martes, 2 de agosto de 2016

Peña Oroel (1770 metros) y senda de los Lobos

Llegando a la Cruz de Oroel
La aislada y emblemática Peña Oroel (1770 metros) es una de esas cimas que, a pesar de su modesta altitud, ofrece un perfecto mirador de las cumbres del Pirineo y de Jaca, a la que está íntimamente ligada por ser visible desde cualquier punto de la ciudad.

Es un símbolo plagado de leyendas. Una de ellas dice que las hogueras encendidas en su cumbre fueron la señal para el comienzo de la Reconquista. Otra, que en sus entrañas hubo una mina o un tesoro, el cual, que se sepa, no ha sido hallado.

Camino por el bosque
Para ascenderla hay que dirigirse al Parador de Oroel (1186 metros). Desde Jaca, cogeremos la carretera que se dirige a Bernués y al Monasterio de San Juan de la Peña. Dejaremos la Venta Fontazones a la derecha y, tras unos 400 metros, encontraremos a la izquierda el desvío hacia el Parador. Recorreremos un par de kilómetros de pista-carretera y llegaremos al parking del mismo.

Para evitar ir y volver por el mismo camino, vamos a realizar una ruta circular ascendiendo por la vía normal y descendiendo por la menos transitada senda de los Lobos, en el extremo oriental de la gran mole de Oroel.

Jaca, el valle del Aragón y la línea pirenaica
Desde el parking ya vemos paneles que nos informan de la ruta. Hoy caminamos por el PR-HU-66 o Sendero S-7 del Paisaje Protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel. Varios carteles nos informan de su normativa, así como la prohibición de salirse del camino para evitar la erosión del terreno.

El sendero asciende mediante zig-zags por la cara norte de la Peña a través de un pinar de pino silvestre bajo el cual se desarrollan pies de acebo, serbales y otras especies de interés para la avifauna. En las partes más altas del bosque, a partir de los 1400 metros de altitud, los pinos dan paso a los abetos, de singular valor para la conservación de este entorno.

Canal de Berdún desde la Cruz
En esta parte del recorrido es donde se gana la mayor parte del desnivel, casi 500 metros en apenas 2’5 kilómetros. Al salir del bosque, ya en la solana meseta superior, la vegetación cambia radicalmente al encontrarnos en la cara sur, pasando a llanos cubiertos de erizones, con su espectacular amarillo estival, boj y pastizales de montaña.

Tras poco más de una hora, llegaremos al collado de las Neveras (1670 metros) donde encontramos un cruce señalizado. Tenemos el sendero que se dirige, al oeste, a la visible Cruz de Oroel y a la ermita de la Virgen de la Cueva y la desviación en dirección este hacia la Punta Bacials, que tomaremos a la vuelta.

Aspe, Lecherines, Collarada y sierra de la Partacua
A los pocos minutos, una variante del PR-HU-66 o sendero S-7 nos acerca a la ermita rupestre de la Virgen de la Cueva. De momento, dejamos este ramal a la izquierda (1655 metros) y continuamos hacia la Cruz.

Existen dos senderos paralelos que nos acercan a la misma. Uno recorre la cresta y el otro, más pisado y protegido del viento, discurre unos metros más abajo. Esta Cruz, de hierro y casi 9 metros de altura, fue levantada por el Cuerpo de Forestales en 1902.

Una vez alcanzada la cima de Oroel tras una hora y 40 minutos, hemos de hacer un descanso para disfrutar de su increíble panorámica.

Una mirada al macizo de Monte Perdido
El Pirineo, la Canal de Berdún, la Val Ancha y la Val Estrecha en la vertiente norte, y los extensos montes y sierras prepirenaicas en la sur como las de Loarre, Gratal y Guara con picos como el Tozal de Guara (2077 metros), Fragineto (1750 metros) y el Pico del Águila (1620 metros) hasta el Puerto de Monrepós.

Destacamos, desde el Pirineo más occidental al más oriental, los picos Peñaforca (2390 metros) con la sierra de los Alanos, Agüerri (2447 metros), Bisaurín (2670 metros) y Fetás (2539 metros), el macizo de la Bernera, Llena del Bozo (2559 metros), Llena de la Garganta (2599 metros), Aspe (2645 metros), los Mallos y el pico Lecherín (2566 metros), Collarada (2886 metros) y Collaradeta (2729 metros).

Parador de Oroel
Siguiendo la cadena montañosa, la sierra de la Partacua con las peñas Retona (2775 metros) y Telera (2762 metros), los Infiernos y su marmolera, los Dientes de Batanes, el Vignemale (3299 metros), la sierra de Tendeñera con las peñas Sabocos (2757 metros) y Blanca (2555 metros) y los picos Tendeñera (2853 metros) y Otal (2701 metros).

Bien visible la zona de Ordesa, con los Gabietos, el Taillón (3144 metros), Mondarruego (2847 metros), los circos de Carriata y Cotatuero, el Gallinero (2752 metros) y la Faja de las Flores, Tobacor (2779 metros), el Dedo, la Falsa Brecha, Brazillac, el Casco (3006 metros), los picos de Marboré, las Treserols, la Punta de las Olas (3002 metros), el collado de Añisclo, La Suca (2802 metros) y las Tres Marías.

