jueves, 25 de enero de 2018

Punta Lierga (2267 m.) desde el collado de Santa Isabel

Bal de Chistau en el ascenso al macizo de Lierga
Esta semana traemos una ruta que realizamos el pasado verano en la que descubrimos el desconocido y solitario macizo de Lierga y sus modestas puntas Boltorín, Lierga, Palomera y Betrín.

Se trata de un recorrido que combina una parte lineal de aproximación con una pequeña circular por la parte alta de este escarpado e imponente macizo, bien visible desde la carretera que remonta el valle del Cinca.

Macizo de Lierga desde el collado de Santa Isabel
Nos desplazamos hasta Saravillo, primer núcleo que encontramos al adentrarnos en la Bal de Chistau, para coger la conocida pista forestal que asciende a la Basa la Mora, previo pago de 3€ en máquina expendedora.

Tras unos 3’5 kilómetros de pista llegaremos a un cruce señalizado, donde dejaremos la rodada principal para continuar por el ramal de la derecha que nos deja en el collado de Santa Isabel en otros 4 kilómetros.

Refugio de Santa Isabel y macizo de Cotiella
Este collado se ubica entre los macizos de Cotiella y Lierga, al E y W respectivamente, destacando en el primero de ellos las moles calizas del Mobisón Gran, del Gradiello y de la Punta de la Cues.

En él encontramos el refugio libre de Santa Isabel (1530 metros), en buen estado, junto al que dejaremos el coche para iniciar el recorrido. En los primeros metros llanearemos en dirección W por una zona herbosa rodeada de pinos, boj y erizón.

La Peña Montañesa asoma desde el collado
Los hitos nos dirigen hacia el interior de un pinar por el que comenzaremos a ganar altura en dirección NW, bordeando la base de las imponentes paredes calizas de este macizo por la zona conocida como El Cantón.

Al salir del bosque, el cómodo sendero da paso a una inestable pedrera (1675 metros) que hemos de atravesar trazando una diagonal ascendente con la que nos vamos a ir separando de las abruptas paredes bajo las que nos encontramos.

El imponente macizo de Cotiella
A medida que ganemos altura aumentaremos la panorámica sobre la Bal de Chistau y sus elevadas cumbres, entre las que destacan los macizos de Bachimala y Posets.

Tras 45 minutos de camino cruzaremos el seco barranco de la Canal de la Litera (1790 metros) y, entre erizón y boj, saldremos a un terreno abierto de pastos por donde la senda se va difuminando hasta desaparecer.

Castillo Mayor, Tella, Treserols, Robiñera, La Munia...
Siguiendo los hitos continuaremos ascendiendo con fuerte pendiente hasta alcanzar un hombro (1920 metros) desde el que se descubre una gran panorámica hacia el N.

Ganando altura por una ancha línea de cresta llegaremos, en otros 45 minutos, a la meseta herbosa donde asienta la Balsa de Lierga (2120 metros) que se encuentra completamente seca. Este será el punto donde comencemos el recorrido circular.

En nuestra vertical se halla Saravillo
Tomando como referencia los escasos hitos y las difusas sendas de ganado, continuaremos en dirección W por el agradable praderío herboso hasta llegar la falda de nuestros objetivos.

Se trata de una sucesión de pequeñas cimas sin dificultad que se desploman de forma vertiginosa hacia el valle del Cinca y que comenzaremos a coronar por el N, siendo la primera de ellas la Punta Boltorín (2255 metros).

Pegueras, Maristás, Fulsa, Suelza, Culfredas, Bachimala...
Siguiendo el suave cordal hacia el SW descenderemos unos metros para remontar hasta el cercano vértice geodésico de la Punta Lierga o Bocolón (2267 metros), que marca la cota más elevada de este macizo, a la que llegamos tras 2 horas de camino.

