jueves, 20 de octubre de 2016

Ascensión a Nabaín o Santa Marina (1796 metros)

La atalaya de Ascaso
A pesar de su modesta altura, el pico Nabaín o Santa Marina (1796 metros) es un mirador espectacular del Pirineo. Otra de esas cumbres que, sin exigirnos demasiado esfuerzo, nos ofrece buenas vistas allá donde mires.

En abril del año pasado ya estuvimos en su cima. En aquella ocasión hicimos una circular desde Ascaso siguiendo el PR-HU-185 hacia Morillo de Sampietro para coger un barranco seco y un inexistente sendero que discurre, de forma literal, por encima de un manto de erizones. Fue un incómodo ascenso poco recomendado si no se va con GPS.

Cortados hacia el valle del Ara (abril 2015)
Esta vez ascenderemos por la vía normal y descenderemos por el recientemente desbrozado Camino de Las Carboneras hasta el mirador de Jánovas, con el aliciente de conocer este nuevo sendero.

Para llegar hasta Ascaso hemos de tomar una pista forestal de 4 kilómetros, de los que sólo uno de ellos está asfaltado. Esta pista se toma desde la carretera Fiscal-Boltaña, unos 3 kilómetros antes de esta última localidad.

Alguno de los muchos fósiles que vemos
La pista se encuentra en buen estado y va ascendiendo con algunos zig-zags para salvar los más de 300 metros de desnivel que separan este pequeño pueblo del valle del Ara. Pasaremos por la casi desapercibida Pardina de Santa María (760 metros), donde encontramos un reloj de sol en una de las pocas paredes que aún resisten en pie.

La aldea de Ascaso se encuentra en lo alto de una loma montañosa, dominando desde su posición la ribera del Ara. Sus seis casas, algunas rehabilitadas, se disponen en una única calle y son un referente de arquitectura tradicional pirenaica. 

Valle del Ara. Boltaña, Aínsa y Guaso (abril 2015)
El pueblo es conocido por su famoso reloj de sol, ubicado en la pared sur de la vieja herrería, junto al lavadero y la pequeña plaza que da acceso al pueblo. 

Cuando me relumbre el sol acércate paso a paso, y sabrás la hora que es en esto reló de Ascaso”, podemos leer bajo sus pinturas al fresco. No es el único reloj, porque en la torre de la iglesia, encontramos otro mucho más sencillo sin pinturas que lo adornen.

Peña Montañesa  y macizo de Cotiella (abril 2015)
Hasta la década de los 90 no se construyó la pista forestal que hoy lo comunica con el valle, haciendo de éste un lugar aislado y tranquilo. Cada año desde 2012, en el mes de agosto se realiza aquí la Muestra de Cine Más Pequeña del Mundo

Metros antes de llegar a Ascaso, a mano izquierda, veremos una pista de acceso restringido que asciende una corta pendiente salvando antiguos bancales. Es en esta pista donde se inicia nuestro camino. Aparcaremos en los ensanches de la carretera antes de entrar al pueblo.

Treserols, Tres Marías y Añisclo (abril 2015)
Seguiremos la pista hacia a la izquierda pasando junto a unos panales para llegar a un prado vallado. Pocos metros después, encontraremos un hito de piedras (1050 metros), punto donde hemos de salirnos de la pista para comenzar a remontar sin tregua la piedra caliza siguiendo los abundantes hitos. Sin apenas vegetación, algún boj resiste anclado en las grietas de la roca.

Este tramo de piedra está plagado de fósiles, prueba de que el origen de estas rocas es marino. De vez en cuando conviene darnos la vuelta y ver las amplias vistas hacia la Peña Montañesa (2291 metros), el macizo de Cotiella y el valle del Ara con la inconfundible torre de la iglesia de San Salvador de Guaso al fondo.

La Solana, Yeba, Partacua, Tendeñera y Ordesa (abril 2015)
En poco más de media hora llegaremos a un característico montículo de piedra (1350 metros). Rebasado éste, los hitos van buscando los vertiginosos cortados de la sierra de Santa Marina, que se precipitan hacia el Congosto de Jánovas allí donde el Ara, el último río virgen del Pirineo, ha modelado pacientemente su curso por el desfiladero. 

Un desfiladero donde se tenía la intención de construir una presa que embalsara sus aguas. Afortunadamente, jamás se llevó a cabo este proyecto pero, desgraciadamente, supuso la expropiación forzosa de muchos pueblos próximos como Jánovas, Lavelilla y Lacort, entre otros muchos.

Ordesa. Mondarruego, Gallinero y Tobacor (abril 2015)
Este es el triste capítulo de la despoblación en el Sobrarbe. “Sobrabas país, sólo querían agua, montañas y electricidad”, un fragmento del tema “País Perdido” que la Ronda de Boltaña dedica a este cruel abandono.

Veremos un enorme pliegue en las rocas que forma la colina de Ferrera (1392 metros). Aquí, el Ara ha seccionado este pliegue de forma trasversal dejando al descubierto su estructura interna, formando el anticlinal de Boltaña.

Poco a poco, la roca va desapareciendo dando paso al boj y al erizón. En 20 minutos más, llegaremos al filo de la cresta (1460 metros). Buen momento para un breve descanso observando sus imponentes murallas y el vuelo de alguna rapaz.

Campol, San Felices de la Solana y Giral
A partir de aquí, el sendero cambia de dirección al norte y reduce su pendiente para dirigirse a la ya cercana cima de Nabaín.

