lunes, 20 de enero de 2020

Casas de Montalbán, Torruéllola de la Plana y Torrolluala del Obico desde El Pueyo de Morcat

Panorámica de Torruéllola de la Plana
Son muchos los pueblos deshabitados que salpican el paisaje de la zona norte del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara. Núcleos que en sus tiempos de esplendor llenaban de vida estos parajes gracias a su ganado, sus cultivos y sobre todo a sus gentes.

La incomunicación y la dureza del medio fueron detonantes que, unidos al proceso de industrialización de las ciudades, causaron la emigración paulatina de sus habitantes a poblaciones con necesidad de mano de obra.

El Pueyo de Morcat, al fondo Cotiella
En esta ocasión vamos a recorrer el sendero S-17 de este Parque, que propone un itinerario circular por los antiguos caminos que comunicaban los pueblos de Torruéllola de la Plana y Torrolluala del Obico, pasando por los restos de las Casas de Montalbán.

Para ello nos desplazamos hasta El Pueyo de Morcat, al que llegamos cogiendo la carretera de la Guarguera en la localidad de Boltaña.

La línea pirenaica ante nuestros ojos
Dejando atrás Campodarbe y el Mesón de Fuebla, nos desviaremos a la izquierda hacia Las Bellostas por una estrecha carretera que, en pocos minutos, nos deposita en su pequeño conjunto.

Pasado el pueblo, junto a su pequeño cementerio, da comienzo nuestro camino (1150 metros). Un cartel nos informa sobre el recorrido y, entre esbeltos muros de piedra, nos adentraremos en el mismo dejando el caserío a la derecha.

Al sur domina la sierra de Guara
Ya desde aquí la panorámica es espectacular. Al sur, distinguimos la cara norte de la sierra de Guara con su Tozal, el Cabezo, la sierra de Lúpera y la silueta de la ermita de San Salvador de Bagüeste.

Al norte, oteamos todo el sector de Ordesa con los Gabietos, el Taillón, el Dedo, la Falsa BrechaBazillac, la Brecha de Rolando, el Casco, los picos de Marboré, las Treserols, la Torre de Góriz, el Tobacor, la Punta de las Olas, el collado de AñiscloLa Suca, las Tres Marías y la sierra d’as Zucas.

Barranco de Balcés
Por delante de ellos oteamos Nabaín, los Sestrales, el Castillo Mayor, el Pueyo de Mondicieto y sierra Custodia. Al este distinguiremos Punta Lierga, las peñas Montañesa y del Solano, la sierra Ferrera y los macizos de Cotiella y Posets.

Casi sin darnos cuenta llegaremos al cruce direccional donde se inicia la circular, en el que cogeremos la senda de la izquierda hacia las Casas de Montalbán. A la derecha se queda el camino hacia Torrolluala del Obico, por el que regresaremos más adelante.

Casas de Montalbán
La senda se rodea de boj, pinos, robles y erizón, que tirita bajo la rosada matutina. Con buena vista, divisaremos el pequeño caserío de Torrolluala del Obico bajo el monte del Puntón e, incluso, las Casas de Montalbán en la lejanía.

Estacas de madera balizan un sendero definido y sin pérdida. Por la espesura del bosque iremos perdiendo altura hacia el cauce del barranco de las Cruces, caminando en ocasiones por encima de conglomerados de roca. 

Barranco de Torruéllola
Una vez cruzado (1005 metros) seguiremos hacia el cercano barranco de Balcés (990 metros). Debido a su caudal, tuvimos que improvisar su vadeo unos metros por encima de su paso normal, junto a una badina.

Tras ello, seguiremos la senda pegados a una valla ganadera paralelos a su margen derecha. Abriremos y cerraremos el cercado y nos separaremos de su cauce para dirigirnos hacia los restos de las Casas de Montalbán (1005 metros), a los que llegamos en una hora de camino.

Plaza de Torruéllola de la Plana
A sus ruinas llega una pista procedente de Las Bellostas que continúa hacia Torrolluala del Obico, la pardina de Albás o incluso a San Póliz y Letosa.

Seguiremos unos metros la misma hacia Torrolluala del Obico hasta encontrar el sendero hacia Torruéllola de la Plana, nuestro siguiente objetivo.