Hacia el macizo de Cotiella se reconocen las puntas Calva y de la Cues, el Mobisón Gran, el barranco de Gradiello, Cotiella, las puntas de Armeña y de las Neiss, la cresta de Bacarizal, la Punta Es Litás y la Peña la Una, la cresta de las peñas del reloj, la Punta Alta y Picollosa.

Puntas Lierga y Boltorín
En la Bal de Chistau destacan los núcleos de Saravillo, Plan y Chistén, el embalse de Plandescún y el Cinqueta, las peñas de Sin, Artiés, San Martín y Cuezo, el Tozal de Igüerra y la sierra de Fubillons

Además las puntas Suelza y Fulsa, el Pegueras y Bacibosa, la cresta de Maristás y Punta l’Orbar y el pequeño valle de La Comuna.

Tella y sus ermitas, Revilla y la Garganta de Escuaín
Más lejos oteamos las siluetas de los macizos de Bachimala y Posets, la cresta de las Espadas, los Culfredas, el pico del Turmo, el Barbarisa, los Eristes, el barranco del Sen y El Yerri. Divisaremos también, al fondo, los macizos del Aneto y la Maladeta.

Mirando hacia Francia se distinguen el Garlitz, el Bataillence, el puerto y el pico de Salcorz, Marcatiecho, el puerto de Trigoniero, los picos Negro o d’Arriouère y de la Espada y la cresta del puerto Viejo de Bielsa.

Cortados de vértigo hacia el valle del Cinca
En la sierra d’as Zucas destacan el Puntal de Bachaco, la Peña Altura, el Portillón de Tella, la Pala de Motinier y las Tres Marías

También los tresmiles de Robiñera y La Munia, Peña Blanca, Chinipro, el collado de las Puertas, la muralla de Barroude y la sierra de Liena.

Hacia el valle de Ordesa oteamos los Astazous, las Treserols, la Punta de las Olas, el Casco, el Taillón, Bazillac, el Tobacorsierra Custodia, Mondicieto y el barranco de la Pardina

Sierra Ferrera, Peña Montañesa y barranco de Garona
En el valle del Cinca divisamos el Bramapán, Nabaín, Comiello y la sierra de Bolave, el embalse y el núcleo de Laspuña, Escalona, Puyarruego y Muro de Bellós. También la sierra Ferrera, las peñas Montañesa y del Solano y el barranco de Garona.

Veremos Tella y sus ermitas, el Castillo Mayor, Cuello Viceto, el Tozal de San Vicenda, Puértolas y Cortalaviña, Escuaín y su Garganta, Revilla y los Sestrales.

Balsa de Lierga completamente seca
Sin olvidarnos de la Peña Canciás, las sierras de Guara y Coronas, el Oturia, el cordal de Manchoya y Pelopín, e, incluso, la sierras de Tendeñera y de la Partacua.

Tras una pequeña parada iremos contorneando la cresta descendiendo en dirección SE hasta el espolón sur de este macizo, la Punta Palomera o del Solán (2174 metros), disfrutando del macizo de Cotiella frente a nosotros.

El macizo de Cotiella de regreso a Santa Isabel
Ya de regreso a la Balsa de Lierga, ganaremos unos metros hacia el N pasando por la Punta Betrín (2233 metros) para cerrar esta circular por las alturas de este macizo enlazando con el camino de ida, que seguiremos hasta llegar al collado de Santa Isabel.

Ruta parte lineal y parte circular de 8 kilómetros de distancia con un desnivel positivo acumulado de 870 metros realizada en 4 horas y media sin contar paradas.

Pedrera por la que tendremos que ascender y descender
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jueves, 18 de enero de 2018

Punta Suelza (2972 m.) desde la Cruz de Guardia

Ibones de Barleto y Punta Fulsa
Otra de las rutas que hicimos el pasado verano fue el ascenso a Punta Suelza (2972 metros), una solitaria cumbre olvidada por no llegar a la famosa cota de los 3000 por unos pocos metros. 

