Valle de Pineta desde el pico del Cuezo |
Regresamos al Alto Sobrarbe para ascender
al desconocido pico del Cuezo (2034 metros), un mirador extraordinario de los valles de Pineta y Chisagüés.
Situado en el extremo más
oriental de la sierra de Espierba, a caballo entre las cuencas de los ríos
Cinca y Real, desde este modesto y sencillo pico disfrutaremos de un entorno
alpino con magníficas vistas de la cara norte del macizo calcáreo más alto
de Europa, el Monte Perdido.
Pista de acceso al collado de Espierba |
El camino se inicia en el pueblo
de Espierba. Para llegar hasta allí tomaremos la carretera que, desde Bielsa, se
adentra en el valle de Pineta en dirección al Parador Nacional. Tras 7
kilómetros, nos desviaremos a la derecha por otra estrecha carretera que
asciende un par de kilómetros hasta este disperso núcleo.
Seguiremos hasta su barrio alto,
donde se inicia una pista forestal por la que circularemos unos metros. Veremos
una mesa informativa y una barrera, donde la pista se vuelve de acceso restringido. Junto a ella aparcaremos los coches y comenzaremos a
caminar por la pista en dirección noroeste (1450 metros).
Valle de Chisagüés desde el collado de Espierba |
Desde el inicio gozamos de unas
vistas espectaculares de la cara norte de la sierra d’as Zucas y sus Tres Marías, así como de las Puntas
Verdes, de los rocosos mallos Gran (2475 metros) y Embasador (2550 metros), de la
cresta de Monesma y de las Treserols.
El valle de Pineta es un valle
glaciar de referencia con desniveles superiores a los 1500 metros entre el
fondo del valle y sus cumbres. Desde nuestra posición apreciamos diferencias
significativas entre las dos laderas que forman el valle.
Pico del Cuezo. Al fondo, Punta Fulsa |
La ladera norte es abrupta y
salvaje, con fuertes pendientes e imponentes paredones. Su situación de umbría
favorece la existencia de estratos horizontales, más resistentes a los
fenómenos erosivos.
En ella se identifican los
efectos de los aludes, con las cuencas de salida en forma de embudo en su parte superior y los canales o zonas de recorrido, que se encuentran prácticamente
desprovistos de vegetación.
Caserío de Chisagüés |
En cambio, en esta ladera sur
donde nos encontramos, por su orientación solana, es más vulnerable a la
erosión creando relieves más suavizados y disgregables, caracterizándose por
grandes zonas de pastos ubicados en un altiplano que se asoma al valle, cuyos lindes se
encuentran limitados fundamentalmente por boj, serbales y cerezos.
En pocos minutos la pista se bifurca,
continuando por el ramal de la derecha dejando la pista por la que veníamos a la
izquierda (1500 metros). Esta nueva pista va ganando altura con suaves y
cómodas lazadas por el interior de un pinar, si bien es cierto que existen
senderos que la acortan.
Chinipro, Peña Blanca, Robiñera, La Munia... |
Tras algo menos de una hora de
ascenso llegaremos al collado de Espierba (1809 metros), desde donde ya se visualizan el valle del río Real, la montaña de Ruego y el pico de La Mota (2579
metros) por encima del pequeño pueblo de Chisagüés.
A la izquierda del collado vemos
una senda que, en ascenso, nos conduciría a los Llanos de Dué y al pico
Comodoto (2355 metros), situado en el extremo opuesto de la sierra de Espierba. Nosotros llanearemos por la
pista en dirección sureste rodeando la Punta Taller (1867 metros) para salir, en 15
minutos, a una zona más despejada y llegar al collado de Sarratillons
(1790 metros).
Desde el Cuezo. Valles de Pineta y Chisagüés |
En este punto, la pista gira al noroeste
para descender hacia el valle de Chisagüés o del río Real. Saldremos entonces de la pista siguiendo en dirección este, entre prados, una difuminada senda.