Tras cruzar una pequeña barranquera, volveremos a abrir y cerrar la alambrada y nos iremos acercando al barranco de Torruéllola. Agudizando la vista divisaremos la pardina de Albás en lo alto de un collado situado al SW.

Casa Baja de Torruéllola de la Plana
Remontando su margen izquierda disfrutaremos de pequeños saltos y pozas, cruzando varias barranqueras que desaguan en el mismo, hasta ver aparecer las casas de Torruéllola de la Plana entre la vegetación.

Acompañados de muros de piedra ganaremos altura hasta llegar a su caserío tras una hora desde las Casas de Montalbán. Antes de entrar en el mismo veremos un desvío hacia la pardina de Albás.

Escuela de Torruéllola de la Plana
Torruéllola de la Plana (1115 metros) fue un pueblo importante, tanto por el número de casas como en el tamaño de su iglesia. Durante el pasado siglo llegó a tener 7 casas abiertas de las que hoy sólo quedan sus ruinas.

El centro del pueblo se componía de una pequeña plaza donde se unían sus dos únicas calles, destacando en ella la escuela, una construcción que no encaja muy bien con el resto de edificaciones del caserío por su moderna apariencia.

Calle de Torruéllola de la Plana
Situada sobre un alto dominando el núcleo se eleva la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora (s. XVI) con una portalada de estilo neoclásico, algo bastante raro en la zona.

Un paseo por su conjunto y pondremos rumbo hacia Torrolluala del Obico siguiendo las indicaciones existentes en la plaza, donde también veremos señales hacia Matidero y Alastrué.

Inicialmente la senda, salpicada de robles, desciende hasta cruzar un pequeño barranco (1090 metros) a partir del cual se recuperan los pocos metros perdidos en un breve ascenso.

Iglesia de Torruéllola de la Plana
Con vistas hacia CapramontePeña Surta y las sierras de Guara y de Balcés iremos contorneando la falda del Alero de San Juan en dirección ENE, llaneando sobre escalones de conglomerados cubiertos de erizón y boj.

Conforme vayamos avanzando daremos vista hacia los macizos de Bachimala, Posets y Cotiella, la sierra Ferrera y Peña Montañesa, el Turbón, los Eristes y las puntas Lierga y Suelza.

Torrolluala del Obico. Iglesia de San Andrés
Un pequeño descenso y arribaremos a Torrolluala del Obico (1105 metros) en 45 minutos desde Torruéllola de la Plana. Éste fue un pueblo muy pequeño que sólo mantuvo abiertas 4 casas durante el pasado siglo.

Lo primero que nos encontramos, unos metros antes de entrar en su caserío, es la ruinosa iglesia de San Andrés (s. XVII), con una torre que apenas sobrepasa en altura al conjunto de la nave.

Calle única de Torrolluala del Obico
Paseando en silencio por su única y estrecha calle nos sorprenderán varias portadas doveladas que aún resisten al paso del tiempo, así como algunas bordas en las inmediaciones.

Esta calle finaliza en la pista que viene de las Casas de Montalbán, por la que caminaremos unos metros dejando a la izquierda el camino hacia La Cortada.

Tras ello, en un nuevo cruce direccional (1085 metros), dejaremos la pista para perder altura rápidamente hacia el fondo del barranco de San Juan entre boj, erizones, robles y pinos.

Calle única de Torrolluala del Obico
Nos las tendremos que ingeniar para cruzar su cauce (1030 metros) para después llanear por el interior del pinar. Nos encontraremos con otro cercado, que volvemos a abrir y cerrar, antes de cruzar de nuevo el barranco de Balcés (1020 metros).

Con los últimos rayos de sol incidiendo en el bosque pondremos rumbo a El Pueyo de Morcat. Dejaremos la ancha trocha por la que caminamos tras cruzar el barranco y seguiremos el sendero que en continuo ascenso nos conduce a la bifurcación inicial, donde finalizamos la parte circular.

Dejamos atrás Torrolluala del Obico
Ya sólo nos queda dirigirnos al punto de inicio, disfrutando del cálido atardecer sobre la sierra de Guara y las montañas pirenaicas.

Ruta circular de 12 kilómetros con un desnivel positivo acumulado de unos 350 metros realizada en 4 horas sin contar paradas.

Track de Wikiloc aquí.

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lunes, 13 de enero de 2020

Silves Bajo, Silves Alto (Santadañola) y Seso desde Boltaña

Santa Eulalia de Silves Bajo
Hace unos días nos acercamos hasta Boltaña para conocer los cercanos lugares de Silves Bajo, Silves Alto y Seso.