A esta cima podemos ascender por la vertiente norte, más abrupta y salvaje, o por su agradecida vertiente sur. 

Por el norte debemos de tomar el GR-11 en la Central de Barrosa y seguir la pista que se adentra en el barranco de Urdiceto, no apta para casi ningún vehículo, hasta llegar a los ibones del mismo nombre, desde donde atacaremos la cima rodeando la Punta del Cau

Valle de Pineta, Montinier, Treserols, Robiñera, La Munia...
En cambio, el ascenso desde el sur no ofrece ninguna dificultad salvo la de superar el continuo desnivel por lomas herbosas de variable pendiente.

El collado de la Cruz de Guardia es un lugar fascinante y donde merece la pena detenerse unos minutos. Nexo histórico de comunicación entre los valles de Bielsa y Chistau, podemos acceder al mismo por el GR-19.1 tanto si comenzamos el recorrido en Bielsa como si lo hacemos en Señés, en La Comuna chistabina.

Macizo de Cotiella desde la Cruz de Guardia
En esta ocasión será nuestro punto de partida, al que llegaremos tras recorrer unos 10 kilómetros de aceptable pista que parte del pequeño núcleo de Señés y progresa entre muros por las praderas de la cuenca del barranco del Mon.

Poco antes de llegar al collado nos encontramos una señal que restringe el paso a vehículos no autorizados, por lo que hemos de aparcar en un ensanche de la pista junto a la cabaña Bargasera (2105 metros).

Cresta de Maristás y Punta l'Orbar
Comenzaremos entonces a caminar siguiendo la pista en dirección NW por la falda de la sierra de Fubillons hacia la cabaña de Pardinas (2105 metros), que alcanzamos pasada una primera media hora de llaneo.

Ya desde el inicio la panorámica es sobrecogedora, divisando al W todo el valle de Pineta y sus altas cumbres coronadas por las Treserols, las sierras de Espierba y LienaRobiñeraLa Munia y la muralla de Barroude, así como el macizo de Cotiella al S.

Cabaña de Pardinas y cordal sur de Punta Suelza
La pista finaliza junto a la cabaña pastoril y nuestro camino gira al W siguiendo los abundantes hitos que nos guían hacia el fondo de la vaguada herbosa, cruzando un seco barranco. 

En unos minutos alcanzaremos un abrevadero que data del año 1935 y, más adelante, una cabaña en buen estado que nos puede servir como refugio (2180 metros).

Abrevadero próximo a la cabaña de Pardinas
La pendiente se acentúa y los hitos nos llevan por un terreno más pedregoso a cruzar una valla de cinta en busca del largo cordal que se desprende de nuestro objetivo, por el que ganaremos altura en dirección N.

Rebasada la cota de los 2400 metros y tras hora y cuarto de camino, veremos como la difuminada senda herbosa se divide en dos ramales. 

Ascendiendo por el lomo S de Punta Suelza
Por el de la izquierda accederíamos al ibón inferior de Barleto, mientras que el de la derecha sigue ascendiendo por el lomo herboso hacia la visible cima de Punta Suelza.

Alternando amplios pastizales de fuerte inclinación con otros de menor pendiente, sobre los 2600 metros de altitud, veremos por primera vez las cubetas que albergan los ibones de Barleto, que contrastan entre los tonos rojizos de las areniscas y el dorado de los prados.

Punta Suelza aún lejana. Un montañero nos lleva ventaja
A unos 2800 metros, el firme herboso da paso a una imponente muralla caliza que protege la cima de Punta Suelza y que se supera más fácilmente de lo que parece mediante un corto flanqueo hacia el W.

El terreno se encuentra más descompuesto y es posible que necesitemos apoyar levemente las manos para superar algún pequeño resalte. Los hitos nos ayudarán a ascender por los lugares más cómodos.

Ibones de Urdiceto, Culfredas, valle de Rioumajou...
Salvado este corto tramo, seguiremos entre bloques de roca y alcanzaremos el vértice geodésico sin mayores problemas tras dos horas y media de camino.

