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jueves, 6 de agosto de 2020

Ibones de Barbarisa desde el puerto de Sahún

Macizo de Cotiella desde el puerto de Sahún
Vamos reduciendo poco a poco el listado de ibones accesibles desde la vertiente chistabina del Parque Natural Posets-Maladeta.

En esta ocasión nuestros pasos regresan al puerto de Sahún para conocer el valle y los ibones de Barbarisa, situados en un solitario circo glaciar a los pies del macizo de los Eristes.

La Estiveta, El Yerri, Eristes, Bocs y Lleras de Cecilia
Este puerto se encuentra en la divisoria de las comarcas del Sobrarbe y la Ribagorza, comunicadas por una pista de 25 kilómetros que une los núcleos de Plan y Chía.

Su asfaltado es un viejo anhelo de estos territorios y, más si cabe, de los vecinos de los valles de Chistau y Benás que, de esta manera, verían mejorada su comunicación y se abrirían nuevas posibilidades de negocio entre ambos.

Panorámica hacia a Bal de Chistau y el Sobrarbe
Por esta pista caminamos cuando vinimos al puerto con raquetas desde Plan. Esta vez la recorremos en coche hasta llegar al pequeño parking junto a unos paneles y una mesa de madera, desde donde las vistas son amplias y abrumadoras.

Hacia el macizo de Cotiella veremos la cara norte de las peñas del reloj, Picollosa, Cotiella, el macizo de Lierga y el mirador de la Truesa.

Luces matutinas hacia el Aneto y las Maladetas
Hacia la Bal de Chistau las peñas Artiés, San Martín, Sin, Cuezo y Parda, los picos Pegueras, Bacibosa, Maristás y l’Orbar, el collado de Cruz de Guardia, Punta Suelza, la sierra de Fubillons y el Tozal d’Igüerra, las bordas de La Poma y el núcleo de Chistén.

Siluetas sobrarbenses como las del Castillo Mayor, los Sestrales, sierra Custodia, la Pala de Montinier y el Puntal de Bachaco, las Tres Marías y la sierra d’as Zucas, las Treserols, Chinipro, La Munia y Robiñera.

Entrada al valle de Barbarisa
Hacia la Bal de Benás oteamos el núcleo y el pico de Cerler, las sierras Negra y del Portiello, la Punta Cogulla, el Gallinero, los picos Castanesa y Vallibierna y la cara sur del Aneto y las Maladetas con los Coronas, Tempestades, Margalida, Rusell y compañía.

Y el valle de Barbarisa protegido por la cresta de la Estibeta, El Yerri, los Eristes, los picos de Bagüeña, el Tusal de Bocs y el de las Lleras de Cecilia.

Cascada del barranco Surri o Aigüeta de Llisat
Comenzamos la marcha tomando la pista, cerrada al tráfico, que sale del mismo puerto (2005 metros) y desciende hasta la cabaña d’Es Prats. Esta es una zona ganadera por excelencia donde se localizan varias cabañas pastoriles.

Atajamos por zonas de pasto las lazadas que hace la pista y, en una media hora de agradable caminar, estaremos junto a la cascada del barranco Surri o Aigüeta de Llisat (1825 metros), cuyas aguas proceden de los ibones de Barbarisa y llegan hasta el río Ésera.

A los pies de la cascada, cruzamos el barranco Surri
Una pasarela de madera cruza su cauce y acorta unos metros la pista hasta la cabaña, junto a la que veremos un panel informativo sobre nuestra ruta y un poste direccional.

Vamos a seguir el sendero S-6 del Parque Natural Posets-Maladeta y el PR-HU-51, que asciende a esta cabaña desde Sahún. Estos senderos también se comparten si nuestra opción es ascender al Tusal del Bocs o a los Eristes.

Ibón Chicot de Barbarisa
El valle de Barbarisa nace en los picos de Bagüeña, como la vecina Aigüeta de la Bal, y separa la sierra de Chía del macizo del Posets.

Entramos por tanto en este valle herboso e iremos remontando el curso del barranco por su margen izquierda orográfica. La senda asciende con decisión y gira a la derecha para superar el escalón rocoso que salva la cascada (1870 metros). 