Todos ellos se pueden enlazar en un agradable recorrido dividido en una parte lineal y otra circular con inicio y final en el camping La Gorga, punto donde da comienzo además la ruta ornitológica que conecta Boltaña con Aínsa.

Para llegar hasta el camping hemos de cruzar el puente sobre la famosa zona de baño del río Ara, situada en la entrada de Boltaña si se viene desde Fiscal.

Boltaña y su castillo desde la orilla del Ara
Poco queda ya del antiguo puente que unía sus dos riberas, tan sólo su primer arco y el arranque del segundo. Antaño a todo aquel que lo atravesaba con mercancías se le cobraba un impuesto.

Se dice que en este puente todos debían pagar excepto los del valle de Broto cuando pasaban con sus ganados, pues tenían ese privilegio de paso otorgado por el rey.

Nabaín y río Ara
Una vez cruzado el puente, dejaremos el coche junto a la ermita de San Sebastián (s. XVI), a la que en la actualidad se acude en romería cada 20 de enero. 

Se cuenta que aquí, durante una de las epidemias de cólera del s. XIX, se ejerció el control de afectados para que no accedieran a Boltaña personas que pudieran contagiar la enfermedad. San Sebastián es, en ese sentido, un santo con una larga tradición en la protección contra la peste y otros males.

Puente románico de Moscarales
Es junto al puente donde comienza nuestro camino (595 metros). Ya desde esta posición podemos otear el núcleo de Silves Bajo en lo alto de un cerro.

En esta primera parte del recorrido seguiremos el PR-HU-40 en dirección a Jánovas y Fiscal, así como las indicaciones hacia Campodarbe y la Cueva de la Sierra, dejando en la dirección opuesta el PR-HU-186 hacia Margudgued y Aínsa

Ganando altura sobre el Ara
El sendero llanea paralelo a la margen derecha del Ara, dejando a los pocos metros el desvío hacia Campodarbe y la Cueva de la Sierra, donde se encontraron restos cerámicos de la Edad de Bronce.

Tras ello la senda discurre por un terreno de margas bastante deteriorado por las crecidas del río. En este tramo las vistas hacia el casco urbano, el castillo de Boltaña y el anticlinal de Nabaín son de primer orden.

Curva del Ara y despoblado de Santa María
En 15 minutos llegaremos una zona de descanso con mesas de piedra y una fuente junto al bonito puente románico de Moscarales sobre el barranco de Ferrera.

Un corto ascenso entre robles por un camino empedrado y saldremos a la carretera de la Guarguera (620 metros). Nosotros la seguiremos en descenso (derecha) hasta encontrar la pista que se dirige a Seso (605 metros), junto al puente sobre el Ara.

Seso. Al fondo, Nabaín y Santa María
Continuamos guiándonos por las marcas amarillas y blancas del PR-HU-40, pasando por debajo de una línea de alta tensión y obviando un desvío a la izquierda que asciende a Silves Bajo (635 metros).

Si agudizamos la vista divisaremos Ascaso y el despoblado de Santa María en la falta de Nabaín mientras que a nuestra espalda otearemos la torre de Guaso vigilando el valle desde lo más alto del pueblo.

La Peña Montañesa, la proa del Sobrarbe
Sin dejar la pista principal llegaríamos al pequeño núcleo de Seso, que veremos más adelante. Unos metros antes hallaremos una bifurcación, donde dejaremos el PR para tomar una pista que por la izquierda asciende serpenteando hasta Silves Bajo (680 metros). Aquí comienza la parte circular de la ruta.

Por el interior de un pinar, iremos ganando altura por un firme en precario estado, con vistas hacia la sierra Ferrera coronada por la querida Peña Montañesa.

Boltaña y ribera del Ara desde Silves Bajo
La pista alcanza una amplia campa con un difuso cruce (920 metros) bajo una muralla natural, en cuya parte alta se asienta el barrio bajo de Silves (955 metros). Siguiendo la pista que lo rodea por el norte (izquierda) arribaremos al caserío tras una hora y 45 minutos de camino.

Se trata de un despoblado de origen defensivo que tuvo su origen durante la reconquista de Sobrarbe. Es posible que en lo alto de su espolón rocoso hubiese alguna fortaleza de la que ya no queda ningún vestigio.

