Panorámica de Alquézar |
La semana pasada nos desplazamos
a la Sierra de Guara. El tiempo amenazaba lluvia por la zona norte y optamos
por hacer una ruta por tierra más baja. Así que nos fuimos a la villa medieval
de Alquézar (640 metros), reconocida hace poco como uno de los Pueblos más Bonitos
de España.
En su parte alta encontramos la
majestuosa Colegiata de Santa María
(s. IX), antaño fortaleza musulmana y desde 1966 Monumento
Nacional. El casco urbano de la villa, declarado Monumento
Histórico-Artístico en 1982, nos envuelve y transporta a su pasado medieval
mientras recorremos sus estrechas y empedradas calles, llenas de un rico patrimonio cultural, como así lo atestiguan sus dos museos. En el Museo Etnológico de Casa Fabián podemos descubrir cómo era la vida antaño, y en el de la Colegiata destacan obras de escultura y pintura.
Cueva de Picamartillo |
Dos partes bien diferenciadas
dividirán nuestra ruta. En la primera, ideal para realizar en familia, acompañaremos al río Vero por sus famosas pasarelas y, en la
segunda, realizaremos la primera etapa del Camino
Natural del Somontano de Barbastro por el GR-1.1, pasando por el pueblo de Asque hasta llegar a Colungo, donde iniciaremos el regreso
hasta Alquézar. En total, la circular será de unos 15 kilómetros y menos de 800
metros de desnivel positivo.
El recorrido se inicia en la bonita
Plaza Mayor. Nos dirigiremos a la
calle que nos lleva a la Colegiata para descender una rampa existente a la
izquierda. A escasos metros, una señal indica las Pasarelas del Vero por el sendero S-4 del Parque Nacional de la Sierra y los Cañones de Guara.
Pasarelas del Vero |
Poco a poco nos adentraremos en
la umbría del Barranco de la Fuente,
afluente del Vero, encajonado entre las murallas y covachos de la Peña Castibián y los muros de la Colegiata.
Un total de siete tramos de pasarelas de madera construidas en el año 2002 permiten
salvar el barranco hasta llegar al cauce del Vero.
Tras este primer tramo de
pasarelas, nos desviaremos hasta la singular Cueva de Picamartillo (550 metros), formada gracias a la acción
erosiva del agua sobre la roca. Tras una breve visita, volvemos al camino
principal y comenzaremos el segundo tramo de espectaculares pasarelas metálicas
que permiten un bonito y fácil paseo colgados sobre el cauce del Vero aun
cuando éste baja con más caudal.
Cañón del Vero |
Tras una hora disfrutando de este
bonito recorrido llegamos a una bifurcación que nos permite volver a Alquézar o
continuar hacia Asque por el citado Camino Natural del Somontano, así que
tomamos la segunda opción y en unos minutos llegaremos al histórico Puente del Molino o de Fuendebaños.
Desde este punto, nos quedan 3
kilómetros y unos 150 metros de desnivel para llegar a Asque (630 metros). A
medida que vamos ascendiendo podemos contemplar a nuestra espalda unas bonitas
vistas de Alquézar. Tras dos horas desde el inicio llegamos al pueblo, donde nos
reciben un par de perros asomados a una ventana. En Asque destaca la iglesia
parroquial de Santa Columba (s. XVII),
el Centro Artístico del Guadamacil y
sus extensos campos, que nos reciben amarillos con motivo de la primavera.
Puente del Diablo |
Bien indicado, seguiremos el sendero
histórico hacia Colungo, que se encuentra a menos de dos kilómetros.
Descendemos unos 90 metros hasta el Barranco
del Fornocal y lo cruzamos por el Puente
del Diablo, vía tradicional de comunicación entre ambos pueblos. Su
espectacular ubicación, la dificultad de su construcción y el riesgo que
ésta supuso, algunas leyendas atribuyen su existencia al mismo diablo.
Sólo nos queda ascender otros 70
metros hasta Colungo (610 metros) donde, tras unas tres horas, repondremos
fuerzas en uno de sus bares. Declarado Bien
de Interés Cultural, en Colungo podemos viajar a la prehistoria visitando
el Centro de Interpretación de Arte
Rupestre o contemplar fachadas solariegas del s. XVI como las de Casa Notario o Casa Broto y del s. XVIII como la de Casa Avellanas, además de su iglesia parroquial de Nuestra Señora del Pilar (s. XVI), de
estilo gótico tardío.
Mirador de San Lucas |
Tras el descanso iniciamos la
vuelta por el mismo sendero retrocediendo hasta Asque, volviendo a cruzar el
Puente del Diablo, acercándonos a la fuente y los lavaderos. Ya en Asque,
debemos tomar el señalizado camino que nos llevará a Alquézar por el Puente de
Villacantal (s. XVI).
El camino es muy agradable,
acompañados por el colorido primaveral y un amplio paisaje. Tras una media
hora, nos encontraremos con una curiosa caseta y comenzaremos un intenso
descenso hasta llegar al Barranco de
Lumos. Caminaremos unos minutos por su seco cauce y llegaremos al Puente de
Villacantal en una hora y media desde Colungo.
Primavera en Asque |
Por este puente discurría el camino
que desde Sobrarbe bajaba hasta
Barbastro y su dificultoso acceso nos muestra la importancia que tuvo Alquézar
como punto de comunicación en tiempos pasados.
Tras las pertinentes fotografías,
nos queda el último repecho de 150 metros de desnivel que, en moderada
pendiente pasa por el collado de San Lucas con unas espectaculares vistas del
Cañón del Vero y la Cueva de Picamartillo, para poner punto y final regresando
a Alquézar tras poco más de dos horas de vuelta.
Barranco de Lumos |
Sencilla circular de unas cinco horas que recorre una de las zonas más bonitas e históricas de la Sierra de Guara. No hace falta realizar todo el recorrido que hemos propuesto para saber que el Cañón del Vero impresiona a cualquiera. Sólo con asomarse a sus pasarelas podemos contemplar el trabajo que, pacientemente durante siglos, ha realizado el agua en estos bellos paredones. Esperamos que os haya gustado el camino de hoy y que no tardéis en conocerlo.
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