Macizo de los Eristes desde el ibón Chicot
En su parte superior dominan los pastos alpinos, por los que iremos ganando altura alternando zonas con mayor pendiente con otras de relieve más suave y cómodo.

A nuestra derecha quedan el Tusal de Bocs y el de las Lleras de Cecilia mientras que al otro lado del barranco se alza la cresta de la Estibeta, El Yerri, La Montañeta y el pico Barbarisa.

Superada la hora de camino veremos al barranco formar una cascada. Es a los pies de la misma donde hemos de cruzarlo para continuar ascendiendo por su margen derecha (2100 metros).

Ibón Gran de Barbarisa
Poco a poco iremos ganando terreno al valle avistando los paredones que lo encierran. Son los Eristes y los picos de Bagüeña los que imponen su poderío con sus paredes graníticas.

Tras ganar altura sobre el barranco, la senda se vuelve a acercar al mismo para superar una estrechez de su cauce y llegar al ibón Chicot (2265 metros), situado en una amplia llanura herbosa bajo el Cabo de Montarruego.

La estrecha cubeta del Gran Barbarisa
Siguiendo el camino con un leve ascenso por terreno rocoso, en unos minutos llegaremos a un pequeño collado tras el que se esconde la alargada y estrecha cubeta del ibón Gran de Barbarisa (2310 metros), donde finaliza el PR-HU-51.

Este ibón se caracteriza porque su salida de aguas se realiza mediante filtración a través de un sistema kárstico.

Por encima de la cola del ibón veremos una pedrera que da acceso al collado d’el Cabo la Bal o de la Ribereta, que comunica este valle con el de la Aigüeta de la Bal y la localidad de Eriste. Además desde este collado ascenderíamos al Tusal del Bocs, siendo también una posibilidad de acceso a los Eristes.

Basas de Barbarisa, ibón Gran y collado d'el Cabo la Bal
Ya sin la referencia de las marcas del PR, seguiremos los hitos bordeando el ibón por la izquierda hasta llegar, en 2 horas de marcha, a las pequeñas basas de Barbarisa (2350 metros).

Enclave de alta montaña, salvaje y escarpado desde donde también podríamos acceder a los Eristes por el ibón Chelau o al collado de Barbarisa para comunicar con el vecino ibón del Sen.


Cascada del barranco Surri en el descenso
El regreso lo realizamos por el mismo camino hasta la cascada donde hemos cruzado el barranco (2100 metros). Ahora no lo vamos a cruzar, sino que iremos por su margen derecha contorneando a media ladera El Yerri y la cresta de la Estibeta siguiendo difusas trazas de senda.

De esta manera nos evitamos el tramo de pista que asciende al puerto de Sahún desde la cabaña d’Es Prats. Veremos dispersos hitos y alternaremos zonas herbosas, matorral y rocas con algunos sube y bajas, sin apenas perder altura.

Sierra de Chía y valle de Benasque
Con vistas a la sierra de Chía y al Turbón, la desdibujada senda se convierte en un buen camino que nos dirige a las proximidades de la cabaña del Puerto y al collado de Sahún, donde finalizamos la ruta.

Este recorrido no se recomienda realizar en época invernal por riesgo de aludes.

Valle de Barbarisa con los Eristes entre nubes
Ruta parte lineal y parte circular de 11’5 kilómetros de distancia con un desnivel positivo de unos 600 metros realizada en 4 horas y cuarto sin contar paradas.

Track de Wikiloc aquí.

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jueves, 26 de diciembre de 2019

Collado de Sahún desde Plan. Circular por San Mamés

Collado de Sahún
Otro recorrido que teníamos pendiente por la Bal de Chistau era llegar al collado o puerto de Sahún, antigua comunicación con la vecina Bal de Benás y divisoria de las comarcas del Sobrarbe y la Ribagorza.

Se trata de un itinerario circular con inicio y final en el pueblo de Plan, en el que ascenderemos casi íntegramente por pista para regresar pasando por la ermita de San Mamés.

Plan, San Juan y Chistén desde el mirador de la Riba
A la entrada de la localidad, junto a la oficina de turismo (1095 metros) aparcamos el coche y comenzaremos a caminar por asfalto siguiendo las indicaciones hacia el ibón de Plan, San Juan de Plan y la escultura Per Kirkeby.

En ligero descenso cruzaremos el río Cinqueta por un puente, obviando la estrecha carretera que recorre su margen derecha hasta el cercano núcleo de San Juan.

Montó, Peña Blanca y Culfredas
Nada más cruzarlo encontraremos un poste direccional en el que dejaremos a la izquierda el PR-HU-87 hacia San Juan y la ermita de San Mamés, camino por el que regresaremos para cerrar la circular.

Metros después llegaremos a las piscinas y a una bifurcación, siguiendo nosotros el PR-HU-87 hacia el collado de la Cruz y el mirador de la Riba. A la derecha se queda el camino de Lisé y el que asciende al ibón de Plan.

San Mamés, sierra de Fubillons y Suelza
En este punto se inicia una larga pista que irá ganando altura a base de lazadas. El PR acorta por senda el firme rodado hasta salir al mirador de la Riba (1250 metros), pudiendo llegar también al mismo continuando por la pista.

Sea cual sea nuestra decisión, en una media hora de camino llegaremos al mirador. Un panel panorámico y un banco de madera invitan a detenerse y contemplar el valle.

De izq a dcha: Peña Lisa, el Yerri y la Estibeta
Veremos los núcleos de Plan, San Juan y Chistén, el mirador de la Cruz de Puyadase y cumbres como el Turno, el Montó, el Cuezo, el Pegueras, las puntas l’Orbar y Cabalera, los Culfredas, las peñas Blanca y San Martín y la sierra de Fubillons.

Continuando nuestro camino, seguiremos la pista en ascenso por el interior del denso pinar de Simierre. Al sur oteamos la cresta de las peñas del reloj, así como El Yerri y la ermita de San Mamés al norte.

Peñas del reloj desde el collado de Sahún
Cruzaremos varias torrenteras y, tras una curva cerrada, veremos una estaca de madera indicando un sendero que acorta un pequeño tramo de pista (1390 metros).

En unos minutos volveremos a salir al firme rodado, aunque por poco tiempo, puesto que a escasos metros tomaremos un nuevo atajo (1435 metros).

Lleras de Cecilia, Bocs y Tuca de Cambra
Ya de forma definitiva en la pista (1460 metros), la nieve comenzaba a aparecer poco antes de llegar al visible repetidor, el cual dejaremos atrás para continuar hacia la escondida cabaña del Suel de la Baixada (1550 metros), que alcanzamos en hora y media de camino.

Una zona de prados nos abre la panorámica hacia el collado de la Cruz de Guardia, Punta Suelza, Maristás, l’Orbar, las bordas de La Poma y la sierra de Fubillons.

Los Eristes desde el collado de Sahún
Cruzaremos el barranco de la Cruz (1580 metros), junto al que dejaremos un ramal del PR-HU-87 hacia el collado homónimo, siguiendo nosotros hacia San Juan de Plan y Chía.

Nos calzaremos las raquetas metros antes de llegar a la bifurcación hacia el puerto de Sahún, en la cual dejamos a la derecha la pista que se dirige al collado de la Cruz (1635 metros).

La pista sigue ganando altura entre el pinar retorciéndose a base de lazadas por la margen izquierda del barranco de los Espuzos hasta llegar, en poco menos de 3 horas, a un abrevadero y a un cruce de pistas (1810 metros). 

Cerro Marradetas y collado de Sahún
Siguiendo ésta en dirección N (izquierda) tendremos vista de la sierra d’as Zucas y sus Tres Marías, las Treserols, el Balcón de Pineta y los Astazous, el Castillo Mayor, los Sestrales, sierra Custodia, las peñas de Sin y Artiés, Cotiella y la imponente cara norte de las peñas del reloj.

Tras otra hora abriendo huella y habiendo ya pasado a la margen derecha del barranco de los Espuzos estaremos ante el refugio de Marradetas (2020 metros), ubicado a escasos metros de la pista.

Sector Aneto-Maladetas, sierra Negra...
Ya vemos cercano el collado de Sahún. Sólo nos queda flanquear la ladera por donde la pista cementada se pierde bajo la nieve. Nos ha costado llegar poco más de 4 horas pero el esfuerzo en la montaña siempre tiene recompensa.

Desde el puerto (2000 metros) veremos, además de gran parte de lo mencionado anteriormente, el valle de Barbarisa, la cresta de la Estibeta, los Eristes, el Tusal de Bocs y el de las Lleras de Cecilia y la sierra de Cambra.

Cabaña del Puerto y cresta de Estibeta
También la cara norte de las peñas del reloj, Picollosa, Cotiella, Punta Lierga, el mirador de La Truesa, La Munia y Robiñera.

Hacia el E la pista desciende hacia Chía y el valle de Benasque divisando además el núcleo de Cerler y su pico homónimo, las sierras Negra y del Portiello, el Gallinero, los picos Castanesa, Aragüells y Vallibierna y el sector Malditos-Aneto-Maladetas, entre otros.

Descendiendo del collado de Sahún
Tras una larga parada iniciaremos el regreso. Sin la referencia de las ocultas marcas amarillas y blancas del PR aprovecharemos el alomado relieve nivoso para ir perdiendo altura entre pinos por la margen izquierda del barranco del Puerto.

Poco a poco la nieve iba desapareciendo, lo que facilitó el poder enlazar con el PR-HU-87, hasta finalmente quitarnos las raquetas momentos antes de cruzar el mencionado barranco (1650 metros).

Suelza, Cruz de Guardia, Maristás, Cuezo...
Una vez vadeado seguiremos por su margen derecha, caminando por los verdes prados de La Sentina y cruzando su pequeño barranco.

Minutos después cruzaremos el barranco d’Estigues (1630 metros) y nos adentraremos en una pequeña masa de pinar y boj.

Los tres barrancos mencionados (del Puerto, de la Sentina y d’Estigues) unen sus aguas para formar el barranco de la Simierre, que vierte sus aguas al Cinqueta a la altura de Plan.

Prados y bordas de La Sentina
Tras salir del bosque la senda discurre por la zona conocida como Fené Mayor, terreno abierto de campos de labor bien limitados por muros, avellanos y boj. 

Este tramo, en ocasiones con su empedrado original, coincide con el de una pequeña torrentera, por lo que es frecuente encontrarnos agua y barro.

El sendero cruza una pista que se dirige hacia el refugio de Viadós (1450 metros) y continúa descendiendo hasta encontrar un nuevo desvío hacia el collado de la Cruz (1435 metros), que dejaremos a la izquierda.

Bordas y ermita de San Mamés
Ahora por pista de buen firme nos iremos acercando al conjunto que forman las bordas y la ermita de San Mamés (1400 metros), un rincón con encanto donde descansar y contemplar el valle del Cinqueta y Plandescún, al que llegamos tras 2 horas desde el puerto de Sahún.

Esta ermita fue una de las más importantes existentes en la Bal de Chistau. A ella acudían en romería personas de este valle y también del vecino valle de Benasque.

Dintel de la ermita de San Mamés
La edificación actual es más moderna y tiene grabada en el dintel de una ventana el año 1768. La ermita original se hallaba dentro de una cavidad rocosa frente a la actual y aún se pueden observar algunos de sus restos.

Un descanso antes de seguir perdiendo altura por un camino tradicional con tramos de bello empedrado, hasta enlazar con una pista a la altura del barranco de Mañán y su fuente-abrevadero (1290 metros).

Escasos metros después, el PR deja la pista para descender por la zona de campos del Fabar por un sendero limitado por avellanos, boj y trabajados muros de piedra hasta llegar a San Juan de Plan en poco más de media hora desde San Mamés.

Plandescún, Plan y peñas de Artiés y San Martín 
Junto a la zona recreativa del Regancho (1100 metros) dejaremos a la derecha el desvío hacia el Tozal de la Mosquera y, sin cruzar el puente sobre el Cinqueta, seguiremos la pista que por su margen izquierda nos devuelve a Plan.

Una pequeña pasarela nos hará cruzar a su margen opuesta para adentrarnos en su caserío, donde pondremos punto y final a este precioso recorrido.

Ruta circular de 20’5 kilómetros de distancia y un desnivel positivo acumulado de unos 1000 metros realizada en 7 horas sin contar paradas.

El Cinqueta a su paso por San Juan de Plan
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miércoles, 23 de mayo de 2018

La Basa de la Mora, un paraíso en la Bal de Chistau

La Basa de la Mora escondida bajo la nieve
Año de nieves, año de bienes. Este año el invierno se ha resistido más de la cuenta y la primavera ha tardado en asentarse, lo que hará que tengamos grandes reservas de nieve y un deshielo continuo hasta bien entrada la época estival.

Sin saber hasta dónde seríamos capaces de llegar con el coche, nos adentramos por la pista que asciende desde Saravillo para volver a visitar el ibón de Plan.

La antesala de nuestro objetivo
Recorridos unos 9 kilómetros por ella y, poco después de cruzar el barranco de Gallinés, un nevero y un pino caído cortan la pista (1560 metros). Allí aparcamos el coche y comenzamos a caminar por el firme rodado.

Pronto veremos aparecer entre los pinos las siluetas de los Mobisones y el Monticiello, el cual esconde el idílico y solitario valle de Lavasar.

Rodeando sus aguas hallamos indicios primaverales
Alternando tramos con y sin raquetas dejaremos a la derecha el desvío hacia los Abetos Centenarios (1620 metros), continuando por la pista hasta enlazar con el GR-15 procedente de Saravillo (1715 metros) en unos 45 minutos de camino.

Escasos metros después, dejaremos la pista para ganar altura con más decisión por el interior del pinar, atajando varias lazadas de la misma y cruzándola en varias ocasiones, hasta llegar al refugio de Lavasar (1930 metros) en una hora y media. 

Peña de la Una y Puntons Royos
Por su parte trasera el GR desciende levemente por un sendero que se aproxima a la margen izquierda del barranco del Ibón hasta llegar al punto en el que hemos de vadearlo (1890 metros).

Metros después enlazamos con el PR-HU-87 que asciende desde el núcleo de Plan remontando el curso de este barranco.

Una mirada hacia atrás
Contagiados por la belleza del lugar, rodearemos por la izquierda la planicie bajo la que se oculta el pequeño ibón que antecede a nuestro objetivo (1905 metros), dejando el desvío del GR-15 en dirección al refugio de Armeña y Seira.

Y tras 2 horas de agradable camino llegamos al ibón, que nos recibe con su traje blanco invernal, en absoluto silencio y soledad, alejado del bullicio y la masificación que suele sufrir gran parte del año.

Sus aguas se esconden entre nieve y hielo

Este es uno de los rincones más bonitos y fotografiados, no sólo del Sobrarbe y de la Bal de Chistau, sino de todo el Pirineo Aragonés. No es para menos, es uno de los lugares con encanto que enamoran a cualquier amante de la naturaleza.

Sus todavía ocultas aguas comenzaban a desperezarse tras varios meses escondidas bajo el hielo y la nieve, las mismas aguas que esconden a la mora que sobre ellas emerge cuando el cielo arde de estrellas por San Juan, según cuenta la leyenda…

La colladeta del Ibón, paso del GR-15 hacia Barbaruens
Se dice que una mujer musulmana llegó aquí huyendo de las luchas entre moros y cristianos. Según parece se perdió, quedando su alma atrapada para siempre en las aguas del ibón.

En la noche de San Juan aflora sobre sus aguas la figura de la mora, que inicia una danza mágica y armoniosa. 

Pero todo el mundo no la puede ver, sólo aquellas personas buenas que tengan el espíritu honrado, sin pecados y la mirada limpia.

Bajo la Peña de la Una se abre el valle de la Ribereta
Aquellos que la han visto dicen que va vestida con serpientes de todos los colores enroscadas por todo su cuerpo, adornado con brillantes joyas.

Momento para contemplar la grandeza del lugar y disfrutar de un silencio abrumador, en ocasiones perturbado por pequeñas coladas de nieve caer por alguna lejana ladera.  

Desde su orilla divisamos la Punta Es Litás, el macizo de Lierga, la cresta de las peñas de Las Diez, Las Once y Mediodía, antaño usadas como reloj solar, la colladeta del ibón y el circo que encierra sus aguas con la Punta Alta, Picollosa, la Peña de la Una, los Puntons Royos y la cresta de Armeña.

Es Litás, el Monticiello y el valle de Lavasar
De regreso por el mismo camino observamos la cresta de Bachimala, la Punta Ixabre, el Montó, los picos del Turmo y Barbarisa, las Agujas y el ibón del Sen, el Posets, los Eristes, el Pegueras, Maristás, la sierra de Fubillons y las puntas Suelza y Fulsa.

Hacia el NW y entre infinidad de cumbres destacan en la distancia las Treserols, la sierra d’as Zucas, Robiñera y La Munia, y al S de todas ellas, el Castillo Mayor, los Sestrales y la sierra de Bolave con su pico Comiello.

La cresta de Bachimala, ya de regreso
La tímida transición hacia la primavera se abría paso lentamente. En esta ocasión las sensaciones que nos llevamos son bien diferentes a las anteriores visitas. La Basa nos ha recibido con sus mejores galas y en la intimidad más absoluta.

Ruta lineal de 10’5 kilómetros de distancia con un desnivel positivo de 420 metros realizada en 4 horas sin contar paradas.

Las nubes acarician el Mobisón Gran 
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jueves, 25 de enero de 2018

Punta Lierga (2267 m.) desde el collado de Santa Isabel

Bal de Chistau en el ascenso al macizo de Lierga
Esta semana traemos una ruta que realizamos el pasado verano en la que descubrimos el desconocido y solitario macizo de Lierga y sus modestas puntas Boltorín, Lierga, Palomera y Betrín.

Se trata de un recorrido que combina una parte lineal de aproximación con una pequeña circular por la parte alta de este escarpado e imponente macizo, bien visible desde la carretera que remonta el valle del Cinca.

Macizo de Lierga desde el collado de Santa Isabel
Nos desplazamos hasta Saravillo, primer núcleo que encontramos al adentrarnos en la Bal de Chistau, para coger la conocida pista forestal que asciende a la Basa la Mora, previo pago de 3€ en máquina expendedora.

Tras unos 3’5 kilómetros de pista llegaremos a un cruce señalizado, donde dejaremos la rodada principal para continuar por el ramal de la derecha que nos deja en el collado de Santa Isabel en otros 4 kilómetros.

Refugio de Santa Isabel y macizo de Cotiella
Este collado se ubica entre los macizos de Cotiella y Lierga, al E y W respectivamente, destacando en el primero de ellos las moles calizas del Mobisón Gran, del Gradiello y de la Punta de la Cues.

En él encontramos el refugio libre de Santa Isabel (1530 metros), en buen estado, junto al que dejaremos el coche para iniciar el recorrido. En los primeros metros llanearemos en dirección W por una zona herbosa rodeada de pinos, boj y erizón.

La Peña Montañesa asoma desde el collado
Los hitos nos dirigen hacia el interior de un pinar por el que comenzaremos a ganar altura en dirección NW, bordeando la base de las imponentes paredes calizas de este macizo por la zona conocida como El Cantón.

Al salir del bosque, el cómodo sendero da paso a una inestable pedrera (1675 metros) que hemos de atravesar trazando una diagonal ascendente con la que nos vamos a ir separando de las abruptas paredes bajo las que nos encontramos.

El imponente macizo de Cotiella
A medida que ganemos altura aumentaremos la panorámica sobre la Bal de Chistau y sus elevadas cumbres, entre las que destacan los macizos de Bachimala y Posets.

Tras 45 minutos de camino cruzaremos el seco barranco de la Canal de la Litera (1790 metros) y, entre erizón y boj, saldremos a un terreno abierto de pastos por donde la senda se va difuminando hasta desaparecer.

Castillo Mayor, Tella, Treserols, Robiñera, La Munia...
Siguiendo los hitos continuaremos ascendiendo con fuerte pendiente hasta alcanzar un hombro (1920 metros) desde el que se descubre una gran panorámica hacia el N.

Ganando altura por una ancha línea de cresta llegaremos, en otros 45 minutos, a la meseta herbosa donde asienta la Balsa de Lierga (2120 metros) que se encuentra completamente seca. Este será el punto donde comencemos el recorrido circular.

En nuestra vertical se halla Saravillo
Tomando como referencia los escasos hitos y las difusas sendas de ganado, continuaremos en dirección W por el agradable praderío herboso hasta llegar la falda de nuestros objetivos.