Casa Peña de Silves Bajo
El pueblo está formado por dos ruinosas casas, algunas bordas y la iglesia románica de Santa Eulalia, construida en el s. XI pero con reformas posteriores. Destaca Casa Peña, que resiste junto al borde del precipicio.

Desde su privilegiada posición se distingue el macizo de Cotiella con sus Mobisones por detrás de la sierra Ferrera, la Peña del Solano, Punta Lierga y el Turbón.

Casa Peña de Silves Bajo
También se reconocen el Castillo Mayor, los Sestrales, la Pala de Montinier y la sierra d’as Zucas, el Portillón de Tella, Peña Altura y el Puntal de Bachaco, así como las puntas Fulsa y Suelza.

Divisaremos además las localidades de Aínsa, Banastón, Usana, Boltaña y Margudgued, la sierra de Campanué y la fortaleza de Muro de Roda.

Casa Villacampa de Silves Bajo
De vuelta en el cruce de pistas de la campa bajo el caserío, seguiremos ahora la pista de la derecha en dirección NW hasta el cercano barrio de Silves Alto, también conocido como Casas de Santadañola.

Antes de llegar, dejaremos a la derecha dos desvíos balizados por la BTT Zona Zero que descienden a Seso. Por el segundo, marcado con una placa como ruta 15, descenderemos más adelante. En unos 15 minutos desde Silves Bajo llegamos a Silves Alto (995 metros).

Casa Sanvicente en Silves Alto o Santadañola
Este fue un pueblo muy pequeño que mantuvo sólo tres grandes casas abiertas el pasado siglo. Una de ellas, la de Sanvicente, nos sorprenderá por su fachada de piedra y su bonita chaminera.

Por suerte, el núcleo vuelve a recuperar parte del movimiento que tuvo. Veremos alguna casa rehabilitada e incluso charlamos con sus propietarios, que regentan un camping situado a escasos metros del pueblo.

Casa Sanvicente en Silves Alto o Santadañola
La sencilla ermita de San Bartolomé, románica en origen pero reformada por los propios vecinos en 1881, es otro de sus puntos de interés y se halla escondida entre la vegetación a unos metros del mencionado camping.

Un paseo por su conjunto antes de poner rumbo a Seso por la mencionada ruta 15 de Zona Zero (980 metros). El sendero va perdiendo altura entre pinos, boj y aliagas por la margen izquierda del barranco de Seso con vistas hacia el anticlinal de Nabaín, Peña Montañesa y Cotiella.

Borda en Silves Alto o Santadañola
Cuando llevamos una hora de descenso, nos volveremos a juntar con el PR-HU-40 que viene de Jánovas y Fiscal (720 metros) y que ya no abandonaremos en lo que resta de camino.

Empezarán a aparecer los robles y las carrascas en las proximidades de Seso mientras disfrutamos del atardecer en las laderas de Ascaso y la ribera del Ara.

Vivienda habitada en Silves Alto
Unos 15 minutos después llegamos a su diminuto caserío (675 metros), que se resume en una casa bien conservada y varios edificios de apoyo rodeados de grandes praderas.

En esta pedanía enlazaremos con la pista por la que nos habíamos aproximado al inicio, dejando a la derecha un sendero que se dirige a la Cueva de Seso (680 metros). Se trata de una galería subterránea de corto desarrollo debido a los hundimientos del terreno. 

Caserío de Seso
Dejaremos también a la derecha la pista por la que hemos ascendido a Silves Bajo, donde se finaliza la parte circular del recorrido. Ya sólo queda regresar a Boltaña desandando el camino pasando de nuevo por el puente de Moscarales.

Ruta parte lineal y parte circular de 13’5 kilómetros con un desnivel positivo de unos 450 metros realizada en 4 horas y cuarto sin contar paradas.

Track de Wikiloc aquí.

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jueves, 26 de diciembre de 2019

Collado de Sahún desde Plan. Circular por San Mamés

Collado de Sahún
Otro recorrido que teníamos pendiente por la Bal de Chistau era llegar al collado o puerto de Sahún, antigua comunicación con la vecina Bal de Benás y divisoria de las comarcas del Sobrarbe y la Ribagorza.

Se trata de un itinerario circular con inicio y final en el pueblo de Plan, en el que ascenderemos casi íntegramente por pista para regresar pasando por la ermita de San Mamés.