Estamos en un privilegiado mirador poco frecuentado desde donde contemplamos infinidad de cumbres de ambos lados de la frontera.

Macizos de Bachimala, Perdiguero y Posets
En el macizo de Cotiella veremos las crestas de las peñas del reloj y de Armeña, la colladeta del Ibón, la cubeta de la Basa la MoraCotiella, las Agujas de Lavasar, la Punta Es Litás, la Peña la Una, el Monticiello, los Mobisones y Punta Lierga, por detrás de la que asoma la Peña Montañesa.

Hacia el valle de Pineta divisamos su embalse, el Puntal de Bachaco, la Peña Altura, el Portillón de Tella, la Pala de Montinier, la cresta de la MonesmaPuntas Verdes.

Posets, Eristes, Barbarisa, el Yerri...
Siguiendo la sierra d'as Zucas veremos las Tres Marías, el collado de Añisclo, la Punta de las Olas, las Treserols, los picos de Marboré, los Astazous, el Vignemale, el GariénFelqueral, el puerto de la Lera, los Montaspró y el pico de la Capilla

También la sierra de Espierba con el pico Cuezo por encima de Bielsa y el Comodoto en el extremo opuesto, así como Robiñera y La Munia. 

Ibón del Cau, Punta Fulsa y valle de Pineta
También la muralla de Barroude, la sierra de Liena, el valle de Chisagüés, los picos de la Géla, Campbieil, Éstaragne y Long, el Midi de Bigorre y la zona de la Reserve Naturelle de Néouvielle.

Hacia el macizo del Posets distinguimos los picos Veteranos y Gemelos, la cresta de las Espadas, el collado de Eriste, las Forquetas, los Eristes, el barranco de Pixón, el ibón dela Solana, los picos TurmoBarbarisa y el Yerri, intuyéndose las cubetas de los ibones del Sen, Leners y Millars.

En primer término pico la Parda, Fubillons y Verdemené
El Montó, el Bachimala y la cresta del Sabre, los puertos de la Madera, de la Pez y de Plan, la Punta Cabalera, los Culfredas, el Baliner, el Guerreys, el Lustou, el Tuquet de Cauarère, la Tuca de Montarruego, la Peña Millarioux, con los Clarabides y el macizo del Perdiguero al fondo.

Más cerca el pico la Parda, el valle de Verdemené, el collado de Pardinas, la sierra de Fubillons, la Peña Cuezo y el Tozal de Igüerra, la cresta de Maristás y Punta l’Orbar, la sierra Marqués, Bacibosa, Pegueras y los ibones de Barleto.

Fulsa, Robiñera, La Munia y muralla de Barroude
La Punta Fulsa, los ibones, el puerto y el pico de Urdiceto, el pico de la Espada, Mener, el pico Negro o d’Arriouère, la Montagne de Lia, los picos Garlitz, Escalet, Sarroues y Aret, los valles de Rioumajou y Trigoniero, los picos Salcorz, Marcatiecho y Bataillence y la cresta del puerto Viejo de Bielsa.

Sin olvidarnos de la lejana sierra de Guara con su Tozal, la Peña Canciás, el Castillo Mayor, los Sestrales, la sierra de Chía y el macizo del Turbón.

De regreso, una última mirada atrás
Desde la cima no es visible el ibón del Cau, por lo que si queremos verlo tenemos que descender unos metros por la cresta cimera hacia el NW. Merece la pena descubrir su solitario circo bajo la afilada Punta Fulsa.

El regreso se puede realizar por el mismo camino o bien descender sin sendero definido hasta los ibones de Barleto. En el desagüe del ibón inferior encontraremos una difuminada senda herbosa que enlaza con el itinerario seguido para el ascenso.

Cabaña de Pardinas, pico la Parda y sierra de Fubillons
Ruta lineal de 12’5 kilómetros con un desnivel positivo acumulado de 900 metros realizada en 4 horas y media sin contar paradas.

