miércoles, 29 de abril de 2015

Pasarelas de Alquézar - Asque - Colungo

Panorámica de Alquézar
La semana pasada nos desplazamos a la Sierra de Guara. El tiempo amenazaba lluvia por la zona norte y optamos por hacer una ruta por tierra más baja. Así que nos fuimos a la villa medieval de Alquézar (640 metros), reconocida hace poco como uno de los Pueblos más Bonitos de España.

En su parte alta encontramos la majestuosa Colegiata de Santa María (s. IX), antaño fortaleza musulmana y desde 1966 Monumento Nacional. El casco urbano de la villa, declarado Monumento Histórico-Artístico en 1982, nos envuelve y transporta a su pasado medieval mientras recorremos sus estrechas y empedradas calles, llenas de un rico patrimonio cultural, como así lo atestiguan sus dos museos. En el Museo Etnológico de Casa Fabián podemos descubrir cómo era la vida antaño, y en el de la Colegiata destacan obras de escultura y pintura.

Cueva de Picamartillo
Dos partes bien diferenciadas dividirán nuestra ruta. En la primera, ideal para realizar en familia, acompañaremos al río Vero por sus famosas pasarelas y, en la segunda, realizaremos la primera etapa del Camino Natural del Somontano de Barbastro por el GR-1.1, pasando por el pueblo de Asque hasta llegar a Colungo, donde iniciaremos el regreso hasta Alquézar. En total, la circular será de unos 15 kilómetros y menos de 800 metros de desnivel positivo.

El recorrido se inicia en la bonita Plaza Mayor. Nos dirigiremos a la calle que nos lleva a la Colegiata para descender una rampa existente a la izquierda. A escasos metros, una señal indica las Pasarelas del Vero por el sendero S-4 del Parque Nacional de la Sierra y los Cañones de Guara

Pasarelas del Vero
Poco a poco nos adentraremos en la umbría del Barranco de la Fuente, afluente del Vero, encajonado entre las murallas y covachos de la Peña Castibián y los muros de la Colegiata. Un total de siete tramos de pasarelas de madera construidas en el año 2002 permiten salvar el barranco hasta llegar al cauce del Vero.

Tras este primer tramo de pasarelas, nos desviaremos hasta la singular Cueva de Picamartillo (550 metros), formada gracias a la acción erosiva del agua sobre la roca. Tras una breve visita, volvemos al camino principal y comenzaremos el segundo tramo de espectaculares pasarelas metálicas que permiten un bonito y fácil paseo colgados sobre el cauce del Vero aun cuando éste baja con más caudal. 

Cañón del Vero
Tras una hora disfrutando de este bonito recorrido llegamos a una bifurcación que nos permite volver a Alquézar o continuar hacia Asque por el citado Camino Natural del Somontano, así que tomamos la segunda opción y en unos minutos llegaremos al histórico Puente del Molino o de Fuendebaños.

Desde este punto, nos quedan 3 kilómetros y unos 150 metros de desnivel para llegar a Asque (630 metros). A medida que vamos ascendiendo podemos contemplar a nuestra espalda unas bonitas vistas de Alquézar. Tras dos horas desde el inicio llegamos al pueblo, donde nos reciben un par de perros asomados a una ventana. En Asque destaca la iglesia parroquial de Santa Columba (s. XVII), el Centro Artístico del Guadamacil y sus extensos campos, que nos reciben amarillos con motivo de la primavera.

Puente del Diablo
Bien indicado, seguiremos el sendero histórico hacia Colungo, que se encuentra a menos de dos kilómetros. Descendemos unos 90 metros hasta el Barranco del Fornocal y lo cruzamos por el Puente del Diablo, vía tradicional de comunicación entre ambos pueblos. Su espectacular ubicación, la dificultad de su construcción y el riesgo que ésta supuso, algunas leyendas atribuyen su existencia al mismo diablo.

Sólo nos queda ascender otros 70 metros hasta Colungo (610 metros) donde, tras unas tres horas, repondremos fuerzas en uno de sus bares. Declarado Bien de Interés Cultural, en Colungo podemos viajar a la prehistoria visitando el Centro de Interpretación de Arte Rupestre o contemplar fachadas solariegas del s. XVI como las de Casa Notario o Casa Broto y del s. XVIII como la de Casa Avellanas, además de su iglesia parroquial de Nuestra Señora del Pilar (s. XVI), de estilo gótico tardío.

Mirador de San Lucas
Tras el descanso iniciamos la vuelta por el mismo sendero retrocediendo hasta Asque, volviendo a cruzar el Puente del Diablo, acercándonos a la fuente y los lavaderos. Ya en Asque, debemos tomar el señalizado camino que nos llevará a Alquézar por el Puente de Villacantal (s. XVI).

El camino es muy agradable, acompañados por el colorido primaveral y un amplio paisaje. Tras una media hora, nos encontraremos con una curiosa caseta y comenzaremos un intenso descenso hasta llegar al Barranco de Lumos. Caminaremos unos minutos por su seco cauce y llegaremos al Puente de Villacantal en una hora y media desde Colungo.

Primavera en Asque
Por este puente discurría el camino que desde Sobrarbe bajaba hasta Barbastro y su dificultoso acceso nos muestra la importancia que tuvo Alquézar como punto de comunicación en tiempos pasados.

Tras las pertinentes fotografías, nos queda el último repecho de 150 metros de desnivel que, en moderada pendiente pasa por el collado de San Lucas con unas espectaculares vistas del Cañón del Vero y la Cueva de Picamartillo, para poner punto y final regresando a Alquézar tras poco más de dos horas de vuelta.

Barranco de Lumos
Sencilla circular de unas cinco horas que recorre una de las zonas más bonitas e históricas de la Sierra de Guara. No hace falta realizar todo el recorrido que hemos propuesto para saber que el Cañón del Vero impresiona a cualquiera. Sólo con asomarse a sus pasarelas podemos contemplar el trabajo que, pacientemente durante siglos, ha realizado el agua en estos bellos paredones. Esperamos que os haya gustado el camino de hoy y que no tardéis en conocerlo.

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