Plan, San Juan y Chistén desde el mirador de la Riba
A la entrada de la localidad, junto a la oficina de turismo (1095 metros) aparcamos el coche y comenzaremos a caminar por asfalto siguiendo las indicaciones hacia el ibón de Plan, San Juan de Plan y la escultura Per Kirkeby.

En ligero descenso cruzaremos el río Cinqueta por un puente, obviando la estrecha carretera que recorre su margen derecha hasta el cercano núcleo de San Juan.

Montó, Peña Blanca y Culfredas
Nada más cruzarlo encontraremos un poste direccional en el que dejaremos a la izquierda el PR-HU-87 hacia San Juan y la ermita de San Mamés, camino por el que regresaremos para cerrar la circular.

Metros después llegaremos a las piscinas y a una bifurcación, siguiendo nosotros el PR-HU-87 hacia el collado de la Cruz y el mirador de la Riba. A la derecha se queda el camino de Lisé y el que asciende al ibón de Plan.

San Mamés, sierra de Fubillons y Suelza
En este punto se inicia una larga pista que irá ganando altura a base de lazadas. El PR acorta por senda el firme rodado hasta salir al mirador de la Riba (1250 metros), pudiendo llegar también al mismo continuando por la pista.

Sea cual sea nuestra decisión, en una media hora de camino llegaremos al mirador. Un panel panorámico y un banco de madera invitan a detenerse y contemplar el valle.

De izq a dcha: Peña Lisa, el Yerri y la Estibeta
Veremos los núcleos de Plan, San Juan y Chistén, el mirador de la Cruz de Puyadase y cumbres como el Turno, el Montó, el Cuezo, el Pegueras, las puntas l’Orbar y Cabalera, los Culfredas, las peñas Blanca y San Martín y la sierra de Fubillons.

Continuando nuestro camino, seguiremos la pista en ascenso por el interior del denso pinar de Simierre. Al sur oteamos la cresta de las peñas del reloj, así como El Yerri y la ermita de San Mamés al norte.

Peñas del reloj desde el collado de Sahún
Cruzaremos varias torrenteras y, tras una curva cerrada, veremos una estaca de madera indicando un sendero que acorta un pequeño tramo de pista (1390 metros).

En unos minutos volveremos a salir al firme rodado, aunque por poco tiempo, puesto que a escasos metros tomaremos un nuevo atajo (1435 metros).

Lleras de Cecilia, Bocs y Tuca de Cambra
Ya de forma definitiva en la pista (1460 metros), la nieve comenzaba a aparecer poco antes de llegar al visible repetidor, el cual dejaremos atrás para continuar hacia la escondida cabaña del Suel de la Baixada (1550 metros), que alcanzamos en hora y media de camino.

Una zona de prados nos abre la panorámica hacia el collado de la Cruz de Guardia, Punta Suelza, Maristás, l’Orbar, las bordas de La Poma y la sierra de Fubillons.

Los Eristes desde el collado de Sahún
Cruzaremos el barranco de la Cruz (1580 metros), junto al que dejaremos un ramal del PR-HU-87 hacia el collado homónimo, siguiendo nosotros hacia San Juan de Plan y Chía.

Nos calzaremos las raquetas metros antes de llegar a la bifurcación hacia el puerto de Sahún, en la cual dejamos a la derecha la pista que se dirige al collado de la Cruz (1635 metros).

La pista sigue ganando altura entre el pinar retorciéndose a base de lazadas por la margen izquierda del barranco de los Espuzos hasta llegar, en poco menos de 3 horas, a un abrevadero y a un cruce de pistas (1810 metros). 

Cerro Marradetas y collado de Sahún
Siguiendo ésta en dirección N (izquierda) tendremos vista de la sierra d’as Zucas y sus Tres Marías, las Treserols, el Balcón de Pineta y los Astazous, el Castillo Mayor, los Sestrales, sierra Custodia, las peñas de Sin y Artiés, Cotiella y la imponente cara norte de las peñas del reloj.

Tras otra hora abriendo huella y habiendo ya pasado a la margen derecha del barranco de los Espuzos estaremos ante el refugio de Marradetas (2020 metros), ubicado a escasos metros de la pista.

