jueves, 10 de noviembre de 2016

La sierra Coronas, el olvidado mirador de Ordesa

Ordesa desde la sierra Coronas
Siempre decimos que no hace falta ascender a grandes picos para disfrutar de unas vistas espectaculares. Basta con conocer lugares más solitarios, aislados y desconocidos, apartados de las grandes cumbres, desde donde poder admirar la belleza que nos rodea.

Es el caso de la sierra Coronas, un agradecido cordal herboso que conecta modestas cimas desde las que se disfruta, en absoluta soledad, de los murallones de Ordesa y de gran parte del Sobrarbe.

Asín de Broto. Borda de Casa Alastrué
Esta sierra se encuentra sobre el bonito pueblo de Asín de Broto (1090 metros), separando el valle de Broto del deshabitado valle de La Solana, en la margen izquierda del río Ara. Para llegar a este pintoresco núcleo hemos de coger en Fiscal la carretera que se dirige a Broto y al valle de Ordesa.

Tras 5 kilómetros nos encontraremos un desvío a la derecha que asciende hasta Asín con continuas lazadas. Aparcaremos a la entrada porque hay poco sitio por el interior del pueblo.

Iglesia de la Virgen de la Asunción
Cogemos la calle principal y llegaremos a la plaza. Para ser un pueblo pequeño, se aprecian muchas muestras de arquitectura popular. Antiguos escudos en las fachadas, numerosas bordas, casas fuertes y otras en proceso de rehabilitación.

Pasada la plaza, metros más adelante, nos encontraremos una bifurcación del PR-HU-118 indicada con señales de madera. A la derecha en descenso hacia Fiscal. A la izquierda hacia la ermita de San Mamés

Seguiremos las marcas amarillas y blancas en dirección a la ermita por un corto tramo de sendero que, en un par de minutos, nos deja frente a la iglesia de la Virgen de la Asunción (s. XII), a la que se accede por el interior del famoso esconjuradero (1110 metros). 

Esconjuradero de Asín de Broto
El conjunto se compone, además, de la casa de la abadía y el cementerio, que junto con la iglesia y el esconjuradero forman un bonito y singular rincón.

Los esconjuraderos son edificios relacionados con antiguas creencias populares en las que se temía del cielo como consecuencia de los actos humanos y que despertaban la ira de los dioses.

En muchos pueblos, cuando las nubes amenazaban con descargar y arruinar cosechas, rebaños y casas, se subía al campanario y se tocaban las campanas para ahuyentar los rayos o el pedrisco y esperar a que escampara. Pero en Sobrarbe no siempre se creía que esto fuese suficiente y por ello, pueblos como Asín tienen su propio esconjurador. 

Entrada al interior del conjunto
Por sus ventanales s´esconchuraba, es decir, se invocaba a las alturas, y no sólo para ahuyentar tormentas, sino también para hacer retroceder otro tipo de males como, por ejemplo, plagas de langosta o, incluso, demonios.

Continuamos el camino siguiendo las indicaciones hacia la ermita de San Mamés. Poco después, tomaremos un sendero rodeado muros de piedra y boj que, en 15 minutos, enlazará con una pista que ya no abandonaremos (1210 metros), ganando altura de forma constante, aunque en algunos pequeños tramos aumenta su pendiente.

Asín de Broto con Manchoya, Gábalo y Ayerbe de Broto
Vamos dejando Asín de Broto abajo. Cada vez con mejor panorámica vemos, al noroeste, el techo de Sobrepuerto, la Manchoya (2033 metros), acompañada del Gábalo (1958 metros) y el despoblado de Ayerbe de Broto.

Se diferencia perfectamente el curso del barranco Forcos, una de las principales arterias de Sobrepuerto, el pico Oturia (1921 metros) y la plana de Santa Orosia al fondo.

Poco a poco nos iremos acercando a la ermita, cuya silueta distinguiremos al borde de una privilegiada atalaya que cae al río Ara. 

Ermita de San Mamés
Veremos, a la derecha de la pista, una estaca de madera que marca el desvío del PR-HU-118 que nos lleva hasta ella (1350 metros). Hemos tardado casi una hora contando el callejeo y la vista al esconjuradero.

Desde este balcón se divisa la ribera y el pueblo de Fiscal, Borrastre y la cara norte de la Peña Canciás (1928 metros). También la sierra de Galardón, la sierra y el despoblado de Berroy y la Pardina de Asué. La ermita se encuentra cerrada con el año 1874 tallado en piedra, aunque su construcción quizá sea del siglo XVII.

Ribera y pueblo de Fiscal y Peña Canciás
Reanudaremos la marcha volviendo a la pista, ya sin marcas de PR que seguir puesto que este sendero finalizaba en la emita.

La pista se podría acortar pero nos meteríamos en extensas zonas de erizones. Aunque monótona en esta parte, la pista es la forma más cómoda (y más larga) de acceder a la sierra Coronas.

Dejaremos a la izquierda un repetidor situado en un alto. Metros más adelante, a nuestra izquierda y prácticamente seguidas, salen dos pistas que obviaremos (1395 metros), siguiendo siempre por la pista principal.

