viernes, 7 de febrero de 2014

Las bruxas de Tella

Tella
Si hay algún lugar del Pirineo del que se cuentan historias y leyendas llenas de magia ese es, sin duda, Tella. Un bonito pueblo del Sobrarbe situado a 1384 metros de altitud relacionado desde antaño con la presencia de brujas, hechizos y aquelarres. 

En este pequeño rincón del Pirineo destacan sus casas de piedra y las chamineras típicas con espantabrujas, las cuales se utilizaban para que aquellos seres malvados no entraran en las casas y que hoy son utilizados como elemento decorativo (y turístico) haciendo mención a la historia de este lugar.

La iglesia de Tella es de origen románico, del siglo XVI y está dedicada a San Martín Obispo. Desde su puerta comienza el sendero que vamos a descubrir.

La ruta de las ermitas es un recorrido circular, bien señalizado, sin apenas desnivel y de una hora aproximada de duración. No ofrece ninguna dificultad siendo apta para todas las personas, independientemente de su edad o condición física.

Puntón de las Brujas y ermita de San Juan y Pablo
En este sendero vamos a poder ver tres ermitas muy cercanas entre sí debido a la necesidad de cristianizar y proteger esta zona debido a los aquelarres que realizaban las brujas cuando aquí se reunían.

La primera ermita que nos encontramos es, a mi gusto, la más bonita de todas por todo lo que representa. Situada a 1348 metros, está dedicada a San Juan y San Pablo y data del siglo XI. Es la ermita documentada más antigua del Sobrarbe y una de las muestras más importantes del románico aragonés. Está dedicada a dos santos para hacer frente a la enorme brujería de la zona.

Tras esta ermita, nos encontramos con el Puntón de las Brujas o Piedra de San Juan, un alfiler de roca donde se dice que las brujas realizaban sus aquelarres. Como telón de fondo, el Castillo Mayor (2020 metros), montaña que domina el valle del Cinca y la Garganta de Escuaín y a la que se puede ascender desde las cercanías del pueblo de Bestué.

Ermita de la Virgen de la Peña. Al fondo, la de Fajanillas
Siguiendo nuestro camino llegamos en pocos minutos a la ermita de la Virgen de la Peña (1400 metros), del siglo XIII. Desde aquí podemos observar unas excepcionales vistas del Castillo Mayor, la Peña Montañesa (2290 metros) y el valle del Cinca. Una pena que las nubes no nos dejaran disfrutarlas mejor. Aun con todo, este lugar es una pasada. Son momentos en los que piensas que merece la pena ir hasta allí sólo por contemplar el entorno y el imponente silencio que se respira.

La última de las ermitas es la de la Virgen de Fajanillas (1391 metros), del siglo XVI y que fue iglesia parroquial de Tella hasta 1595. Está situada enfrente de la ermita de la Virgen de la Peña y desde ella se ve el pueblo ya bastante cerca. En poco más de una hora volvemos a la iglesia de San Martín, cerrando el círculo que nos ha llevado por uno de los senderos más mágicos y misteriosos del Pirineo.

Museo de las Brujas
Para complementar esta ruta, nos podemos acercar al Museo de las Brujas, localizado en la antigua Casa de la Maestra, dedicado a la brujería y a la etnobotánica, o bien al Museo del Oso de las Cavernas, que ofrece visitas guiadas a la Cueva del Oso Cavernario, lugar en el que se encontraron restos de este extinguido animal, además de restos humanos y materiales de la Edad de Bronce allá por los años 70.

Muy cerca del pueblo encontramos el dólmen megalítico de Tella, también llamado Piedra de Vasar o Losa de Lacampa. En los años 50, se descubrieron en su interior una gran cantidad de huesos. Como dicen los músicos de La Ronda de Boltaña, “debajo del dolmen de Tella se siente girar y girar el planeta” y no les falta razón. Debajo de estas piedras se siente el paso de los siglos e, incluso, hay indicios de que este lugar ya estaba habitado en la Prehistoria.

Dolmen de Tella
Como habéis podido observar, a pesar de ser un pueblo muy pequeño, Tella tiene un gran reclamo turístico. Nos deja sorprendidos la cantidad de opciones que tenemos para elegir y todas muy interesantes que nos harán pasar buen rato rodeados de magia, paisajes y brujas.

Nuestra visita fue breve pero intensa. Es difícil encontrar un sendero tan corto, completo y gratificante como el que acabamos de describir. Lugar de obligada visita. Tella se siente, y espero volver a hacerlo pronto, haciendo caso omiso a aquel refrán que decía “Tella, Dios te libre de ella”. 

Más fotos en http://www.pinterest.com/huellaenlanieve
Agradecimiento a Natalia Giménez por la cesión de alguna de las fotos.

Fuentes:

Villa de Aínsa
Turismo Sobrarbe

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