Sector Aneto-Maladetas, sierra Negra...
Ya vemos cercano el collado de Sahún. Sólo nos queda flanquear la ladera por donde la pista cementada se pierde bajo la nieve. Nos ha costado llegar poco más de 4 horas pero el esfuerzo en la montaña siempre tiene recompensa.

Desde el puerto (2000 metros) veremos, además de gran parte de lo mencionado anteriormente, el valle de Barbarisa, la cresta de la Estibeta, los Eristes, el Tusal de Bocs y el de las Lleras de Cecilia y la sierra de Cambra.

Cabaña del Puerto y cresta de Estibeta
También la cara norte de las peñas del reloj, Picollosa, Cotiella, Punta Lierga, el mirador de La Truesa, La Munia y Robiñera.

Hacia el E la pista desciende hacia Chía y el valle de Benasque divisando además el núcleo de Cerler y su pico homónimo, las sierras Negra y del Portiello, el Gallinero, los picos Castanesa, Aragüells y Vallibierna y el sector Malditos-Aneto-Maladetas, entre otros.

Descendiendo del collado de Sahún
Tras una larga parada iniciaremos el regreso. Sin la referencia de las ocultas marcas amarillas y blancas del PR aprovecharemos el alomado relieve nivoso para ir perdiendo altura entre pinos por la margen izquierda del barranco del Puerto.

Poco a poco la nieve iba desapareciendo, lo que facilitó el poder enlazar con el PR-HU-87, hasta finalmente quitarnos las raquetas momentos antes de cruzar el mencionado barranco (1650 metros).

Suelza, Cruz de Guardia, Maristás, Cuezo...
Una vez vadeado seguiremos por su margen derecha, caminando por los verdes prados de La Sentina y cruzando su pequeño barranco.

Minutos después cruzaremos el barranco d’Estigues (1630 metros) y nos adentraremos en una pequeña masa de pinar y boj.

Los tres barrancos mencionados (del Puerto, de la Sentina y d’Estigues) unen sus aguas para formar el barranco de la Simierre, que vierte sus aguas al Cinqueta a la altura de Plan.

Prados y bordas de La Sentina
Tras salir del bosque la senda discurre por la zona conocida como Fené Mayor, terreno abierto de campos de labor bien limitados por muros, avellanos y boj. 

Este tramo, en ocasiones con su empedrado original, coincide con el de una pequeña torrentera, por lo que es frecuente encontrarnos agua y barro.

El sendero cruza una pista que se dirige hacia el refugio de Viadós (1450 metros) y continúa descendiendo hasta encontrar un nuevo desvío hacia el collado de la Cruz (1435 metros), que dejaremos a la izquierda.

Bordas y ermita de San Mamés
Ahora por pista de buen firme nos iremos acercando al conjunto que forman las bordas y la ermita de San Mamés (1400 metros), un rincón con encanto donde descansar y contemplar el valle del Cinqueta y Plandescún, al que llegamos tras 2 horas desde el puerto de Sahún.

Esta ermita fue una de las más importantes existentes en la Bal de Chistau. A ella acudían en romería personas de este valle y también del vecino valle de Benasque.

Dintel de la ermita de San Mamés
La edificación actual es más moderna y tiene grabada en el dintel de una ventana el año 1768. La ermita original se hallaba dentro de una cavidad rocosa frente a la actual y aún se pueden observar algunos de sus restos.

Un descanso antes de seguir perdiendo altura por un camino tradicional con tramos de bello empedrado, hasta enlazar con una pista a la altura del barranco de Mañán y su fuente-abrevadero (1290 metros).

Escasos metros después, el PR deja la pista para descender por la zona de campos del Fabar por un sendero limitado por avellanos, boj y trabajados muros de piedra hasta llegar a San Juan de Plan en poco más de media hora desde San Mamés.

Plandescún, Plan y peñas de Artiés y San Martín 
Junto a la zona recreativa del Regancho (1100 metros) dejaremos a la derecha el desvío hacia el Tozal de la Mosquera y, sin cruzar el puente sobre el Cinqueta, seguiremos la pista que por su margen izquierda nos devuelve a Plan.

Una pequeña pasarela nos hará cruzar a su margen opuesta para adentrarnos en su caserío, donde pondremos punto y final a este precioso recorrido.

Ruta circular de 20’5 kilómetros de distancia y un desnivel positivo acumulado de unos 1000 metros realizada en 7 horas sin contar paradas.

El Cinqueta a su paso por San Juan de Plan
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