Cordal de sierra Coronas. Fobions, Corona y Suerio
En 20 minutos desde la ermita llegaremos a una bifurcación (1490 metros), donde tomamos el ramal de la izquierda. El de la derecha se dirige al valle de La Solana

Y, en otros 20 minutos, llegaremos a un collado divisorio, donde la vista se abre hacia el este, apareciendo emblemas sobrarbenses como la Peña Montañesa (2291 metros), el macizo de Cotiella, Nabaín (1796 metros) y los Sestrales

Peña Montañesa, Punta Lierga, Cotiella, Bramapán...
En el collado, la pista vira decididamente al norte. En ese momento, nos saldremos de la misma para alcanzar la primera cima del día, la modesta Punta Aguilar (1642 metros), que se halla a escasos metros de la pista rodeada de erizones. 

Al norte, ya vemos el cordal al que nos dirigimos y, mirando a Sobrepuerto con buena vista, se distinguen el resurgido núcleo de Bergua y los despoblados de Sasa, Cillas, Cortillas, Escartín y Basarán

Las Treserols
Tras una breve parada descendemos de nuevo a la pista y la continuaremos rodeados de erizones. Al oeste, tras el Oturia, vemos aparecer la inconfundible silueta de la Peña Oroel (1769 metros). 

En torno a los 1760 metros aparecen unas praderas, donde la pista hace una amplia lazada para salvar un tramo de moderada pendiente. Un esfuerzo que muy pronto se verá recompensado con las vistas al norte, donde se abre la zona de Ordesa. Estamos a los pies de la Punta Fobions, a 1880 metros.

Ordesa y la sierra de las Mentiras desde Suerio
La Punta Fobions (1934 metros) la coronaremos en 45 minutos desde la Punta Aguilar. Nos saldremos de nuevo de la pista y ascenderemos sus últimos metros campo a través en dirección este hasta su visible hito.

Toca descender levemente hasta un pequeño collado (1878 metros) que separa las Puntas Fobions y Corona donde volveremos a enlazar con la pista, pero esta vez de forma momentánea, ya que ésta continúa en dirección norte. 

Broto, Oto, sierra de Tendeñera...
Abandonaremos entonces la pista y faldearemos la cara sur de la Punta Corona hacia la evidente cima de Suerio (1954 metros), punto más alto de la sierra Coronas. Un vértice geodésico bien visible desde la lejanía nos guiará hasta ella. Tres horas y cuarto de camino, pero el lugar bien lo merece.

Desde aquí dominamos un gran territorio. Además de lo ya mencionado podemos ver, al noroeste, los picos Pelopín (2005 metros) y Erata (2003 metros). Frente a ellos, encima de Cotefablo, se alzan el Basechango (2256 metros), Toronzué (2263 metros), el Tozal de Comas (2342 metros) y Mondeniero (2295 metros) con la sierra de Tendeñera y el pico Otal (2701 metros) al norte.

Nabaín y el valle de la Solana
Al este, el despoblado valle deLa Solana, los ya mencionados Nabaín, Peña Montañesa y Cotiella, la sierra de Bolave y Comiello (1890 metros), Punta Lierga (2267 metros), el Mondoto (1965 metros) y los Sestrales, el Turbón (2492 metros), el Congosto de Jánovas y el embalse de Mediano. Los macizos del Aneto, las Maladetas y el Posets estaban escondidos entre la bruma y las nubes.

Al sur, la abrupta cara norte de la sierra Canciás y su Punta Gradatiello (1927 metros), la sierra de Galardón, la ribera de Fiscal y hasta el Tozal de Guara (2077 metros) en la lejanía. 

Ermita de San Mamés de regreso
Al norte, entre amenazantes nubes, Ordesa y toda la grandeza que atesora. El Mondarruego (2847 metros) marca la entrada al valle desde Torla, el Tozal del Mallo (2254 metros), los circos de Carriata y Cotatuero, las murallas del Gallinero y de la Fraucata, el Tobacor (2779 metros) y Punta Acuta (2242 metros).

Tras ellos, el coloso Vignemale (3299 metros), los Gabietos, el Taillón (3144 metros), el DedoBazillac, la Brecha de Rolando, el Casco (3006 metros), las Treserols, el collado de AñiscloLa Suca (2802 metros) y las Tres Marías.

El despoblado de Sasé
Más cerca de nosotros el barranco del Chate, paralelo a la carretera Sarvisé-Fanlo y al bosque de la Pardina del Señor, y la sierra de las Mentiras coronada por la Punta Trallata o Pueyo de Ballarín (2027 metros). Diminuta, podemos apreciar la ermita de la Virgen de Bun.

Siguiendo el río Ara hacia arriba, observamos los pueblos de FragénOto y Broto, el Serrato de Yosa y Buesa.

Al este del Suerio se encuentra la Punta Pardina (1904 metros), una cima de menor altura y donde finaliza el cordal.

Ya estamos cerca de Asín de Broto
El regreso se realiza por el mismo camino, pero antes nos acercaremos a la Punta Corona (1942 metros) que no hemos ascendido antes. En su cima, daremos por finalizada esta sencilla sucesión de pequeñas cimas, desde donde se disfruta del silencio de la montaña.

Descenderemos a la pista y faldearemos la cara noroeste de la Punta Fobions. A partir de aquí, el mismo camino de ida pero diferente luz, apreciando detalles que no habíamos visto antes e intuyendo los despoblados de Sasé, Castellar, SemoluéCampol, Burgasé, Giral y San Felices de la Solana.

Amiguetes que nos saludan
En dos horas y media estaremos de nuevo en Asín de Broto, donde finalizamos una ruta desconocida de gran belleza paisajística.

Ruta lineal de 17 kilómetros con un desnivel positivo de 950 metros realizada en menos de 6 horas.

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