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miércoles, 10 de enero de 2018

De Lúsera a Ibirque. Circular por los barrancos de La Tosca y Orlato

Ibirque. Iglesia de San Martín de Tours
De nuevo en el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, en esta ocasión vamos a realizar una circular por los antiguos caminos que unían los pueblos de Lúsera e Ibirque.

Para ello nos desplazamos hasta el núcleo de Lúsera (1045 metros), situado en la cara norte de la modesta sierra de Gabardiella. Desde Arguis tomaremos la antigua carretera del puerto de Monrepós en dirección a Belsué, Nocito y Bara.

Lúsera. Iglesia de San Miguel Arcángel
Cuando llevemos 14 largos kilómetros por la misma encontraremos el desvío que asciende hasta su caserío por una pista en buen estado, aparcando en una explanada habilitada en su entrada (1025 metros).

Antes de comenzar a caminar paseamos por sus calles, en las que destacan la restaurada iglesia parroquial de San Miguel Arcángel (s. XVII), un par de bonitos pasos abovedados y algunas chamineras que resisten a duras penas el paso del tiempo.

Paso abovedado en Lúsera
Lúsera es un claro ejemplo de la despoblación que sufrieron las zonas de montaña de la provincia de Huesca durante los años 60 y 70 del pasado siglo.

Tuvo un total de 7 grandes casas, cuyos habitantes fueron cerrando de forma progresiva hasta que, en 1968, el núcleo quedase definitivamente deshabitado.

Por suerte, Lúsera está recuperando vestigios de su pasado con la rehabilitación de varias casas y con habitantes que residen casi de forma permanente en el pueblo.

Una de las casonas de Lúsera
La ubicación de sus edificios junto al borde de un altozano que domina el valle del río Flumen recuerda el carácter defensivo que probablemente tendría en su origen este pueblo, que aparece documentado por primera vez en el s. XIII.

Desde esta atalaya se contemplan las sierras de Gabardiella y del Águila, el seco embalse de Santa María de Belsué, las paredes de Cienfuens y el Tozal de Lúsera.

Embalse de Santa María de Belsué y sierra del Águila
En la entrada del pueblo encontramos el Camino Natural de la Hoya de Huesca, que coincide con el GR-1 o Sendero Histórico, que une los núcleos de Arguis y el despoblado de Santa María de Belsué con Nocito y Bierge

Junto a este camino un poste de madera señaliza el sendero local que vamos a seguir hasta el despoblado de Ibirque.

Nos vamos alejando de Lúsera
Este sendero deja a la derecha el GR-1 hacia Nocito y comienza a ascender en dirección NE por un descompuesto terreno de margas y calizas. Por este GR-1 cerraremos la circular para regresar al punto de partida.

Siguiendo los hitos iremos dejando Lúsera a nuestra espalda, avanzando por el interior de un robledal semidesnudo por la reciente llegada del invierno, dominado por un espeso sotobosque de boj y matorral.

Al fondo el collado de Santa Coloma, por donde volveremos
Poco a poco nos iremos aproximando a la margen derecha del barranco de La Tosca o de Alaña para remontar su cauce, en el que podremos ver zonas de flysh y numerosas cascadas de toba que se precipitan en cristalinas pozas.

Una vez recorrido el agreste y estrecho congosto que forma este barranco saldremos del robledal y llegaremos, tras una hora de camino, a un cruce de senderos sin señalizar (1250 metros), en el que dejaremos a la izquierda el camino hacia la pardina de Usieto.

Nos dirigimos hacia el barranco de La Tosca
La senda va girando hacia el E y gana altura de forma cómoda por las planas del valle de Bail, escondiéndose entre pinos y boj. Estas planas, hoy engullidas por la vegetación, eran antaño una rica zona de pastos que alimentaba a numerosas cabezas de ganado.

