el año 1007 destacando su perímetro amurallado de unos 150 metros de longitud. Su nombre original era Muro Mayor, lo que hace gala de su localización y jerarquía, pero al pasar a depender de Roda de Isábena adquirió su actual nombre.

Hoy deshabitado, tuvo dos barrios, el barrio alto con perímetro amurallado y construcciones más antiguas, y el bajo, en el que se encontraba la escuela, la casa de la villa y la ermita de San Bartolomé.

Muro de Roda
Otras construcciones que destacan en Muro de Roda son la iglesia románica de Santa María de la Asunción del siglo XII y la ermita de Santa Bárbara, ambas dentro de la muralla, y la ermita de San Bartolomé del siglo XI situada fuera de sus límites.

La muralla, la Iglesia de Santa María y las ermitas de San Bartolomé y de Santa Bárbara fueron restauradas entre 1999 y 2010 por el Gobierno de Aragón.

Enclaves llenos de historia como los que acabamos de describir son dignos de visitar. Las panorámicas existentes desde cada uno de ellos no os dejarán indiferentes. Lugares de fácil acceso y de grata recompensa para admirar gran parte de la Comarca del Sobrarbe sin ningún esfuerzo.

Agradecimientos a mis amigos de la página http://www.romanicoaragones.com por la cesión de alguna de las fotos.


Fuentes:


lunes, 17 de marzo de 2014

L'Aínsa medieval

Aínsa desde el Castillo
En la unión de los ríos Ara y Cinca, a 560 metros de altitud, se alza la villa medieval de Aínsa, situada en una encrucijada de caminos entre el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el valle de Benasque y el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara.

Capital de la comarca del Sobrarbe, posee un núcleo urbano declarado Conjunto Histórico Artístico en 1965 digno de visitar. Se pueden observar dos núcleos bien diferenciados, la parte moderna y comercial, y el casco histórico, donde nos encontramos todo su patrimonio histórico.

Castillo de Aínsa
El Castillo se comenzó a construir en el siglo XI como defensa contra la invasión musulmana y se amplió en el XVII. Declarado Bien de Interés Cultural, es utilizado para albergar el Festival Musical del Castillo de Aínsa y diversas ferias. Actualmente, alberga un museo sobre la fauna y la naturaleza del Pirineo en la Torre del Homenaje, su parte más antigua, que se puede visitar por 4 euros. También encontramos en el castillo el Centro de Interpretación del Geoparque del Sobrarbe y la Oficina de Turismo, situados en las torres sureste y noreste respectivamente.

Panorámica desde el Casco antiguo
La Iglesia de Santa María es de estilo románico y se comenzó a construir en el siglo XI terminándose en el XII. Su aspecto actual se debe a la restauración llevada a cabo en el siglo XVII. También declarada Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional, está formada por la iglesia, la cripta, el claustro y la torre, desde donde se tiene una excelente panorámica de los alrededores.

La Plaza Mayor, en la que se encuentra el Ayuntamiento, es muy amplia y se caracteriza por sus porches laterales con múltiples arcos, todos ellos diferentes entre sí.

Plaza Mayor
El pueblo alberga el museo de Artes y Oficios Tradicionales, localizado en Casa Latorre, en el que se recogen instrumentos utilizados en trabajos que hoy, debido a la industrialización, ya se han perdido.

Cada dos años se celebra la fiesta de la Morisma, recreación popular de la conquista de la villa por parte de los cristianos en el año 724, ayudados por la aparición de una cruz de fuego sobre una carrasca que les dio coraje para ganar la batalla a los musulmanes y recuperarla. Este año se celebrará la noche del 30 de agosto.

Cruz Cubierta
A pocos minutos del casco histórico se encuentra la Cruz Cubierta, construida en 1655, y que alberga un altar con una carrasca encima que conmemora la reconquista de Aínsa. Cuenta la leyenda que fue en este punto donde apareció la cruz de fuego. Esta cruz es el símbolo del Sobrarbe y se puede observar en el escudo de Aragón.

Otra de las tradiciones que se realizan de forma anual desde 1983 es el 'Descenso de Navatas' por el río Cinca, antiguo medio de transporte de madera a tierras bajas. Los troncos se unían con palos remojados y retorcidos formando balsas. Los navateros hacían llegar río abajo la madera desde el pueblo de Laspuña hasta Tortosa. Acontecimiento turístico de un oficio ya perdido que se realiza en el mes de mayo con el descenso desde Laspuña hasta Aínsa. Este año se realizará el 18 de mayo.