Llegaremos al collado de Olavallo (1630 metros), donde dejaremos atrás el desvío hacia Jánovas, por el que regresaremos, y remontaremos cómodamente los últimos metros inmersos en la niebla y rodeados de un mar de erizones. Nos ha costado una hora y media desde Ascaso.

Ruinas de la ermita de Santa Marina (abril 2015)
Nabaín es el punto más alto del anticlinal de Boltaña. En su cima se encuentra la ermita de Santa Marina (s. XVI-XVIII), lamentablemente en ruinas al parecer por el impacto de un obús durante la Guerra Civil. Hasta aquí acudían en peregrinación muchos vecinos de los pueblos de La Solana

Desde aquí se divisa gran parte del Sobrarbe. Al oeste, bajo nuestros pies, el solitario valle de La Solana, afectado también por el proyecto del embalse de Jánovas. Con buena vista, aún podemos ver algunos de sus núcleos como Campol, San Felices, Gere, Burgasé, Giral, Castellar y San Martín de la Solana, donde se ubica un hotel. Al fondo, se observa la sierra de Coronas y su techo, el pico Suerio (1954 metros).

Camino de Las Carboneras
Más al norte se encuentra Ballibió, con los visibles pueblos de Buerba, Vió, Yeba y el despoblado de Ceresuelaéste último en la falda del pico Comiello (1890 metros), punto más alto de la sierra de Bolave.

El día no es el mejor para las cámaras, hay calima y está muy nuboso por el norte. A duras penas, podemos ver las paredes del Cañón de Añisclo, los Sestrales y el Mondoto (1962 metros), y el Castillo Mayor (2014 metros). 

Ni rastro de las Treserols ni de las Tres Marías. Tampoco de las sierras de la Partacua y Tendeñera. Una pena.

Asoma la Peña Montañesa
Al sur, la ribera del Ara y la conocida Peña Canciás (1928 metros), hasta el Tozal de Guara (2077 metros) ya en la distancia.

Al este, algo más visible, el macizo de Cotiella, las peñas Montañesa (2291 metros) y del Solano (1916 metros), Laspuña y Punta Lierga (2267 metros). Por detrás, el macizo del Posets, el Bachimala (3176 metros) y las puntas Suelza (2972 metros) y Fulsa (2865 metros) brillaban por su ausencia.

Anticlinal de Boltaña en el Congosto de Jánovas
Tras un buen rato de comida y descanso, iniciamos el camino de regreso. Poco a poco la calima va desapareciendo, dejando mejores luces conforme vamos descendiendo. En 15 minutos llegaremos collado de Olavallo, donde se encuentra el cruce hacia Jánovas y ahora sí que tomaremos esta dirección.

Este sendero se ha recuperado este año y es una perfecta alternativa para no volver por el mismo camino. Está balizado por la Zona Zero de Aínsa con algunas estacas de madera y con marcas de pintura. 

Anticlinal de Boltaña
Continuaremos rodeados de erizón bajo unas nubes que dejaban entrar mínimamente los rayos del sol, disfrutando de los acantilados de esta sierra desde otra perspectiva.

Los pliegues de la colina de Ferrera y el Congosto de Jánovas centran toda nuestra atención. Los pueblos de Ascaso, Boltaña, Aínsa, Coscojuela de Sobrarbe, Guaso, Silves, Jánovas, Albella, Planillo, San Felices de Ara y el embalse de Mediano se localizan perfectamente. 

Ascaso. Iglesia de San Julián y su reloj de sol
Las vistas se reducen al adentrarnos en un bosque orientado al sur donde predomina el boj, el pino y la carrasca (1370 metros). El sendero, perfectamente limpio y señalizado, desciende hasta encontrarse, tras poco más de una hora de bajada, con una variante que asciende a Nabaín por las fajas (1150 metros).

Seguiremos descendiendo por el camino de Las Carboneras sin sobresaltos hasta el Congosto de Jánovas donde enlazaremos con la carretera (710 metros – una hora), por la que recorreremos los últimos 500 metros hasta la entrada a Jánovas. Extremar la precaución en este tramo, la carretera es estrecha, tiene curvas cerradas sin visibilidad y apenas hay arcén.

Reloj de sol de Ascaso
Recomendable un paseo por el pueblo pasando por su puente colgante. Su pasado es una triste historia que cambió la vida de sus habitantes, los mismos que hoy siguen luchando por volver a recuperar lo que les pertenece.

Algunos de ellos intentan reconstruir el pueblo y han comenzado por la escuela y la fuente. Esperamos que se siga haciendo justicia para que Jánovas vuelva a sus orígenes.

Si visitas Ascaso en verano, un buen lugar de baño son sus cercanas pozas, donde el agua ha excavado en la roca caliza una sucesión de 30 pequeñas pozas donde podremos refrescarnos. Basta con seguir el PR-HU-185 hacia Morillo de Sampietro unos 15 minutos hasta llegar a un puente de piedra donde se ubican estos saltos de agua.

Calle única de Ascaso
Ruta de 9 kilómetros de distancia con un desnivel positivo de 820 metros y negativo de 1120 metros realizada en 3 horas y 45 minutos sin contar paradas. Una hora y media de ascenso y 2 horas y cuarto de descenso sin contar paradas. Es necesaria una combinación de vehículos, dejando uno en Ascaso y otro en Jánovas.

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