La nieve cubría el sendero, aportando mayor encanto a un camino ya de por sí bonito. Fuera del pinar cruzaremos varios pequeños torrentes, ocultos bajo el blanco elemento, rodeándonos de erizón y boj. 

Planas del valle de Bail
Otearemos, ya en el horizonte, la maltrecha iglesia de Ibirque y llegaremos a un collado con un gran hito de piedras (1320 metros) desde el que descenderemos brevemente hasta cruzar el barranco de Orlato (1285 metros).

Una vez vadeado, nos rodearemos de antiguos muros de piedra para ganar los metros perdidos hasta llegar a este núcleo (1335 metros) tras 2 horas de camino.

A lo lejos aparece el despoblado de Ibirque 
Situado en la falda sur de la sierra de Belarra, Ibirque tuvo un máximo de 10 casas abiertas en el siglo XIX y se encuentra despoblado desde la década de los 50.

A pesar de su ruinoso estado, todavía se mantienen a duras penas en pie algunas casas y bordas. Destaca la iglesia de San Martín de Tours, de posible origen románico a pesar de las reformas sufridas en los siglos XVII y XVIII, que amenaza seriamente su derrumbe.

Callejeando por lo poco que queda de Ibirque
En la parte norte del núcleo encontramos señalización del GR-16 que nos llevaría hacia Gésera y Yebra de Basa.

Para regresar a Lúsera seguiremos este GR en dirección opuesta, tomándolo junto a la iglesia, donde también veremos un cartel de madera indicando la dirección a Nocito.

Descenderemos entonces en dirección S, prestando atención a las poco visibles marcas rojas y blancas, por un antiguo camino de herradura entre muros, boj y matorral hasta encontrarnos de nuevo con el barranco de Orlato.

Antiguos campos de Ibirque
Con vistas hacia la cara norte del Tozal de Guara y los picos Borón y Fragineto llegaremos a su cauce (1255 metros), que volveremos a cruzar para continuar por su margen derecha siguiendo un bucólico sendero cubierto de nieve.

Disfrutando de sus escalonados saltos de toba y sus pozas esmeralda iremos perdiendo altura entre pinos y boj hasta llegar, en una hora desde Ibirque, a una bifurcación (1125 metros).

Tozal de Guara y Fragineto
En ella nos despediremos del barranco de Orlato y del GR-16 para continuar por el GR-1 y el Camino Natural de la Hoya de Huesca hacia Lúsera, dejando a la izquierda el camino hacia la pardina de Orlato y Nocito.

Comenzaremos a ascender en dirección W por un sendero entre boj, erizón y matorral hasta el collado de Barbero (1240 metros) que alcanzamos en 15 minutos. 

Cruzamos el barranco de Orlato
Acto seguido perderemos altura por un robledal, contorneando a media ladera la cabecera de un pequeño barranco, para acabar ascendiendo hasta el collado de Santa Coloma (1240 metros), ubicado a los pies de la Punta del Palomar.

A partir de aquí iremos descendiendo entre robles por medio de cortas lazadas divisando la sierra del Águila, Santa María de Belsué y Lúsera.

Tramo equipado en el barranco de Santa Coloma
Cruzaremos el barranco de Santa Coloma (1070 metros) antes de llegar a un tramo equipado con sirgas que nos protegen de una posible caída al fondo del mismo.

Rodeados de boj y matorral nos iremos acercando a Lúsera. Tras pasar por un pequeño pinar vadearemos el barranco de La Tosca (965 metros) y remontaremos hasta su caserío, donde daremos por terminado el recorrido.

Superluna por encima del collado de Santa Coloma
Ruta circular de 12 kilómetros de distancia con un desnivel positivo acumulado de 630 metros realizada en 4 horas y media sin contar paradas.