Iglesia de Mediano
A mediados del siglo pasado, el Sobrarbe sufre la construcción de presas, embalses y otras obras hidráulicas destinadas a la producción de luz y al suministro de agua para zonas bajas. El resultado fue la inundación de pueblos, expropiaciones forzosas y, en consecuencia, la emigración de mucha de su población. Historias tristes como las de los pueblos de Mediano, bajo las aguas del embalse desde 1969, y la expropiación de Jánovas para la realización de un pantano que jamás se llegó a construir, entre otras, así lo reflejan.

Aínsa es visita obligada para volver al pasado, conocer sus alrededores y las tristes historias que la acompañan. Hoy, el comercio y el turismo hacen de Aínsa un lugar muy frecuentado. ¡Os esperamos!

Agradecer al Ayuntamiento de Aínsa la cesión de algunas de las fotos.

sábado, 8 de marzo de 2014

Jaca y alrededores

Recreación 200 Aniversario
Hace un par de semanas nos escapamos a Jaca para ver la recreación que se realizó con motivo del 200 aniversario de la recuperación de la Ciudadela por parte de las tropas españolas.

Situada en la Canal de Berdún, Jaca es la capital de la comarca de la Jacetania y se encuentra a orillas del río Aragón. Tiene un rico patrimonio militar y arquitectónico, que se muestra en numerosos lugares de la ciudad.

La Ciudadela de Jaca, también llamada Castillo de San Pedro, es una fortificación pentagonal construida en el siglo XVI para defender la frontera aragonesa con Francia. Fue declarada Monumento Artístico en 1951 y restaurada en 1968. En su interior se encuentra una pequeña iglesia del siglo XVII con portada de estilo barroco y un amplio patio de armas, en cuyo centro se encuentra una estatua de Felipe II, rey que ordenó su construcción.

Ciudadela de Jaca
En torno a su patio central se encuentran unidos los cinco edificios con los que contaba. Inicialmente estaban todos separados entre sí para evitar la propagación de las llamas en caso de incendio y para que la salida al campo de batalla fuera más rápida.

Sus muros fueron testigo de la Guerra de la Independencia, en la que los franceses tomaron la ciudad y el Castillo en 1809. El ejército español, a las órdenes del general Espoz y Mina, la reconquistó en 1814 liberando la ciudad de las tropas de Napoleón Bonaparte.

La Ciudadela alberga desde 2001 el Museo de Miniaturas Militares, con más de 32.000 figuras de plomo que recrean 24 escenarios históricos y que se puede visitar de forma guiada o libremente.


Catedral de Jaca

La Catedral de Jaca, dedicada a San Pedro, es uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. Su construcción data del siglo XI cuando el rey Sancho Ramírez, allá por el año 1077, le otorgó fueros a Jaca, convirtiéndose la ciudad en capital del reino, sede diocesana y lugar de importancia comercial en la ruta del Camino de Santiago.

El Ayuntamiento o Casa Consistorial fue restaurado a principios del siglo XXI permitiendo recuperar parte de su aspecto original, destacando su bonita fachada por la presencia de una porosa piedra que le confiere una singular belleza.

La Torre del Reloj es otro de los edificios que podemos encontrar en el casco histórico. Levantada en 1445, fue utilizada inicialmente como solución a la destrucción de la Catedral por un gran incendio, para ser posteriormente usada como cárcel en la Guerra Civil. Actualmente, es sede de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos.

Jaca desde Rapitán
Al norte de ciudad se encuentra el Fuerte de Rapitán (1050 metros) que fue construido en 1885 y desde donde se tiene una panorámica de todo Jaca y de la Peña Oroel.  Tuvo gran importancia estratégica en la defensa de la frontera, llegando a contar con once cañones. Hoy en día se utilizar como centro de actividades culturales.

Cerca de Jaca se encuentra el Monasterio de San Juan de la Peña, el más importante en Aragón en la Edad Media y que en 1920 fue declarado Sitio Nacional. Junto con la Peña Oroel, forma el ‘Espacio Protegido de San Juan de la Peña y el Monte Oroel’ desde 2007. También fue declarado ‘Bien de Interés Cultural’ y ‘Zona de Especial Protección para las Aves’.

'Hasta mañana', de Mª Pilar Lacué
La ciudad es la puerta de entrada al valle del Aragón y a las estaciones de esquí de Candanchú y Astún, así como para visitar la Estación Internacional de Canfranc, una maravilla abandonada desde 1970 tras el descarrilamiento de un tren de mercancías francés. Actualmente, existen visitas guiadas al interior de la Estación reservando en la Oficina de Turismo de Canfranc por teléfono o correo electrónico.


Terminamos con la fotografía ganadora del concurso 'Ciudadela de Jaca' realizado recientemente, obra de María Pilar Lacué.

Fuentes: