jueves, 21 de mayo de 2015

Camino del Cielo desde Murillo de Gállego

Camino del Cielo. Cara norte de los Mallos
Poco hemos tardado en volver al Reino de los Mallos. Nuestra última visita nos dejó con las ganas de verlos más de cerca y adentrarnos entre ellos.

Aprovechando la inestabilidad meteorológica en la divisoria norte, hace un par de semanas decidimos recorrer de nuevo su privilegiado entorno.

La ruta la vamos a dividir en dos partes bien diferenciadas. Por un lado, el camino que une Murillo de Gállego con el pueblo de Riglos, de 4 kilómetros y unos sencillos 150 metros de desnivel positivo. Por el otro, la ruta circular a los Mallos por el Camino del Cielo, de 5’5 kilómetros y 400 metros de desnivel. Ambas las catalogamos de fáciles, si bien es cierto que la circular salva la totalidad del desnivel en los dos primeros kilómetros.

Pasarela del Gállego
Comenzamos nuestro camino en Murillo de Gállego, un pueblo que descarga adrenalina por todos sus rincones. Múltiples empresas de aventura ofertan gran cantidad de actividades para disfrutar de la naturaleza y del río: rafting, hidrospeed, piragüismo, puenting, escalada, barranquismo, ferratas… todo un paraíso de los deportes de aventura.

En la parte baja del pueblo, junto a la carretera, se inicia nuestro recorrido. Nos espera parte del Camino Natural de la Hoya de Huesca en su primera etapa, que comienza en el pueblo de Agüero y se dirige a Riglos pasando por Murillo.

Riglos
Los primeros 15 minutos caminaremos por cemento para tomar una pista antes de cruzar la pasarela que cruza el río Gállego. El camino no ofrece dificultad y nos sirve para calentar las piernas. 

En este punto conectamos con el GR-1 teniendo una buena panorámica de Murillo, Peña Rueba (1176 metros) y las azuladas aguas del río, a la vez que comienzan a verse tímidamente los Mallos.

El camino está muy bien señalizado y es muy agradable. Conforme nos acercábamos a Riglos, una fina lluvia hacía acto de presencia, pero no nos intimidó lo más mínimo. Tras ponernos el chubasquero, continuamos rodeados de olivos hasta llegar al bonito pueblo en una hora aproximada de camino, pasando por el apeadero de Riglos con el recuerdo del Canfranero en la cabeza.

Mallos de Riglos y Peña Rueba
Tras callejear brevemente por el pueblo nos dirigimos a su parte alta, a la base de los imponentes conglomerados, para tomar el llamativo Camino del Cielo. Su bonito nombre ya nos avisa de lo que desde arriba vamos a contemplar.

Estos paredones nos invitan a descubrir su circo y nos introducimos entre los Mallos Firé y Pisón. Vistos desde abajo, impresionan de lo lindo. El firme es inestable, con mucha piedra suelta y mojada por la lluvia. A pesar de lo resbaladizo del terreno, el camino no ofrece complicación alguna y nos va mostrando la grandeza de los Mallos.

Murillo de Gállego
Acompañamos al PR-HU-98, que se dirige hacia la Foz de Escalete, hasta llegar al collado del Mallo Firé donde una bifurcación nos desvía hacia el este para comenzar a rodear estas espectaculares formaciones rocosas.

En poco más de una hora de ascenso, llegamos al Mirador del Ventuso (1030 metros), donde hay unas preciosas vistas de la cara norte de los Mallos Pisón y Firé y de la Hoya de Huesca.

Lugar para descansar y contemplar detenidamente el curso del Gállego y el vuelo silencioso de las numerosas rapaces que habitan en estas paredes. Pocas veces tenemos la oportunidad de ver los Mallos desde semejante perspectiva.

Panorámica sur de los Mallos
Comenzaba lentamente a aclararse el día y la lluvia daba paso al sol, llenando de luz el descenso, más llevadero y con unas vistas más amplias. Podremos divisar el Mirador de los Buitres y el macizo de Os Fils.

Rodeando el Mallo Colorado por el este, el sendero serpentea con amplias zetas, mostrándonos cada pocos metros diferentes perspectivas de los Mallos Chichín, Magdalena, Herrera y la Aguja Roja además del coloso Pisón, antes de enlazar de nuevo (en sentido inverso) con el GR-1 en las proximidades de Riglos, donde repondremos fuerzas tras tres horas de preciosa circular. 

Canfranero. Apeadero de Riglos
El regreso a Murillo de Gállego lo realizamos por el mismo camino, terminando la jornada en unas 5 horas en total y 10 kilómetros de longitud. A pesar de la modesta distancia, es una ruta muy gratificante por la espectacularidad de las vistas que se disfrutan y que tardaréis en olvidar.

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