Camino del Cielo. Cara norte de los Mallos |
Poco hemos tardado en volver al Reino de los Mallos. Nuestra última visita nos dejó con las ganas de verlos más de cerca y adentrarnos entre ellos.
Aprovechando la inestabilidad meteorológica en la divisoria norte, hace un par de semanas decidimos recorrer de nuevo su privilegiado entorno.
Aprovechando la inestabilidad meteorológica en la divisoria norte, hace un par de semanas decidimos recorrer de nuevo su privilegiado entorno.
La ruta la vamos a dividir
en dos partes bien diferenciadas. Por un lado, el camino que une Murillo de Gállego con el pueblo de Riglos, de 4 kilómetros y unos sencillos
150 metros de desnivel positivo. Por el otro, la ruta circular a los Mallos por
el Camino del Cielo, de 5’5 kilómetros
y 400 metros de desnivel. Ambas las catalogamos de fáciles, si bien es cierto
que la circular salva la totalidad del desnivel en los dos primeros kilómetros.
Pasarela del Gállego |
Comenzamos nuestro camino en
Murillo de Gállego, un pueblo que descarga adrenalina por todos sus rincones.
Múltiples empresas de aventura ofertan gran cantidad de actividades para
disfrutar de la naturaleza y del río: rafting, hidrospeed, piragüismo,
puenting, escalada, barranquismo, ferratas… todo un paraíso de los deportes de aventura.
En la parte baja del pueblo,
junto a la carretera, se inicia nuestro recorrido. Nos espera parte del Camino Natural de la Hoya de Huesca en
su primera etapa, que comienza en el pueblo de Agüero y se dirige a Riglos pasando por Murillo.
Riglos |
Los primeros 15 minutos caminaremos
por cemento para tomar una pista antes de cruzar la pasarela que cruza el río
Gállego. El camino no ofrece dificultad y nos sirve para calentar las piernas.
En
este punto conectamos con el GR-1 teniendo una buena panorámica de Murillo, Peña Rueba (1176 metros) y las azuladas
aguas del río, a la vez que comienzan a verse tímidamente los Mallos.
El camino está muy bien
señalizado y es muy agradable. Conforme nos acercábamos a Riglos, una fina
lluvia hacía acto de presencia, pero no nos intimidó lo más mínimo. Tras
ponernos el chubasquero, continuamos rodeados de olivos hasta llegar al bonito
pueblo en una hora aproximada de camino, pasando por el apeadero de Riglos con
el recuerdo del Canfranero en la
cabeza.
Mallos de Riglos y Peña Rueba |
Tras callejear brevemente por
el pueblo nos dirigimos a su parte alta, a la base de los imponentes conglomerados, para tomar el llamativo Camino del Cielo. Su bonito nombre ya nos avisa de lo
que desde arriba vamos a contemplar.
Estos paredones nos invitan a
descubrir su circo y nos introducimos entre los Mallos Firé y Pisón. Vistos
desde abajo, impresionan de lo lindo. El
firme es inestable, con mucha piedra suelta y mojada por la lluvia. A pesar de lo
resbaladizo del terreno, el camino no ofrece complicación alguna y nos va
mostrando la grandeza de los Mallos.
Murillo de Gállego |
Acompañamos al PR-HU-98, que se
dirige hacia la Foz de Escalete,
hasta llegar al collado del Mallo Firé
donde una bifurcación nos desvía hacia el este para comenzar a rodear estas
espectaculares formaciones rocosas.
En poco más de una hora de
ascenso, llegamos al Mirador del Ventuso
(1030 metros), donde hay unas preciosas vistas de la cara norte de los Mallos
Pisón y Firé y de la Hoya de Huesca.
Lugar para descansar y contemplar detenidamente el curso del Gállego y el vuelo silencioso de las numerosas rapaces que habitan en estas paredes. Pocas veces tenemos la oportunidad de ver los Mallos desde semejante perspectiva.
Lugar para descansar y contemplar detenidamente el curso del Gállego y el vuelo silencioso de las numerosas rapaces que habitan en estas paredes. Pocas veces tenemos la oportunidad de ver los Mallos desde semejante perspectiva.
Panorámica sur de los Mallos |
Comenzaba lentamente a aclararse
el día y la lluvia daba paso al sol, llenando de luz el descenso, más llevadero y con unas vistas más amplias. Podremos divisar el Mirador de los Buitres y el macizo de Os Fils.
Rodeando el Mallo Colorado por el este, el sendero
serpentea con amplias zetas, mostrándonos cada pocos metros diferentes
perspectivas de los Mallos Chichín, Magdalena, Herrera
y la Aguja Roja además del coloso Pisón,
antes de enlazar de nuevo (en sentido inverso) con el GR-1 en las proximidades
de Riglos, donde repondremos fuerzas tras tres horas de preciosa circular.
Canfranero. Apeadero de Riglos |
El regreso a Murillo de Gállego
lo realizamos por el mismo camino, terminando la jornada en unas 5 horas en
total y 10 kilómetros de longitud. A pesar de la modesta distancia, es una ruta
muy gratificante por la espectacularidad de las vistas que se disfrutan y que tardaréis en olvidar.
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