Se trata de una sucesión de pequeñas cimas sin dificultad que se desploman de forma vertiginosa hacia el valle del Cinca y que comenzaremos a coronar por el N, siendo la primera de ellas la Punta Boltorín (2255 metros).

Pegueras, Maristás, Fulsa, Suelza, Culfredas, Bachimala...
Siguiendo el suave cordal hacia el SW descenderemos unos metros para remontar hasta el cercano vértice geodésico de la Punta Lierga o Bocolón (2267 metros), que marca la cota más elevada de este macizo, a la que llegamos tras 2 horas de camino.

Hacia el macizo de Cotiella se reconocen las puntas Calva y de la Cues, el Mobisón Gran, el barranco de Gradiello, Cotiella, las puntas de Armeña y de las Neiss, la cresta de Bacarizal, la Punta Es Litás y la Peña la Una, la cresta de las peñas del reloj, la Punta Alta y Picollosa.

Puntas Lierga y Boltorín
En la Bal de Chistau destacan los núcleos de Saravillo, Plan y Chistén, el embalse de Plandescún y el Cinqueta, las peñas de Sin, Artiés, San Martín y Cuezo, el Tozal de Igüerra y la sierra de Fubillons

Además las puntas Suelza y Fulsa, el Pegueras y Bacibosa, la cresta de Maristás y Punta l’Orbar y el pequeño valle de La Comuna.

Tella y sus ermitas, Revilla y la Garganta de Escuaín
Más lejos oteamos las siluetas de los macizos de Bachimala y Posets, la cresta de las Espadas, los Culfredas, el pico del Turmo, el Barbarisa, los Eristes, el barranco del Sen y El Yerri. Divisaremos también, al fondo, los macizos del Aneto y la Maladeta.

Mirando hacia Francia se distinguen el Garlitz, el Bataillence, el puerto y el pico de Salcorz, Marcatiecho, el puerto de Trigoniero, los picos Negro o d’Arriouère y de la Espada y la cresta del puerto Viejo de Bielsa.

Cortados de vértigo hacia el valle del Cinca
En la sierra d’as Zucas destacan el Puntal de Bachaco, la Peña Altura, el Portillón de Tella, la Pala de Motinier y las Tres Marías

También los tresmiles de Robiñera y La Munia, Peña Blanca, Chinipro, el collado de las Puertas, la muralla de Barroude y la sierra de Liena.

Hacia el valle de Ordesa oteamos los Astazous, las Treserols, la Punta de las Olas, el Casco, el Taillón, Bazillac, el Tobacorsierra Custodia, Mondicieto y el barranco de la Pardina

Sierra Ferrera, Peña Montañesa y barranco de Garona
En el valle del Cinca divisamos el Bramapán, Nabaín, Comiello y la sierra de Bolave, el embalse y el núcleo de Laspuña, Escalona, Puyarruego y Muro de Bellós. También la sierra Ferrera, las peñas Montañesa y del Solano y el barranco de Garona.

Veremos Tella y sus ermitas, el Castillo Mayor, Cuello Viceto, el Tozal de San Vicenda, Puértolas y Cortalaviña, Escuaín y su Garganta, Revilla y los Sestrales.

Balsa de Lierga completamente seca
Sin olvidarnos de la Peña Canciás, las sierras de Guara y Coronas, el Oturia, el cordal de Manchoya y Pelopín, e, incluso, la sierras de Tendeñera y de la Partacua.

Tras una pequeña parada iremos contorneando la cresta descendiendo en dirección SE hasta el espolón sur de este macizo, la Punta Palomera o del Solán (2174 metros), disfrutando del macizo de Cotiella frente a nosotros.

El macizo de Cotiella de regreso a Santa Isabel
Ya de regreso a la Balsa de Lierga, ganaremos unos metros hacia el N pasando por la Punta Betrín (2233 metros) para cerrar esta circular por las alturas de este macizo enlazando con el camino de ida, que seguiremos hasta llegar al collado de Santa Isabel.

Ruta parte lineal y parte circular de 8 kilómetros de distancia con un desnivel positivo acumulado de 870 metros realizada en 4 horas y media sin contar paradas.

Pedrera por la que tendremos que ascender y descender
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