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jueves, 4 de enero de 2018

Comodoto (2355 m.), Petramula (2246 m.) y La Estiva (2124 m.) desde Espierba

Macizo de Monte Perdido desde Comodoto
Para comenzar el año detallamos un recorrido circular por el extremo occidental de la sierra de Espierba en el que ascenderemos a los picos Comodoto, Petramula y La Estiva.

Para ello nos desplazamos al disperso y pintoresco pueblo de Espierba, situado a 9 kilómetros de Bielsa en dirección al fondo del valle de Pineta

Mallo Gran, Embassador y cresta de la Monesma
En su barrio alto el asfalto da paso a una pista forestal, por la que circularemos unos metros hasta que una barrera impide el paso a vehículos no autorizados.

Junto a un mirador con una mesa interpretativa aparcamos los coches (1455 metros) y comenzamos a caminar siguiendo la pista, disfrutando de las vistas hacia la cara norte del macizo de Monte Perdido, la sierra d’as Zucas y las Tres Marías.

Ascendiendo hacia el collado de Espierba
El valle de Pineta es un valle glaciar de referencia con desniveles superiores a los 1500 metros entre el fondo del valle y sus cumbres más elevadas. Desde nuestra posición se aprecian diferencias entre las dos laderas que forman el valle.

La ladera norte es abrupta y salvaje, con fuertes pendientes e imponentes paredones. Su situación de umbría favorece la existencia de estratos horizontales, más resistentes a los fenómenos erosivos.

Sierra de Liena, La Mota y valle de Chisagüés
En ella se identifican los efectos de los aludes, con las cuencas de salida en forma de embudo en su parte superior y las canales o zonas de recorrido desprovistas de vegetación.

En cambio, en esta ladera sur donde nos encontramos, por su orientación solana, es más vulnerable a la erosión creando relieves suaves y disgregables, caracterizándose por grandes zonas de pastos ubicados en un altiplano que se asoma al valle, cuyos lindes se encuentran limitados fundamentalmente por boj, serbales y cerezos.

Punta Taller, Cuezo, Maristás y macizo de Cotiella
En pocos minutos llegamos a una bifurcación (1500 metros) donde dejaremos a la izquierda la pista principal que se dirige al refugio de La Estiva, por la que cerraremos la circular de regreso a Espierba.

Ahora seguiremos la pista de la derecha, que va ganando altura en dirección N con suaves lazadas por el interior de un pinar, si bien es cierto que encontramos pequeños senderos que las acortan.

Rodearemos el modesto Tozal Blanco
En poco menos de una hora llegaremos al collado de Espierba (1810 metros), desde donde ya divisamos el valle del río Real, con la montaña de Ruego y el pico de La Mota por encima del pequeño núcleo de Chisagüés.

Si continuásemos la pista rodearíamos por el S la Punta Taller hasta llegar al collado de Sarratillons, desde donde podríamos seguir el cordal hasta el extremo oriental de la sierra de Espierba, el conocido pico Cuezo.

Llanos del Dué y Comodoto
Así que en el collado nos iremos hacia la izquierda siguiendo un visible sendero herboso que gana altura en dirección NW entre masas de pino y enebro.

La belleza del paisaje que nos envuelve hace cómodo el ascenso y, casi sin darnos cuenta, rodearemos la modesta cima del Tozal Blanco, divisando ya en la distancia la pirámide de Comodoto. 

Sierra d'as Zucas y escarpes calizos
Saldremos entonces a los Llanos del Dué (1960 metros), donde dejaremos a la derecha una difusa senda que desciende hasta la Fuente de Petramula, en la cabecera del valle de Chisagüés.

Caminaremos por una amplia y abierta zona de pastos de alomado relieve hasta comenzar a ascender con mayor pendiente rodeando una loma herbosa.
La sierra de Espierba separa los valles de Chisagüés y Pineta 

Poco a poco iremos cambiando la comodidad del firme herboso por un terreno pizarroso y resbaladizo que se mantendrá hasta alcanzar la cima de Comodoto.