Descendiendo de la Cruz
Ya más cerca de nosotros, la ciudad de Sabiñánigo, el Oturia (1910 metros) y la plana de Santa Orosia, el Erata (2003 metros), la Peña Canciás (1928 metros) y, más al fondo, la Peña Montañesa (2291 metros), el Turbón (2492 metros) y los macizos de Cotiella y Posets.

Al oeste, la Canal de Berdún, el embalse de Yesa con la sierra de Leyre al fondo y, más cerca, los picos Cuculo (1552 metros), San Salvador (1547 metros) y la sierra de San Juan de la Peña con el vallecito en el que se encuentra el pueblo de Atarés.

Virgen de la Cueva
Desde este lugar privilegiado se ve perfectamente la entrada a los valles pirenaicos de Hecho, Aragüés, Aísa, Aragón, Acumuer y Tena.

Con muy buena vista, apreciamos un sinfín de poblaciones. Al oeste de Jaca, ubicamos Santa Cilia de Jaca, Binacua, Ascara, Abay, Novés, Araguás del Solano, Canías, Asieso, Guasillo y Banaguás, mientras que al este de la misma encontramos los núcleos de Barós, Guasa, Ipas, Baraguás, Ulle, Jarlata, Badaguás, Lerés, Gracionepel, Espuéndolas, Orante, Martillué, Pardinilla, Borrés y Larrés. En el interior del valle del Aragón observamos Castiello de Jaca y Aratorés.

Antigua nevera para almacenar nieve
Tras acercarnos al extremo más occidental de la Peña y admirar durante un buen rato la panorámica, volvemos sobre nuestros pasos hasta el desvío que se dirige a la ermita de la Virgen de la Cueva. Rodeados de erizón, el sendero desciende cómodamente en dirección sur y se introduce en un denso pinar, con algunos ejemplares centenarios, hasta llegar a la cueva donde se ubica esta ermita natural (1465 metros – 50 minutos desde la Cruz).

Lugar no exento de leyendas. Según una de ellas un pastor, extrañado de que todos los días una de sus cabras desapareciera para regresar a última hora, un día decide seguirla y descubre una cueva con un hallazgo sagrado, la imagen de la Virgen.

Al fondo, la Punta Bacials
Hace unos años, debido a las fuertes lluvias apareció una grieta en la cueva que acabó con el hundimiento de gran parte de la misma y de la ermita. Esto ha propiciado que el interior de la cueva esté impracticable y su entorno muy peligroso. Anualmente se realiza una romería entre los meses de mayo y junio. A su lado, se encuentra la Casa de la Cofradía

Existe una mesa con bancos a la sombra que viene genial para reponer fuerzas. Tras el descanso, nos toca ascender los 200 metros de desnivel que nos separan del camino principal (30 minutos).

Naturaleza muerta
De nuevo en el collado de las Neveras, nos dirigimos por la cresta hacia el extremo opuesto a la Cruz de Oroel en dirección a la Punta Bacials. Veremos un par de antiguas neveras (1680 metros), construcciones utilizadas para almacenar nieve y que permitían disponer de hielo en verano.

Seguiremos recorriendo la cresta en compañía del amarillo erizón y de matorral bajo pasando por la Punta de la Sora (1707 metros) hasta llegar a un desvío marcado con un hito de piedras (1640 metros – 45 minutos). Al fondo, podemos divisar la sencilla loma de Punta Bacials (1689 metros).

Senda de los Lobos
Este hito es el inicio de la poco conocida senda de los Lobos, un camino estrecho que desciende por un frondoso y sombrío bosque, primero de abetos y conforme perdemos altura, de pinos. El camino no tiene pérdida ya que la vegetación no deja salirte del mismo. Hemos de sortear algunos árboles caídos que cortan el paso.

Tras 25 minutos, el sendero se bifurca (1430 metros). El de la izquierda enlaza con el sendero de subida a la Peña Oroel y el de la derecha, que es el que tomamos, desciende más directo a la carretera, a un kilómetro del Parador.

Senda de los Lobos
En otros 25 minutos llegamos a la carretera (1180 metros). La seguiremos en dirección oeste (izquierda). De frente, vemos el PR que desciende hasta la cercana población de Barós que no tomamos. En 10 minutos llegaremos al Parador, punto y final de la ruta, donde nos refrescamos en la Fuente de los Forestales.

Sencilla ruta circular a uno de los símbolos de la Jacetania. Apta para todo tipo de niveles, con una distancia de poco más de 13 kilómetros y un desnivel de 850 metros realizada en 4 horas y media sin contar paradas. Si optamos por volver por el mismo camino, el desnivel de la ruta es de 600 metros y la distancia de unos 7’5 kilómetros. 

Track circular por la senda de los Lobos aquí.
Track lineal aquí.

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