Pasaremos por la zona conocida como Ereta Tolosa e iremos cresteando la sierra. Al fondo, ya podemos adivinar el final del cordal, coronado por el pico del Cuezo.
Nos adentraremos en un bosque de pinos con abundante musgo. El sendero sólo se encuentra marcado por hitos pero no ofrece ninguna dificultad para seguirlo.
Comodoto, Balcón de Pineta, Astazus y Marboré |
Cada vez la panorámica es mejor.
Al este, podemos observar las puntas Suelza (2972 metros), Fulsa (2866 metros) y
Urdiceto (2596 metros) junto con el macizo de Cotiella, más al sur. El valle de
Pineta también nos enseña la Pala de Montinier (2593 metros), la Peña Altura (2289
metros) y el Portillón de Tella.
Los últimos metros hasta la cima
son lo más exigente de la ruta. Terreno abierto y rocoso pero sin ningún tipo
de dificultad. Tras dos tranquilas horas de camino, llegamos al pico del Cuezo.
Valles de Chisagüés, Bielsa y Urdiceto |
Al noroeste sobresale el Comodoto
por detrás de todo el cordal de la sierra de Espierba, haciendo de barrera
natural entre los valles de Pineta y Chisagüés. Por detrás del mismo aparecen
los Montaspró y el Pic Blanc o pico de La Capilla (2828 metros).
Cayendo al valle de Chisagüés
podemos ver, en su cabecera, la zona de Petramula, por donde pasa el GR-11
para acceder a La Estiva y a los Llanos de Lalarri.
Por encima, el Chinipro (2795
metros), la Punta de las Puertas (2771 metros) y su collado, que da acceso a los
ibones de La Munia o Gorgos del Tormacal, así como Peña Blanca (2905 metros) y los tresmiles de Robiñera y La
Munia.
Puntas Fulsa y Suelza al este |
Además, la mencionada montaña de Ruego,
donde se hallan las abandonadas minas de Liena, el inconfundible pico de
Espluca Ruego (2631 metros), por cuya base se accede al vertiginoso Camino de las Pardas, junto con el pico de La Mota y el pequeño pueblo de
Chisagüés.
Dominando el circo de Pineta,
aparece entre las nubes la línea de tresmiles del Cilindro, Monte Perdido, su glaciar, el
pico Añisclo y el Soum de Ramond o Punta de las Olas. Le siguen el collado de
Añisclo, La Suca (2802 metros) y las Tres Marías.
Regresando al collado de Espierba |
Bien visible el Balcón de Pineta
y las cascadas del Cinca o Churros de Marmoré, que da sus primeros pasos tras su nacimiento en el
ibón de la Plana de Marmoré. Al fondo de la misma se alzan los Astazus, el
Petit y el Gran y, por delante de éste último, el pico Tucarroya (2818 metros)
y las afiladas aristas del Garién (2859 metros) y del Felqueral (2718 metros).
Al este las puntas Suelza, Fulsa
y Urdiceto y, más al sur aparece el collado de Cruz de Guardia, comunicación de
los valles de Bielsa y Chistau y paso del GR-19.1, el Tozal d’Escubillons (2427
metros), la cresta de Maristás y Punta l’Orbar y los picos Bacibosa (1993
metros) y Pegueras (2045 metros).
Acortando la pista por el interior del pinar |
En el nuboso macizo de Cotiella, se divisa perfectamente la cresta de las Peñas del reloj, con la Peña las Once (2658 metros) como punto más elevado, la cresta de Armeña, los Mobisones, la Punta Es Litás (2623 metros), la colladeta del ibón de Plan y la mole de Cotiella como telón de fondo.
El regreso lo realizaremos por el
mismo camino en poco más de hora y media, tomando los mencionados atajos que acortan la
pista. Finalizaremos la ruta en Espierba haciendo una breve visita a su iglesia del Santo Cristo (s. XVII).
Espierba. Iglesia del Santo Cristo |
Ruta lineal de 11’5 kilómetros de
distancia con un desnivel positivo acumulado de unos 600 metros, realizada en
menos de 4 horas sin contar paradas.
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