Veremos la Punta Estiveta y una pequeña depresión herbosa protegida por escarpes calizos mientras ganamos altura por la falda de Comodoto.

Punta de las Olas y Treserols
Tras un corto y fuerte ascenso por la pedregosa senda ganaremos la ancha cresta que nos deposita en su cumbre (2355 metros) en unas tranquilas dos horas y media de camino.

El Comodoto es el punto más elevado de la sierra de Espierba, la cual marca la divisoria entre los valles de Pineta y Chisagüés. Se trata de un privilegiado mirador natural que regala una de las mejores vistas panorámicas de la zona.

Garien, Felqueral, Astazous, Montaspró, Capilla...
Divisamos el Cilindro, Monte Perdido y su glaciar, el Soum de Ramond, la Punta de las Olas, el collado de Añisclo, La Suca, las Tres Marías, los Baudrimont, el Balcón de Pineta, la Plana y los picos de Marboré, las cascadas del Cinca y los Astazous.

Los picos Garien y Felqueral cierran el valle de Pineta y el puerto de la Lera, los Montaspró, el pico de la Capilla y la Punta del Puerto Viejo custodian los Llanos de Lalarri.

La Suca y las Tres Marías
También el Chinipro, la Punta y el collado de las Puertas, Robiñera, La Munia, la Espluca Ruego, la sierra de Liena y el pico de La Mota.

Hacia la Bal de Chistau distinguimos las puntas Suelza y Fulsa, el collado de Cruz de Guardia, la cresta de Maristás y Punta l’Orbar, la sierra de Fubillons y los picos Pegueras y Bacibosa.
Chinipro, Punta de las Puertas, Robiñera, La Munia...

Además los picos Mener y de la Espada, el valle y el pico de Urdiceto, la cresta del Millarioux y el Tuquet de Cauerère, los macizos de BachimalaPosets y, más al fondo, el Aneto.

En el macizo de Cotiella oteamos las crestas de las peñas del reloj y de Armeña, la colladeta del Ibón, la Peña la Una y el imponente Cotiella.

Espluca Ruego y pista de las minas de Liena
Tras una hora en la cima, retomamos la marcha descendiendo por su cara W siguiendo trazas de senda hasta llegar al collado de las Coronetas (2155 metros), donde enlazaremos con el GR-11 que comunica los valles de Chisagüés y Pineta a través de los Llanos de Lalarri.

Podemos seguir este GR por el alargado valle kárstico de la Plana Fonda o separarnos del mismo para ascender a la cercana y visible cumbre de Petramula (2246 metros), también denominada Tozal de las Coronetas

Comodoto desde el pico Petramula
Elegimos esta segunda opción y, atravesando el GR, seguiremos un sendero que remonta su sencilla ladera S hasta prácticamente alcanzar la herbosa cima en poco más de media hora desde Comodoto.

Una pequeña parada y comenzaremos a perder altura en dirección W por alomados pastos herbosos hasta volver a enlazar, en el collado de Plana Fonda (2105 metros), con el GR-11 y con la pista que asciende al visible refugio de La Estiva.

Plana Fonda y sierra d'as Zucas
En el momento en el que lleguemos al collado, podemos desviarnos unos metros hacia el S para ascender al modesto pico calizo de La Estiva (2124 metros) desde donde podemos ver el puerto Viejo de la Canal y el pico del Tormacal.

Volveremos a la pista para, escasos metros después, tomar un sendero que acorta una amplia lazada de la misma rodeando el pico de La Estiva.

Petramula, Comodoto y Estiveta desde el pico de La Estiva
De nuevo en el firme rodado, pasaremos junto a un abrevadero y perderemos altura de forma progresiva a media ladera por la cara sur de la sierra de Espierba hasta llegar al coche en 2 horas desde el collado de Plana Fonda.

Ruta circular de 17’5 kilómetros con un desnivel positivo acumulado de 1050 metros realizada en 5 horas y media sin contar paradas.

Río Cinca por el valle de Pineta
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